El pasado 3 de noviembre quedará grabado en la historia del Ecuador como una fecha en que al país se le asestó un nuevo y durísimo golpe político-económico.

En efecto y, pese a la oposición de numerosos sectores sociales, políticos y de trabajadores, en la fecha indicada se consumó la entrega ilegal, inconstitucional sin licitación alguna, del campo petrolero Sacha, sus instalaciones, sus pozos, sus ductos, sus estaciones, en general las denominadas facilidades de producción y, hasta trabajadores. Absolutamente todo.

Este despojo significa un perjuicio económico enorme al país, como veremos luego.

De partida, debo aclarar que estoy de acuerdo con convenios de intercambio, en sectores estratégicos o no, sobre todo con países tercermundistas, más aún con Venezuela con quien nos liga no solamente una historia sino un presente de cambios, pero estos convenios tienen que ser convenientes para las partes.

En el tema que nos ocupa, se suscribió un contrato de Servicios específicos con Río Napo por 10 años, empresa de economía mixta, la cual a su vez está constituida por la estatal venezolana PDVSA, que tiene el 30%, mientras que el Estado ecuatoriano, a través de Petroproducción tiene el 70% restante. El propósito de esta denominada ALIANZA ESTRATÉGICA es el de aumentar la extracción de crudo, que actualmente bordea los 50.000 barriles diarios, hasta llegar en el 2013, considerado como el año pico, a 82.000 barriles diarios.

Estos mismos porcentajes son los que cada parte tiene que aportar, estimándose en USD$621 millones la inversión total, es decir, 434,7 millones pone Petroproducción y, 186,3 millones pone PDVSA.

Sacha es un campo considerado GIGANTE por sus reservas y, es el de mayor producción nacional,por lo que es considerado como una de las cinco JOYAS de la CORONA. Es un campo Maduro, casi viejo, pues su explotación ya data de hace 37 años, desde 1972, año en que nuestro país inició la extracción de crudo desde la amazonia. Pese a lo anterior, sus yacimientos no están totalmente desarrollados, por lo que de acuerdo a estudios de años recientes se estima que se pueden perforar unos 100 pozos adicionales, aunque ciertos técnicos afirman que esta cifra podría llegar a 200 pozos, que aumentarían no solamente la producción en el campo, si no sus reservas. Para aumentar la producción existen 2 opciones, una, la rutinaria, consistente en perforar más pozos; y, una segunda, utilizando tecnología de punta para realizar procesos de recuperación secundaria o terciaria.

Para el primer caso, Petroecuador no necesita de aportes tecnológicos extranjeros, pues la perforación es la actividad rutinaria, de los 365 días del año, de las 24 horas del día, de la estatal; sin embargo, en Sacha, PDVSA y la empresa de economía mixta Río Napo ha tomado la primera opción, para lo cual perforará no menos de 76 pozos, que, junto a otros gastos como el reacondicionamiento de pozos cerrados o dañados, optimización de los sistemas de extracción (ej. poner bombas de mayor potencia para extraer más crudo), la ampliación de la central de almacenamiento de crudo, entre otros, requerirán la inversión ya señalada.

PDVSA "invierte" 18,6 millones cada año (186,3 millones en los 10 años), pero ¡recibe 54,5 (545 millones en los 10 años) millones cada año!, que podría ser peor, si son más los pozos a perforarse. ¡Pésimo negocio!
Todo lo anterior, sin ningún justificativo; es una verdadera BARBARIDAD y vergüenza!

Venezuela, que hoy en día posee las reservas de crudo más grandes del planeta, que justamente ha despertado la codicia norteamericana, razón más que evidente para la ocupación gringa de las 7 bases colombianas, que quieren tomarse por asalto ese y otros riquísimos recursos estratégicos sudamericanos, no necesita hacer este negocio en nuestro país. Es evidente que aquí está la mano tenebrosa de los desestabilizadores internos que quieren hacer quedar mal a Hugo Chávez y al propio Correa.

Son estos mismos ASESORES los que hicieron que, A DEDO, se entregue el campo Pungarayacu, de crudo pesado y extrapesado, a IVANHOE, empresa canadiense. En contrapartida, existe una riquísima experiencia de Venezuela en sus gigantescos yacimiento de crudo pesado y extrapesado de la faja del Orinoco, en donde PDVSA ha conformado empresas de economía mixta (con licitación dicho sea de paso), con empresas estadounidenses, europeas, rusas y chinas. Es decir, que lo más connotado y florido de la tecnología de punta lo está asimilando Venezuela y, es por estas razones que nuestro país debió haber conformado la empresa de economía mixta en Pungarayacu y no en Sacha.