El 25 de abril de 1999, miles de adeptos del Falun Gong se reúnen en silencio ante la sede del Partido Comunista Chino.

Los medios de prensa occidentales han concedido gran importancia a las manifestaciones que perturbaron el recorrido de la llama olímpica, entre marzo y mayo de 2008. Pasando por alto las etapas festivas, los medios occidentales centraron su atención en las payasadas de Reporteros Sin Fronteras en Olimpia (el 25 de marzo), las protestas sobre la cuestión del Tibet en Londres (6 de abril), París (7 de abril) y San Francisco (9 de abril) y cubrieron con artística imprecisión lo sucedido en Buenos Aires (11 de abril). Trataron de hacer creer en la existencia de un movimiento espontáneo del público contra diversos aspectos de la «dictadura del Partido Comunista Chino». A pesar de –o quizás debido a– ese tufo a guerra fría, los medios occidentales no precisaron que todos aquellos hechos habían sido planificados con un año de antelación y coordinados por una ONG, Human Rights Torch Relay (Relevo de la Llama Olímpica por los Derechos Humanos) [1], subproducto de un poderoso movimiento estadounidense-chino, el Falun Gong.

Más recientemente, numerosos periodistas deportivos acreditados a los Juegos Olímpicos de Pekín recibieron un correo electrónico de la Coalition to Investigate the Persecution of Falun Gong in China (Coalición para Investigar la Persecución del Falun Gong en China) [2] que contenía un documento de 26 páginas intitulado: Torture Outside the Olympic Village: A Guide to China’s Labor Camps (Tortura fuera de la Villa Olímpica: guía de los campos de trabajo chinos) [3]

Durante los años 1990, el Partido Comunista Chino favoreció las iniciativas civiles al autorizar la creación de asociaciones culturales y deportivas, hasta entonces bajo su monopolio. Entre las asociaciones surgidas en aquel entonces, las de artes marciales y qigong levantaron una ola de verdadero entusiasmo. El qigong, ancestral técnica de respiración, permite desarrollar la concentración y el equilibrio interno. Diferentes estudios médicos han demostrados que quienes lo practican están menos expuestos a las enfermedades que el resto de la población. Así que el gobierno se regocijó públicamente ante esta moda, que no podía sino contribuir a reducir los gastos nacionales en materia de salud.

Es en ese contexto que Li Hongzhi, un funcionario cuadragenario, creó su propia asociación de qigong en 1992: el Falun Gong. Pero el maestro Li no se limitó a la enseñanza de técnicas respiratorias sino que las asoció a una doctrina esotérica cuyo contenido fue revelando poco a poco.

En 1996, Li Hongzhi retiró a su asociación de la Federación Nacional de qigong y emigró a los Estados Unidos, desde donde continuó dirigiéndola. A partir de aquel momento, su asociación comenzó poner especial interés en el reclutamiento de miembros del Partido Comunista. Al mismo tiempo, las reuniones de los adeptos del Falun Gong cambiaron de forma para seguir el estilo estadounidense de las de los seguidores del pastor evangélico Billy Graham, con testimonios de adeptos curados. En 1999, el Maestro Li regresó a China para movilizar a los cuadros de su movimiento. Al día siguiente de su partida, sus discípulos realizaron una manifestación en Tianjin (a 140 kilómetros de Pekín), ante la sede de una revista científica que había publicado un artículo muy crítico sobre sus elucubraciones metafísicas y su comportamiento sectario [4]. La policía los dispersó sin miramientos y detuvo a algunos. Al día siguiente, el 25 de abril, entre 10 000 y 30 000 adeptos del Falun Gong se reunieron en silencio en Pekín, durante todo el día, ante Zhongnanhai, la sede central del Partido Comunista Chino. Agitando en silencio el Zhuan Falun (obra del Maestro), reclamaban la liberación de sus correligionarios.

La conmoción es dura para el gobierno. Una manifestación se había organizado secretamente, y había tenido lugar precisamente ante la sede del Partido, en un país en el que todas las manifestaciones están cuidadosamente controladas. Se demostraba así que el Falun Gong disponía de varias decenas de miles de adeptos, un tercio de los cuales eran miembros del Partido Comunista. En otras palabras, una organización no controlada se había desarrollado en el país y se había infiltrado en el Partido, conforme a la gran tradición de las sociedades secretas chinas.

