Al año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación por gasolina y diésel altos en azufre ocasiona 7 mil muertes en México. Publicada el 30 de enero de 2006, la NOM-086-SEMARNAT-SENER-SCFI-2005, Especificaciones de los Combustibles Fósiles para la Protección Ambiental, obliga a Petróleos Mexicanos (Pemex) a vender diésel limpio a partir de enero de 2009 en la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, y desde septiembre, a nivel nacional.

Hasta la fecha no se ha cumplido. La paraestatal se ha fijado un nuevo plazo hacia finales de este año. Su subsidiaria Pemex Refinación reporta un costo de ejecución de 4 mil 683 millones de dólares –62 mil 284 millones de pesos a un tipo de cambio de 13.3 pesos por 1 dólar–; no obstante, asociaciones civiles advierten que el costo puede ser mayor.

Unidas en la campaña “El diésel sucio mata”, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), el Colectivo Ecologista Jalisco (CEJ), el Instituto de Transporte y Desarrollo de Políticas (ITDP) y la Red por los Derechos de la Infancia en México señalan que cada día de retraso significa la muerte de 19 mexicanos por enfermedades agravadas por la contaminación del aire. Con base en cifras de la OMS, desde el 1 de febrero (fecha en que Pemex debió comenzar la distribución de diésel limpio) y hasta el 14 de julio se contarían 3 mil 126 muertes.

“Las emisiones de olores, gases, así como de partículas sólidas y líquidas a la atmósfera –dispone el Reglamento en Materia de Prevención y Control de la Contaminación de la Atmósfera–, que se generen por fuentes móviles, no deberán exceder los niveles máximos permisibles de emisión que se establezcan en las normas técnicas ecológicas”.

En 2006 se etiquetaron cerca de 3 mil 600 millones en el Presupuesto de Egresos de la Federación, para la reconfiguración y transformación de plantas que produzcan combustibles limpios. Bajo ese contexto, la NOM-086 ordena que en azufre la gasolina Pemex Premium contenga entre 30 y 80 partes por 1 millón.

Para octubre de 2008, en las zonas metropolitanas del valle de México, Guadalajara y Monterrey, la gasolina Pemex Magna tendría que reducir sus niveles de 300 promedio, 500 máximo a 30 promedio, 80 máximo. En el resto del país, el requisito debía ser cumplido en enero de 2009.

Puesto que Pemex Diésel contiene 500 partes de azufre por 1 millón, la disposición obliga a que se reduzca a 15 partes por 1 millón como máximo en la zona fronteriza norte, en enero de 2007; en las zonas metropolitanas del valle de México, Guadalajara y Monterrey, en enero de 2009, y en el resto del país, en septiembre de 2009. Para la OMS y la Organización Panamericana de la Salud, los combustibles con más de 15 partes de azufre por 1 millón son inadmisibles.

La norma entraría en vigor 60 días después de su publicación. Según lo estipulado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) podría prorrogar hasta por 180 días las fechas previstas para cumplir con las especificaciones de azufre, siempre que los responsables demostraran 30 días después de la publicación que no pueden cumplir por causas ajenas a su voluntad.

El Centro Mario Molina estima que en México cerca de 8 millones de vehículos utilizan diésel alto en azufre. Los vehículos con este tipo de combustible expulsan hasta 100 veces más partículas, y de cinco a seis veces más óxidos de nitrógeno que aquéllos que funcionan con gasolina.

De acuerdo con el Consejo Internacional sobre los Transportes Limpios, este tipo de partículas son especialmente peligrosas porque su tamaño permite una penetración más profunda en pulmones y corazón, y contienen nitrobenzantrona, elemento considerado altamente cancerígeno.

El INE pronostica que si el 20 por ciento de los 700 mil vehículos nuevos utilizara el combustible alto en azufre, para 2020 se habrán emitido a la atmósfera 4 mil toneladas adicionales de partículas.

La Red por los Derechos de la Infancia en México estima que cuatro de cada 10 niños en México viven en atmósferas contaminadas. Las enfermedades respiratorias agudas están entre las principales causas de muerte y hospitalización en menores de cinco años; la tasa de mortalidad es de 28.7 por ciento. De 1998 a 2002, las infecciones se incrementaron de 7 mil 500 a 8 mil 100 por cada 100 mil niños de cero a cuatro años.

