Y se asegura, su único confidente al grado de hacerlo el medio para que se llevara a cabo la profecía de los últimos días del Profeta Armado que fue Jesús, culminando con su proceso penal sumarísimo ante los sumos sacerdotes, para recibir la sanción de morir crucificado.

La última cena fue recreada e inmortalizada por Leonardo da Vinci y tras esa cena, en Getsemaní, apresado Jesús provocó la pintura de Ludovico Carraci: El beso de Judas y de Caravaggio El prendimiento de Cristo.

En 2006, el periodista Herb Krosney, de la National Geographic, fue comisionado para documentar la búsqueda de El evangelio perdido de Judas Iscariote, encontrado alrededor de 1978. La revista, en su versión en español publicó la investigación en mayo de 2006.

El rescate del documento fue una odisea entre ladrones, mercaderes y comerciantes de antigüedades, desde 2000, cuando esos papiros viajaron de Egipto a Europa y después a Estados Unidos. Durante cinco años se logró reconstruir el evangelio en un 80 por ciento. Y varios libros, desde entonces, lo han reproducido. Todas las iglesias cuyo factor común es Jesús, El Cristo, han ignorado el descubrimiento. Siguen tachando a Judas Iscariote como el traidor.

Empero, el documento es sorprendentemente extraordinario y mucho muy relevante para el cristianismo que se ha conformado con la negra leyenda del apóstol. Existe un video sobre el hecho realizado por National Geographic. Y varios libros reproduciendo el evangelio con comentarios, sobresaliendo dos que aparecen en la ficha bibliográfica.

Lo escrito por Judas Iscariote es conmovedor, dramático y revolucionario, porque Judas pasa de acusado por traición a el apóstol que sabía el final de Jesús y que necesitaba de un compañero capaz de promover el capítulo que sella trágicamente la muerte-resurrección del cristianismo ya como tal con la figura central de Jesús a cuyo amparo se han formado y dividido cientos de iglesias evangelistas, en una pluralidad ventajosa para la humanidad creyente, frente a la autocracia del papado y su iglesia.

El Evangelio de Judas Iscariote debe ser leído por todos. A la mejor nadie cambia de opinión; pero se trata de conocer ese descubrimiento sobre un Iscariote vilipendiado a diestra y siniestra, cuando por el documento resulta el apóstol y mejor compañero de Jesús que tuvo en él a su camarada. Judas Iscariote queda revaluado en su evangelio, como un protagonista inteligente, discreto, honrado (fue el tesorero de Jesús) y capaz de cumplir con “lo que tengas que hacer, hazlo ya”.

Ficha bibliográfica

Autores: Rodolphe Kasser, Marvin Meyer y Gregor Wurst
Título: El evangelio de Judas
Autor: Herbert Krosney
Título: El evangelio perdido
Editorial: Océano de México

FUENTE: Contralínea 146, 30 Agosto 2009.