El poder sólo tenía dos posibilidades: reconocer el Falun Gong como una fuerza dentro del Partido o aplastarlo. Impresionado por la irracional determinación de los manifestantes, el primer ministro Zhu Rongji es favorable al reconocimiento, pero el presidente Jiang Zemin, convencido de que se encuentra ante una organización manipulada en secreto por la CIA, opta por la represión. Se prohíbe el Falun Gong. Al principio, los adeptos se sienten intimidados por la policía, que recurre a veces a la violencia durante los arrestos y periodos de detención. Ante la persistencia del problema, se organiza una campaña para desacreditar a la organización, posteriormente se acusa a sus cuadros como responsables de crímenes cometidos par miembros fanatizados. Los acusados son juzgados y condenados.

Mientras tanto, las autoridades estadounidenses presentan repetidas protestas oficiales ante lo que consideran como una violación de la libertad de culto.

A estas alturas del análisis se impone la interrogante sobre la doctrina de Li Hongzhi y la naturaleza de su asociación. ¿Se trata –como afirma Washington– del resurgimiento de un antiguo esoterismo no tolerado por el Partido Comunista o –como dice Pekín– es el Falun Gong una secta que manipula a sus miembros para tomar el poder?

El Maestro Li Hongzhi, fundador del Falun Gong.

La enseñanza del Maestro Li se basa en una cosmogonía, o sea en una concepción del Universo y del lugar que el hombre ocupa dentro de éste; en una gnosis, o sea en un conocimiento que el discípulo necesita para liberarse de su condición existencial; y, para terminar, en un ascetismo, o sea un modo de vida y una serie de técnicas que permiten al discípulo alcanzar la redención.

Según Li Hongzhi, el universo no se compone únicamente del mundo que podemos percibir sino de miles de millones de mundos imbricados entre sí. «Un grano de arena contiene 3 000 mundos […] con budas, taos y dioses, así como seres humanos, animales, sustancias, montañas, agua, cielo, tierra, aire […]. Los seres humanos que se encuentran en los granos de arena son exactamente como nosotros. El color de su piel varía del negro al blanco y al amarillo. Si fuera posible verlo, ustedes encontrarían sobre los pelos de su propio cuerpo numerosas ciudades por donde circulan trenes y autos». Visto desde los mundos superiores, nuestro propio mundo parece microscópico y sin embargo contiene en sí mismo otros mundos más pequeños aún.

Todos los seres, animados o inanimados, e incluso los objetos de fabricación industrial, están dotados de un alma. El día de su nacimiento o de su fabricación, cada ser aparece simultáneamente en diferentes mundos. Existe por lo tanto una multiplicidad de cuerpos vinculados entre sí por un alma individual. Cuando muere o es destruido, un ser pierde sus cuerpos en los diferentes mundos pero su alma no tarda en reencarnarse en nuevos cuerpos. Según su comportamiento, las almas pueden encarnar en mundos superiores o hundirse en mundo inferiores. La humanidad, por su parte, viene cayendo desde hace miles de millones de años. Al contrario de lo que afirman los científicos, numerosas civilizaciones humanas han existido antes del periodo conocido por la historia. La humanidad ya ha sido destruida casi por entero 81 veces antes de levantarse de nuevo. Algunos humanos eliminados durante ese proceso se han refugiado bajo la superficie terrestre y en los abismos de los océanos, donde viven desde entonces. Otros han tenido la suerte de alcanzar mundos superiores en los que han creado civilizaciones avanzadas. Estos últimos pueden atravesar el espacio-tiempo y a veces nos visitan en platillos voladores. Son ellos quienes nos han proporcionado las tecnologías de avanzadas que nuestros científicos eran incapaces de alcanzar por sí mismos. Los adeptos del Falun Gong pueden recuperar la conciencia de sus pasadas migraciones y de sus vidas paralelas. Gracias a ellas pueden adquirir poderes mágicos, curar enfermedades y liberarse de su karma. El Maestro Li y sus más cercanos discípulos pueden también moverse por esos mundos paralelos para cambiar nuestras vidas. Él puede actuar sobre los centros de energía del cuerpo sutil, específicamente haciendo girar la Rueda de la Ley, una svástica dorada escondida en nuestro abdomen, o abriendo nuestro tercer ojo, el que permite la percepción de nuevos mundos.