Respuesta insuficiente

Casi un año después de publicada la NOM-086, el Cemda, CEJ, ITDP y México Solar enviaron una carta a Felipe Calderón Hinojosa para solicitarle su cumplimiento, el respeto al calendario y que se hicieran públicos los avances realizados en el tema. El 6 de diciembre de 2007 el entonces secretario particular del presidente, César Nava, respondió que el asunto sería remitido a la Semarnat.

Ramón Torres Flores, director general de Energía y Actividades Extractivas de la Semarnat, señaló, el 14 de enero de 2008, que el calendario de la NOM-086 se cumplía puntualmente. En circular para las organizaciones, responde que el diésel UBA (Ultra Bajo en Azufre) se surte en la frontera norte del país. A la par que la gasolina Premium distribuida en el territorio nacional cumplía con esa característica.

Argumenta que reducir el contenido de azufre involucra formidables inversiones: “Su remoción implica adecuar y modernizar la infraestructura de procesamiento de nuestras refinerías, lo que trae una significativa movilización de recursos y amplios plazos para la preparación y ejecución de los proyectos de inversión”.

A las restricciones, el servidor público suma la escasez del mercado internacional de combustibles UBA y la imposibilidad de las instalaciones para importarlos y distribuirlos. No obstante, expone, “diversas dependencias del gobierno federal y, desde luego, Petróleos Mexicanos participan activamente en estas tareas a fin de cumplir con ellas”.

Frente a la falta de respuesta, Cemda, CEJ, ITDP y México Solar solicitan audiencia con Calderón Hinojosa el 4 de marzo para conocer el estatus del proceso de reconversión de infraestructura para la refinación de combustibles limpios. En la misiva enviada a la Presidencia de la República dicen no tener información respecto de la inversión que le permita a Pemex cumplir con la normatividad.

El 30 de abril, después de una reunión con Antonio Álvarez Morenos, subdirector de Seguridad y Protección Ambiental de Pemex Refinación, califican de parciales e insuficientes las acciones del gobierno federal para cumplir con la NOM-086.

El servidor público les confirma que se evalúa hacer cambios a las fechas previstas y que la paraestatal únicamente podría introducir diésel bajo en azufre para transporte público y flotillas controladas en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey.

“Lo anterior –señalaron en un boletín– ataca únicamente el 15 por ciento de las partículas suspendidas que se emiten a la atmósfera, pero deja de lado las de vehículos pesados de carga que aportan más de 50 por ciento de esos contaminantes”. El 6 de mayo la Presidencia de la República remite la petición de audiencia al Instituto Nacional de Ecología.

Avances escasos

En un comunicado emitido en febrero sobre su Programa de Mejoramiento de la Calidad de los Combustibles, Pemex anota como hecho relevante el que desde 2006 se distribuye la gasolina Premium UBA en todo el país.

Desde enero de este año, las zonas metropolitanas del Distrito Federal y Monterrey ya cuentan con gasolina Pemex Magna UBA, mientras que Guadalajara contó con ella a finales de febrero. Nueve de cada 10 litros de gasolina que se consumen en México corresponden a gasolina Magna. Según cálculos de Pemex, en 2008 se vendieron 792 mil barriles diarios, de los que sólo el 11 por ciento fue de Premium.

También que en 2008 se iniciaron las licitaciones para la construcción de nueva infraestructura para producir la gasolina Pemex Magna UBA, que servirá para producir 75 mil barriles diarios. Para completar el volumen requerido para las tres principales ciudades y zonas fronterizas, Pemex Refinación importará 110 mil barriles por día. La distribución en el resto del país se dará de manera gradual.

Por lo que se refiere al Pemex Diésel UBA, indica que se vende en la frontera norte desde 2007, y desde 2009, en Monterrey y en el Sistema Metrobús del Distrito Federal. El suministro total para Guadalajara y la zona metropolitana del valle de México concluirá a finales de 2009. Para los demás estados, asegura la paraestatal, también se dará de forma gradual.

Agrega que el Programa de Mejoramiento de la Calidad de los Combustibles considera la construcción de 22 plantas: cuatro serán hidrodesulfuradoras, cuatro de hidrógeno, y tres para el tratamiento de azufre. Se modernizarán, además, otras 18 platas de destilados intermedios que permitirán el desarrollo de nuevos combustibles. En fases subsecuentes, pronostica, se incrementará la producción interna de combustibles UBA mediante la modernización de las instalaciones del sistema nacional de refinación.

