El darwinismo social y la sociobiología intentan configurar una concepción sui generis de la sociedad basada en principios biológicos ideologizados, de los cuales derivan múltiples formas de relación social y hasta de gobierno. No debe extrañar que de esa visión deformada de la naturaleza humana hayan surgido fórmulas políticas para la dominación de los pueblos y de las naciones.

Concebida a imagen y semejanza de la sociedad de mercado "la naturaleza vuelve a ser usada para explicar el orden social humano y viceversa, en un intercambio recíproco sin fin entre darwinismo social y capitalismo natural. Lo que está inscrito en la teoría sociobiológica es la ideología atrincherada en la sociedad occidental; la garantía de su naturalidad y la afirmación de inevitabilidad". (Shalins, M. 1982). Estas falsas teorías que reclaman para sí el carácter neutral de las ciencias naturales, viene de Harvard y de Oxford revestida de atractivos ropajes, pero al ser analizada en profundidad revela su verdadero rostro. "La nueva ciencia no tiene calidad de tal y no es más que puro reflejo de una forma particular de concebir las instituciones humanas”. (The Ann Arbor Science for the People, 1982). Así se devela a la sociobiología como la reencarnación del socialdarwinismo.

El eminente evolucionista Stephen J. Gould rechazó el determinismo sociobiológico porque es falso… A más de ratificar la selección como proceso biológico válido en el ámbito biológico -más no como la explicación a las diferencias de comportamientos y culturas-, consideró impropio utilizar el darwinismo fuera de su cultura. La selección natural explica la evolución biológica pero es inútil para comprender la historia, la cultura y la sociedad. Gould (1983).

A la luz de este análisis se descubre en el darwinismo social y en la sociobiología un nuevo intento de reducir la historia de la humanidad a una sucesión de luchas por la supervivencia y a crueles desgarramientos. Todo esto es vino viejo en botellas nuevas: ciencia ideologizada que se utiliza en forma recurrente para legitimar el sistema político dominante en el mundo.

Ahora como en el pasado, el determinismo biológico pretende justificar la historia y perennizarla a través de entidades biológicas, olvidando que la gran conquista del ser humano radica en su capacidad para trascender lo biológico, no mediante su negación sino por haber incorporado a sus procesos evolutivos nuevas dimensiones y categorías fundamentadas en la razón, el pensamiento, la ética individual y social.

Como en muchos países en el Ecuador del siglo XXI son cada vez más frecuentes acciones enmarcadas en principios socialdarwinistas en la economía, la política, la educación… por lo mismo es responsabilidad de todos identificarlas y denunciarlas.