El practicante del Falun Gong tiene que dedicarse a 5 formas de ejercicios que conjugan técnicas respiratorias y meditación. También debe llevar una vida pura para poder escapar a la próxima Apocalipsis que se llevará a todos los demonios, en primer lugar a los homosexuales.

Entre los millones de adeptos de Li Hongzhi, hay algunos que creen todas esas tonterías al pie de la letra, convirtiéndose en un peligro para sí mismos y para la sociedad. Muchos se han negado a recibir tratamientos médicos y han muerto esperando que el Maestro Li viniera a curarlos. Algunos se han inmolado por el fuego en la plaza Tian An Men para liberarse de este mundo. Otros han creído ver demonios en parientes o vecinos con los que tenían algún conflicto y los han asesinado para exorcizarlos. Algunos se han lanzado por una ventana creyendo que podían levitar, etc. El Maestro Li niega esos hechos y, de todas formas, no se considera responsable de fanáticos aislados que no han entendido su enseñanza.

Ese argumento satisface a Estados Unidos, que sin dificultad concede visas al Maestro Li y a sus adeptos para «protegerlos de la persecución religiosa de los comunistas». Desde 1999 la Comisión de Estados Unidos por la Libertad Religiosa en el Mundo (órgano de consulta del Departamento de Estado) no ha dejado de denunciar la represión contra el Falun Gong. En sus informes anuales sobre la libertad religiosa en el mundo, el Departamento de Estado señala a China como un Estado que suscita «una fuerte preocupación». En abril de 2006, 81 miembros del Congreso presentaron una petición al presidente Bush en la que piden la adopción de medidas coercitivas contra China para proteger a los seguidores de Li Hongzhi. Y. finalmente, el 12 de junio de 2006, el Congreso condenó esa «persecución religiosa».

En Washington, el expediente del Falung Gong estuvo esencialmente en manos de Elliott Abrams [5], primero como presidente de la Comisión sobre la Libertad Religiosa en el Mundo durante la administración Clinton y más tarde como consejero adjunto de seguridad nacional bajo la administración Bush hijo. Integrista judío firmemente contrario a los matrimonios interreligiosos, el señor Abrams es uno de los inventores del concepto de «teopolítica» [6]. Según Abrams, la laicidad y la libertad de conciencia son violaciones de la libertad religiosa ya que el agnosticismo y el ateismo que ambas admiten perjudican el orden social.

Neoconservador de línea dura, Elliot Abrams fue uno de los pilares del apoyo secreto a los Contras nicaragüenses y uno de los principales responsables de las masacres en Honduras. Sólo el indulto concedido por el presidente Bush padre le permitió escapar a sanciones penales. Durante aquella etapa, Abrams desempeñó un papel protagónico en la transformación de la Iglesia de la Unificación del reverendo Sun Myung Moon, que pasó de ser una secta sincrética coreana a convertirse en un poderoso ejército armado utilizado como contratista de la CIA en América Latina.

Manifestación del Falun Gong ante el Congreso de los Estados Unidos (24 de julio de 2003).

Aparentemente Elliot Abrams no ha cambiado de método y el Falun Gong va por el mismo camino que la secta Moon. La secta de Li Hongzhi se quitó la careta el día que fue prohibida por el presidente Jiang Zemin. Después de haber ambicionado apoderarse, desde adentro, del control del Partido Comunista Chino, el Falun Gong designó a esa misma organización política como la encarnación misma de las fuerzas demoníacas. Haciendo ya gala de sus ambiciones, el Maestro Li repitió que los actuales gobiernos eran incapaces de resolver los problemas humanos y que únicamente una persona como él, que ha alcanzado un alto nivel de sabiduría, sería capaz de hacerlo. Desde entonces, su acción política se ejerce directamente sobre la diáspora china y, a través de ella, trata de influir indirectamente sobre la población residente en China.