No obstante, las organizaciones consideran que los avances que dice tener Pemex no constituyen el cumplimiento de la NOM-086; por el contrario, este cumplimiento parcial, observa Tania Mijares García, directora del Programa de Aire y Energía del Cemda, impide la introducción de nuevas tecnologías en transporte y el establecimiento de normas más estrictas en materia de eficiencia vehicular: “Nos resta competitividad frente a los socios comerciales y el país queda rezagado”.

Problema de salud pública

Al proyectar las consecuencias de un posible retraso de tres años de la NOM-086, el Instituto Nacional de Ecología (INE) asegura en un oficio, dirigido al entonces secretario particular de Felipe Calderón, César Nava, que los beneficios perdidos sumarían 4 mil millones de dólares. En la circular, fechada el 25 de junio de 2008, previene que según los estudios realizados durante esa demora, podrían evitarse 10 mil muertes prematuras, 30 mil casos de bronquitis crónica, 2 millones de días de trabajo perdidos y 15 millones de días de actividad restringida.

Tania Mijares García expresa que Pemex no puede estar por encima de la ley: “Si incumple la NOM-086, debe ser sancionado y obligado a publicar el nuevo calendario de introducción de estos combustibles a la brevedad”. Refiere que en una reunión celebrada con Pemex Refinación en abril de 2008 les explicaron que el calendario de la NOM-086 se negoció de una manera no adecuada y que sería difícil cumplir con los plazos.

La activista advierte que, según lo dicho por la paraestatal, la NOM-086 podría cumplirse hasta 2015, lo que significaría un atraso importante en eficiencia energética, protección al medio ambiente y seguridad de los mexicanos.

Indica que la Norma Oficial Mexicana es una herramienta jurídica muy noble, pues invita al sujeto obligado a participar en su creación. De esta forma, las fechas incluidas fueron propuestas y acordadas por Pemex y las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Salud, Energía y Economía.

Para la activista, la falta de cumplimiento es reflejo de un problema de fondo en la planeación de la administración pública, pues falta comunicación de una oficina gubernamental a otra, e información de un sexenio a otro. Sin embargo, añade, la ignorancia no puede eximir de la responsabilidad.

No obstante, no debería haber un solo mexicano afectado, sostiene, pues ya existe la tecnología y el combustible para evitarlo; un retraso así significa más problemas de salud pública y más daños al ecosistema, por el aumento de lluvia ácida y el sobrecalentamiento global.

Opina que, pese a que el gobierno federal entiende que el tema es prioritario, organismos como la Semarnat se han centrado en promover negocios sustentables e inversiones verdes por encima de la protección al medio ambiente: “Falta concretar ese entusiasmo presidencial en verdaderas acciones de cuidado al medio ambiente”.

El director del Programa de Movilidad del Colectivo Ecologista Jalisco, Mario Silva, subraya que el tema del diésel limpio es una estrategia de salud pública: “Hablamos de 7 mil muertes que pueden ser evitadas y no se cuantifican los daños. Mientras los gobiernos estatales y federal se paralizan por problemas como la influenza humana, no se atiende un problema así de salud pública. No es sólo que el medio ambiente goce de una mejor calidad, sino de garantizar condiciones más óptimas para que la población no se enferme”.

En el caso de la zona metropolitana de Guadalajara, describe, es evidente que no existen tecnologías ni combustibles adecuados para reducir las emisiones en la zona metropolitana en Guadalajara. Los habitantes respiran 327 gramos de contaminantes todos los días. En días de doble contingencia ambiental, la ciudad ha superado en niveles de ozono al Distrito Federal. Y es que del total de transporte público, 4 mil 500 unidades, solamente 41 podrían aprovechar el diésel UBA.

Cuestiona que, mientras a nivel local hay un esfuerzo por hacer funcionar sistemas de transporte colectivo de calidad, como el Macrobús, a nivel federal no es prioritaria la introducción de combustibles limpios.

Sólo para ese sistema de transporte se contrata a particulares que suministren el diésel limpio. Para el ambientalista, hay disposición de los gobiernos locales, pero el obstáculo está en los procesos internos de Pemex.

