La administración Obama ha decidido cambiar el nombre del Iran Democracy Fund. Creado por la administración Bush en 2006 con vistas a la llamada «revolución verde», ese programa se llamará en lo adelante Near East Regional Democracy Fund (NERD).

Esta decisión tiene como principal objetivo el de poner fin a la incómoda posición que la anterior apelación imponía a la oposición iraní. Era muy difícil negar que los llamados «reformadores» y su «revolución verde» estaban siendo subvencionados por Washington cuando una línea especialmente dedicada a ellos existía oficialmente en el presupuesto del Departamento de Estado.

También es posible que ese cambio de nombre dé lugar a la aparición de nuevas operaciones de desestabilización en otros Estados de la región. Ese pudiera ser el caso de Bahrein, Estado sunnita de población mayoritariamente chiíta. Aunque la monarquía constitucional de Bahrein es un aliado de Estados Unidos, para Washington sería interesante provocar allí una revolución para crear artificialmente un grupo de líderes chiítas supuestamente revolucionarios que entrarían en competencia con Teherán.

En todo caso, la señora Hillary Clinton tendrá que servir próximamente de árbitro entre la USAID, el Buró de Asuntos del Medio Orientales y el Buró para la Democracia, tres organismos estadounidenses que se están disputando el manejo del nuevo fondo. Actualmente, debido a la recesión económica, este dispone “solamente” de 25 millones de dólares para 2009, mientras que su predecesor –el Iran Democracy Fund– contaba con 66 millones en 2008.