En las ciudades donde existe una diáspora china, el Falun Gong abrió «Centros de dimisión del Partido Comunista». El Falun Gong afirma que los Cielos le han retirado su apoyo al Partido Comunista Chino y que van a destruirlo de un momento a otro. ¡Salve usted su vida renunciando al Partido y sus organizaciones afiliadas! Esta retórico corresponde a la cultura popular china: antiguamente la legitimidad de los emperadores provenía de un mandato concedido por el Cielo. El emperador perdía su legitimidad cuando el Cielo, al provocar catástrofes naturales, indicaba que le había retirado su mandato. Sociedades secretas existentes en los palacios sublevaban entonces al campesinado para derrocar a la dinastía que se encontraba en el poder e instaurar una nueva. Aunque resulta difícil evaluar si el Falun Gong ha logrado convencer a muchos chinos de la diáspora para que se aparten del Partido Comunista, lo cierto es que el liderazgo del Partido sobre la diáspora ha disminuido. El terremoto que se produjo recientemente en China sería la señal de que los Cielos han retirado al Partido Comunista el mandato que le habían concedido. Es de esperar un cataclismo peor aún si el Partido no es derrocado, y los adeptos del Falun Gong tienen todavía la posibilidad de salvarse participando en la clarificación que representan las protestas organizadas a lo largo del recorrido de la Llama Olímpica contra el «Gran Dragón Rojo», o sea el Partido.

En sus Nueve comentarios sobre el Partido Comunista Chino (2004), el Maestro Li escribe que el PCCh «al haber cometido todo tipo de horrores que van en contra del Tao y se oponen al cielo y la tierra, se ha convertido en una fuerza extremadamente malvada que se levanta contra el universo». Es «una secta perversa». Poco a poco, comenzó a describir el conflicto entre el Falun Gong y el PCCh como el combate escatológico del Bien contra el Mal. Ello implica que, para librarse del mal, los discípulos deben buscar el enfrentamiento con el PCCh, según explicó el propio Li en el congreso de su movimiento, celebrado el 24 de abril pasado, en Manhattan.

Para estigmatizar internamente al «Gran Dragón Rojo» y alimentar en el exterior la propaganda anticomunista, el Falun Gong lanza todo tipo de acusaciones contra el PCCh. La más espectacular afirma que miles de adeptos del Falun Gong fueron encarcelados en un campo de reeducación y que les extrajeron órganos en el hospital de Shenyang. Un informe redactado por un parlamentario canadiense, David Kilgour (casado con la hija del ex primer ministro John Turner) [7] y un abogado, David Matas, corrobora esas acusaciones [8]. Pero estos dos investigadores se basaron únicamente en entrevistas realizadas por teléfono a algunos adeptos del Falun Gong, que no siempre se expresan de forma racional. El PCCh no tuvo más que convocar a la prensa internacional para demostrar que el hospital era completamente normal y que ni siquiera había ningún campo de reeducación en el lugar indicado.

Oficialmente, el Falun Gong no es una organización sino simplemente un movimiento espontáneo. Gracias a la ayuda de Elliot Abrams y la CIA, en sólo una década el Falun Gong se ha dotado de una colosal infraestructura, exactamente al estilo de la secta Moon. Creó, en primer lugar, una imponente cantidad de sitios plurilingües en Internet, que actualmente constituyen el blanco número 1 de la censura china en la red, y también se ha dotado de una publicación, una radio y un canal de televisión.
 Epoch Times es un bimensual cuya versión en papel se imprime en 10 idiomas y que cuenta con una versión electrónica, con 7 idiomas más, en Internet [9]. Se distribuye gratuitamente en unos 30 países y totaliza 1,5 millones de ejemplares a la semana. Contiene algo de publicidad pero se ignora su forma de financiamiento.
 Sound of Hope es una estación de radio que transmite en mandarín y en 7 idiomas más [10]. Es retransmitida gratuitamente a través de los transmisores que el Broadcasting Board of Governors (BBG) utiliza para los programas de propaganda del Departamento de Estado (Voice of America, Radio Sawa, Radio Martí, etc.). La financia la National Endowment for Democracy (NED) [11], vitrina legal de la CIA creada por… Elliott Abrams.
 New Tang Dynasty (NTDTV) es un canal de televisión transmitido vía satélite [12]. Transmite principalmente en mandarín y cantonés, aunque también lo hace en inglés. Financiada por la NED/CIA.

En definitiva, la estrategia de Elliot Abrams y del Consejo de Seguridad Nacional tiene pocas posibilidades de lograr influir en la política interna china. El papel del Falun Gong consiste más bien en controlar la diáspora y divulgar la propaganda anticomunista. Pero esto tiene un alto costo para Estados Unidos. Los esfuerzos desplegados para convertir el Falun Gong en una secta respetable, garantizarle el apoyo de un fuerte lobby parlamentario y dotarlo de poderosos medios de propaganda, obligan a otorgarle también un papel político en Washington, como ya sucedió con la secta Moon.