“El incumplimiento de la norma no sólo está en el calendario sino en su relación intergubernamental con los gobiernos locales. Ellos han presionado al sector del transporte a adquirir tecnología, pensando que Pemex cumplirá con la distribución y no hay condiciones para satisfacerla”.

Observa que les han estado dando largas y tampoco se ha cumplido con hacer pública la información de diésel UBA a la flota controlada en las tres principales ciudades del país. Ha sucedido a cuentagotas, comenta Mario Silva, y no es suficiente: “Lo que está en el fondo es una estrategia para aletargar el proceso. No queremos que los gobiernos locales se desistan porque Pemex no ha cumplido”.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente aceptó que hubo un incumplimiento a la NOM-086, lo que podría originar una multa o sanción contra la paraestatal.

Razones para cambiar a combustibles bajo en azufre

La contaminación del aire urbano mata (800 mil personas mueren en el mundo según la OMS)

Los vehículos son la fuente más importante de contaminación del aire urbano y la mayor fuente de partículas suspendidas

Casi el total de mortalidad es atribuida a las partículas de diésel

Altas concentraciones de ozono causan impactos severos en la salud

Existen tecnologías rentables para reducir las emisiones vehiculares

Los costos son bajos, alcanzables, y los beneficios son mayores

Aminoran la contaminación

Fuente: Consejo Internacional sobre los Transportes Limpios

México favorece y es vulnerable al cambio climático

México ocupa el lugar 15 a nivel mundial en emisión de gases de efecto invernadero, es decir, genera el 1.5 por ciento de contaminantes atmosféricos a nivel mundial. En la actualidad produce 643 millones de toneladas de dióxido de carbono, 14 por ciento más que en 2002. Cada habitante emite 3.7 toneladas.

Según el reporte Cambio climático del Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Cámara de Diputados, el 73 por ciento de la producción de energía eléctrica se debe a hidrocarburos o combustibles fósiles. Los usos energéticos del país muestran una dependencia de los hidrocarburos de casi 90 por ciento.

El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 establece, como eje rector para alcanzar un desarrollo humano sustentable, la administración eficiente y racional de los recursos naturales. Incluye así a la política de cambio climático como necesaria para fomentar la eficiencia en la generación y uso de la energía, el uso de tecnologías de bajas emisiones en los procesos industriales, la deforestación y reducir las emisiones de otros gases de efecto invernadero.

Con el Programa Especial de Cambio Climático, anunciado el 9 de junio, México se comprometió a reducir la emisión de 50 millones de toneladas de dióxido de carbono para 2012.

Dunia Ludlow Deloya, en su artículo “Efectos del cambio climático”, contenido en el informe, advierte que a la vez que México incide en el cambio climático, es uno de los países más vulnerables.

Un aumento de entre 3 y 5 grados centígrados –según proyecciones del Instituto Nacional de Ecología– ocasionaría sequías en el 50 por ciento de las tierras cultivables. Además, un clima más cálido de 2 a 4 grados centígrados para el periodo 2020-2080; reducción de las precipitaciones entre 5 y 15 por ciento; disminución del 10 por ciento en la disponibilidad del agua; aumento del nivel del mar de 1 a 5 metros, y el incremento en la extinción de mamíferos, aves y mariposas.

“La falta de crecimiento económico, la desigualdad, la existencia de marcos legales deficientes y las presiones demográficas –abunda– son factores que elevan la vulnerabilidad de nuestra población ante la variabilidad climática y los eventos hidrometeorológicos extremos”.

La situación traería consigo además problemas sociales y de salud pública: enfermedades como los golpes de calor, dengue, paludismo; enfermedades transmitidas por agua y alimentos. Frente a problemas de inundación y hambruna puede suscitarse un movimiento migratorio importante del campo a la ciudad. Ello se traduciría en desempleo, marginación y hacinamiento.

En el aspecto económico, además de las pérdidas causadas por desastres naturales, habría caídas en el sector agropecuario y turístico. Cierres de puertos y daños de rutas de transporte impactarían en el comercio interno y externo.

Por todo ello, Ludlow Deloya propone que se aprueben leyes y presupuestos para poner en marcha proyectos de energía renovable; que se apoye al campo con fertilizantes libres de dióxido de nitrógeno y sistemas de irrigación eficientes; que se orden el uso de suelo, y ser conscientes sobre qué y cuánto se consume.

Fuente: Contralínea 141