Lo anterior implica que la cuestión del apoyo al Falun Gong tenga que ser sometida a una revisión [13]. La brutalidad de la policía china es sin lugar a dudas deplorable, lo cual no quiere decir que el Maestro Li y sus discípulos sean inofensivos. En primer lugar, toda sociedad tiene el deber de proteger a sus miembros y ningún Estado del mundo puede aceptar en su país el desarrollo de una organización religiosa que aparta a la gente de la ciencia y la medicina para sumirla en la superstición. Estados Unidos no vaciló en recurrir al ejército para aplastar la Iglesia Davidiana en Waco (1993). En segundo lugar, el Falun Gong es también un arma de Estados Unidos en su cruzada contra el comunismo. Dar asilo a esa organización es inmiscuirse en los asuntos internos de China.

Luego de la publicación del artículo anterior, la asociación Falun Gong France nos hizo llegar el siguiente comentario:

Respuesta de la Association Falun Gong France

Hemos leído su artículo sobre el Falun Gong, publicado por el sitio Voltainet, y estamos sorprendidos ante la cantidad de errores que contiene, a pesar del detalle de su análisis y de su intento por ser exhaustivo.

No dudamos que usted haya intentado hacer un trabajo objetivo, y por ello simplemente deseamos en primer lugar indicarle en qué momentos ha hecho usted afirmaciones que no se basan en hechos, utilizado fuentes que no han sido verificadas o ha hecho una interpretación errónea.

1 – Las manifestaciones contra los Juegos Olímpicos

Algunos practicantes del Falun Gong han efectivamente participado activamente en la organización del llamado relevo de «la llama de los derechos humanos» cuyo objetivo era mostrar que los valores olímpicos no estaban siendo vehiculados por la llama que se llevó a Pekín, y que era por lo tanto necesario que otra [llama] los llevara. Ese recorrido se desarrolló en Europa a fines de 2007 y concluyó en Hong Kong en julio de 2008. Era completamente diferente y no estaba relacionado con las manifestaciones que caracterizaron el recorrido de la llama olímpica durante esta primavera.

Contrariamente a lo que usted afirma, los practicantes del Falun Gong no han participado (a no ser con muy raras excepciones) en las manifestaciones al paso de la llama olímpica, y no han participado de ninguna manera en su organización. En Londres y París, por ejemplo, donde se produjeron las mayores protestas, nosotros estuvimos completamente ausentes. Por una sencilla razón: las manifestaciones, organizadas principalmente por asociaciones tibetanas, eran profundamente antichinas, a veces bastante violentas y no transmitían el mensaje que nosotros queremos hacer llegar.

2 – La "cosmogonía" del Falun Gong

Su texto muestra que usted hizo el esfuerzo de leer algunos textos del Falun Gong para tratar de comprender en lo esencial las convicciones de los practicantes del Falun Gong. Es por ello difícil entender por qué no mencionó usted hasta qué punto la búsqueda del Bien, de la transformación de sí mismo en un ser mejor y altruista es esencial en el Falun Gong. Al igual que otros periodistas a la caza de lo sensacional lo hicieron antes que usted, puso usted de relieve algunos aspectos menores, los que pueden servir de apoyo a la tesis de una creencia estrafalaria. Para ello reúne usted fuera de contexto todos los ejemplos conspicuos que pueden alimentar esa tesis, lo cual nunca puede calificarse de objetividad. Esta hubiera consistido, a nuestro entender, en citar sus ejemplos de forma proporcional a la dimensión que revisten en la enseñanza del Falun Gong. De haberlo hecho, seguramente usted hubiera hablado más de autenticidad, de compasión, de paciencia, y menos de platillos voladores.

Usted transmite por otro lado la idea de una doctrina homofóbica, lo cual no es el caso en lo absoluto. No es posible que usted no sepa que la práctica del Falun Gong no se hace para curar enfermedades, y que en el Falung Gong nadie practica cuidados energéticos. Es por lo tanto difícil de entender que usted afirme sabiamente lo contrario. De la misma forma, usted habla de un modo de vida ascético cuando tiene que haber leído que esta «alquimia interna» que permite el progreso del practicante se desarrolla en el marco de una vida social normal, con trabajo, familia y amigos. De la misma manera, en ningún caso se ha afirmado que «El Maestro Li y sus más cercanos discípulos pueden también moverse por esos mundos paralelos para cambiar nuestras vidas», etc., etc.

3 – El fanatismo

Usted lo convierte en el centro de su artículo, lo cual condiciona toda su estructura. Es además en esa categoría que usted incluye el artículo en el sitio de Voltairenet. En el plano teórico, usted parece verlo como la consecuencia de las «supersticiones» del Falun Gong. Las “supersticiones” son, dicho sea de paso, una caja grande y muy práctica para clasificar todo lo que uno no entiende. No le reprochamos el haberla utilizado. Pero lo que usted no puede hacer en el plano ético como analista es vehicular la propaganda del régimen chino sobre rechazos de uso de medicinas, asesinatos y automutilaciones que sólo existen en la campaña de difamación del régimen chino. Ninguno de esos casos ha sido verificado de forma independiente, ninguno ha sido investigado, todos los pedidos de acceso a los datos por investigadores internacionales han sido rechazados. Sus afirmaciones serían pertinentes si esos casos hubiesen sido observados en países que no estuvieran directamente interesados en desacreditar el Falun Gong. Sin embargo, en Occidente o en Taiwán, donde centenas de miles de personas practican el Falun Gong, nunca se han observado esos comportamientos dementes.

Usted cita como un hecho la inmolación de practicantes del Falun Gong en la plaza Tian An Men, cuando numerosos medios (por ejemplo: Le Monde, en Francia, y el Washington Post, en Estados Unidos) e incluso las Naciones Unidas han puesto en duda muy seriamente la veracidad de ese hecho, nueva operación de propaganda del régimen chino. Si consulta el vínculo www.falsefire.com/, usted podrá consultar un análisis detallado y citas de la prensa. Además, las enseñanzas del Falun Gong, que según dice usted en su artículo se siguen al pie de la letra y de forma irracional, se oponen al suicidio y a toda forma de violencia contra el prójimo. ¿Cómo concilia usted ambos aspectos?

4- La CIA como manipulador et proveedor de fondos

Esto se ilustra según usted por una «fuerte infraestructura» y por la creación de medios como The Epoch Times. La fuerte infraestructura no existe, ya que la creación y la animación de sitios en Internet sólo exigen la buena voluntad de varias personas por informar sobre la situación. Nosotros pudiéramos hablarle de ello detalladamente, al igual que de la situación y del modo de financiamiento de los medios que usted menciona. Estos son efectivamente una iniciativa de practicantes del Falun Gong, a los que posteriormente se han unido disidentes demócratas, abogados chinos y muchos otros. Sería muy fácil viendo cómo funciona, por ejemplo, La Grande Epoque, darse cuenta de que no existe la ayuda financiera que usted supone.

La posición crítica en contra del régimen chino que actualmente tenemos es para usted el equivalente de «quitarse la careta» lo cual habría tenido lugar desde el comienzo de la represión contra el Falun Gong. Es imposible que usted no sepa que eso es enteramente falso. Durante años nosotros estuvimos llamando sistemáticamente al gobierno chino a que dejara de tratar a sus ciudadanos como enemigos, sin condenar nunca al régimen en sí. Hombres y mujeres morían ya [a causa] de la tortura y sin embargo le dimos tiempo al gobierno chino para que entendiera que estaba equivocado al escoger la persecución. Nuestras exhortaciones nunca fueron escuchadas. Entonces, al no haber otra solución para que cesaran esos crímenes, hoy estamos diciendo claramente que el régimen comunista chino es responsable de las decenas de miles de torturas y los miles de muertos. Usted dice que «los discípulos deben buscar el enfrentamiento con el PCCh para liberarse del Mal», y afirma que está citando un texto del Maestro Li Hongzhi. Pero ese texto no existe, y la noción misma de enfrentamiento no se corresponde con el espíritu de lo que hacen los practicantes del Falun Gong.

Nosotros informamos y seguiremos haciéndolo mientras dure la persecución, lo cual puede evidentemente desestabilizar el régimen. Pero no es ése nuestro objetivo fundamental. Sólo hace falta que se acabe la persecución.

5- La represión

Es el aspecto que menos menciona usted. Sólo algunos empujones, según usted, de algunos policías, lo cual es una cuestión interna china. Pero usted deber saber que, según el relator especial de Naciones Unidas sobre la tortura, en más de dos tercios de los casos de tortura reportados en China las víctimas son practicantes del Falun Gong. ¿Por qué no habla de eso? ¿Por qué se concentra usted en una lucha contra la administración americana que querría mostrar que China no respeta los derechos humanos en vez de hacerlo sobre la realidad de lo que sufren esas personas?

Usted pone en duda el informe Kilgour-Matas aparentemente sin haberlo leído porque sus conclusiones no se basan principalmente en entrevistas de practicantes del Falun Gong, como usted afirma, sino de hospitales chinos ante los cuales los investigadores se hicieron pasar por pacientes en espera de transplantes. Fue más de un mes después de que los medios occidentales comenzaran a hablar del campo de Sujiatun, y cerca de dos semanas después de que nosotros advirtiéramos que lo habían vaciado, que las autoridades chinas propusieron a la prensa extranjera ir a visitarlo, y estaba efectivamente vacío. En el momento en que le enviamos a usted este mensaje, los señores Kilgour y Matas acaban, además, de publicar un complemento de su investigación.

Esperamos que estos elementos le ayuden a darse cuenta de que usted ha perjudicado el Falun Gong distorsionándolo e induciendo a quienes lean su artículo a considerar como algo sospechoso y malo un método cuya esencia es la práctica de la autenticidad, la buena voluntad y la paciencia y que por lo tanto hará usted lo necesario por corregir ese error.

[1Cf. Sitio oficial.

[2Cf. Sitio oficial.

[3Cf. Este documento puede ser consultado en html y es posible bajarlo en pdf.].

Según ese documento y la abundante literatura publicada por los adeptos del Falun Gong, ese culto sería un «nuevo movimiento religioso» que hace una síntesis entre budismo y taoísmo. También afirma que, aunque sus adeptos sólo quieren practicar su creencia en paz, están siendo víctimas de una feroz represión en China, Estado gobernado por un partido comunista ateo.

Pero, ¿qué es el Falun Gong? [[Además de los escritos del fundador Li Hongzhi, los interesados pueden consultar los siguientes estudios: Falun Gong’s Challenge to China: Spiritual Practice or Evil Cult? por Danny Schechter, Akashic Books, 2000; Power of the Wheel: The Falun Gong Revolution, por Ian Adams, Riley Adams y Rocco Galati, Stoddart Publishing, 2001; Falun Gong, The end of days por Maria Hsia Chang, Yale university press, 2004 (versión francesa: Falungong, secte chinoise. Un défi au pouvoir, Éditions Autrement, 2004); Falun Gong and the Future of China, por David Ownby, Oxford University Press, 2008.

[4Artículo de He Zuoxiu, de Academia de Ciencias de China, publicado el 11 de abril de 1999 en Science et technologie pour la jeunesse.

[5« Elliott Abrams, el "gladiador" convertido a la "política de Dios"» », por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 14 de febrero de 2005.

[6La teopolítica es una política definida a partir del «plan de Dios sobre el mundo». Según la geopolítica, la paz internacional sólo puede instaurarse alrededor del «pueblo elegido» y del Estado de Israel guiado por la inspiración divina y con Jerusalén como capital. Numerosos responsables de la administración de Bush hijo sostienen esa teoría. Ver el capítulo «Teopolítica» en L’Effroyable imposture 2 [En español La Gran Impostura 2.] por Thierry Meyssan, Éditions Alphée, 2007.

[7Hay que señalar que David Kilgour se encuentra actualmente muy implicado en la campaña internacional que califica de «genocidio» el conflicto sudanés y atribuye la responsabilidad de éste a los gobiernos de Khartum y Pekín.

[8Report into allegations of organ harvesting of Falun Gong practitioners, por David Matas y David Kilgour, 6 de julio de 2006.

[11«NED: Las redes de la injerencia "democrática" », por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 22 de enero de 2004.

[13En Francia, el apoyo al Falun Gong es hasta ahora limitado. Además de la Asociación Reporteros Sin Fronteras, es posible citar al senador comunista y alcalde de Fontenay-sous-bois, Jean-Francois Voguet (probablemente por antimaoísmo primario).