Al leer la proposición: “Bases para una historia crítica del Apra”: que acompaña al título del “trabajo” de Nelson Manrique: Usted fue aprista, aguardaba el despliegue de “verdades”; se despertaron en mi persona expectativas por la exposición de “hechos” y “procesos” debidamente esclarecidos; se me avivó el interés por la forma cómo el historiador Manrique iba a estimar las contradicciones, apreciar las inconsistencias, evaluar las incoherencias, lógicas y metodológicas de las fuentes y de las conclusiones a las que arribara …

Futil expectativa la mía… la lectura pone en evidencia la repetición de argumentos –ya conocidos- … en términos del “argot” periodístico se diría: “refritos” de cómo los adversarios del Apra arguyeron para desacreditarla… cuyo riesgo radica, en su asimilación acrítica por parte de las nuevas generaciones; y que asuman como una persistencia fatal, la falta de compromiso ético en las relaciones políticas, y tenerlas como un común denominador del aprismo … hechos y argumentos no faltan en la política contemporánea del Perú para que esta tesis se confirme … pero también existen hechos y argumentos para lo contrario … la tarea ética radica en marchar en la búsqueda del justo medio …

Si las exigencias éticas son indispensables en la vida política con mucha mayor razón lo son en el trabajo de los intelectuales; y es aquí donde planteo una pregunta, … una simple pregunta: ¿Es posible sentar las “Bases para una Historia Crítica del Apra” falseando los hechos para hacer valer interpretaciones tendenciosas?

Planteo la interrogante porque de la lectura del “trabajo” de Nelson Manrique concluyo que no vacila en alterar la realidad histórica en cuanto a las referencias cronológicas en que se suscitan determinados acontecimientos, así por ejemplo, cuando Manrique escribe, citando a Víctor Raúl Haya de la Torre:

“…, en 1956, en vísperas de su alianza con la oligarquía, en su libro «Treinta años de aprismo», Haya afirmaba imperturbable «A lo largo de 25 años, el movimiento aprista ha debido arrostrar a tres poderosos adversarios el feudalismo plutocrático en el campo nacional y el imperialismo y el comunismo en el internacional; en el Perú, la amalgama de los tres ha formado un empedernido frente reaccionario contra el cual los apristas hemos luchado y luchamos».

A renglón seguido, Nelson Manrique falseando intencionalmente la verdad, afirma que: “El comunismo, que no era considerado su enemigo (del Apra) HASTA LOS AÑOS CUARENTA se convertiría en adelante en su único adversario, mientras que la actitud beligerante contra el imperialismo y «el feudalismo plutocrático» cedería el paso a la alianza con ambos.” (NM pág. 173/174)

A pie de página, adiciona otra afirmación, señalando que Haya de la Torre en «El antimperialismo y el Apra» (1936) “A la Unión Soviética le dedica párrafos cargados de esperanza…”

En síntesis: Nelson Manrique sostiene que el comunismo a partir de “los años cuarenta” recién ES CONSIDERADO POR HAYA DE LA TORRE ENEMIGO DEL APRA.

Es incuestionable que Manrique ha leído las obras de Haya de la Torre – bien o mal “comprendidas”- pero las ha leído … así lo declara con la bibliografía que cita para sustentar su “trabajo” «USTED FUE APRISTA» título al que adiciona la siguiente proposición: “Bases para una historia critica del APRA”; por lo tanto no puede ignorar la evolución de las relaciones –desde un inicio beligerantes- entre el Apra y el Comunismo como a continuación mostraremos.

En diciembre de 1935 Haya de la Torre escribe la Nota Preliminar a la Primera Edición de El Antimperialismo y el Apra, donde señala que:

“Los partidos comunistas criollos, que no habían logrado su intento de vitalizar las hoy semimuertas Ligas Antimperialistas -creadas por orden del Congreso Comunista Mundial de 1924-, agudizaron entonces su campaña de amargas críticas contra el APRA, en la que veían el origen de un movimiento rival. Los órganos de prensa del comunismo estalinista de Buenos Aires y México habían dado ya la voz de alerta. El APRA, según ellos, era un "peligro" para las endebles Ligas y para los mismos partidos de la III Internacional en nuestro Continente.”

A continuación Haya advierte que:

“Como se criticaba al APRA, desorbitada y simplistamente y las censuras se inflamaban con frecuencia de violenta palabrería tropical, los apristas peruanos exilados en México fundamos la revista "Indoamérica" con el fin de defender el nuevo movimiento y tratando de elevar la polémica con los comunistas a un plano doctrinario.”

La divergencia doctrinaria – ideológica – y de praxis política entre el aprismo y el comunismo se acredita con las citas que hemos glosado; así pues es inevitable concluir que la discrepancia con el comunismo se origina en la DECADA DEL 20 y no en los CUARENTA como pretende Nelson Manrique.

Y por si hubiere alguna duda al respecto Haya de la Torre anota que, la lucha del aprismo se plantea –simultáneamente- “contra los avances de la política del dólar (…), y defendernos al mismo tiempo de la demagogia comunista, cuyo irritado verbalismo llega a furibundos extremos en estas cálidas zonas del planeta”.

La lucha contra el imperialismo es simultánea a la lucha contra el “comunismo” y pasa “ … por el frente único libre del inexorable contralor de Moscú y por una acción realista, orgánica y eficiente contra el imperialismo, iniciamos los apristas tenacísima campaña desde la prensa y la tribuna.”

Para que no quepa duda sobre el particular seguimos citando a Haya de la Torre:

“Fue entonces que Julio Antonio Mella, estudiante desterrado de Cuba y militante comunista, publicó un violento folleto contra el APRA. Mella se había reencontrado conmigo en las sesiones del Congreso Antimperialista Mundial, reunido en Bruselas a principios de 1927. Le conocía desde que llegué desterrado a Cuba de paso a México en 1923, pero los debates de Bruselas, en los que refuté y conseguí el rechazo de su proyecto de resolución sobre las condiciones económicas y políticas de Indoamérica, nos distanciaron definitivamente.”

“El Antimperialismo y el Apra” se escribe para exponer las tesis apristas –antimperialistas- como respuesta al “… violento folleto (escrito) contra el APRA …” por el COMUNISTA José Antonio Mella, así queda testimoniado por Haya de la Torre -sin ser contradicho- en el siguiente párrafo:

“Con tal propósito escribí este libro: para refutar los argumentos de Mella -alzando cuanto fuera posible el plano polémico-, para responder a los críticos de extrema izquierda y extrema derecha que ya menudeaban, y para exponer analíticamente las ideas centrales de mi doctrina….”.

¿Seguirá insistiendo Nelson Manrique que el antagonismo con los comunistas se inicia en la década del 40?

¿Qué persigue como objetivo el “historiador de Maranga” al falsear la fecha de inicio de la beligerancia entre el Apra y el Comunismo?

La desatinada y fraudulenta afirmación de Nelson Manrique de que: “El comunismo, (…) no era considerado su enemigo (del Apra) hasta los AÑOS CUARENTA..”, década a partir de la cual el comunismo para el Apra “se convertiría (…) en su único adversario, …”; repito … la dolosa información que nos proporcional Manrique, al distorsionar la verdad cronológica de los hechos, responde a un OBJETIVO, inducir en el lector dos representaciones mentales:

La primera, fijarle una representación del Apra, aliada del imperialismo y de la oligarquía; y,

La segunda, que el leyente concluya que el “comunismo”, al enfrentarse al Apra, lo hace como enemigo del imperialismo y la oligarquía, ….

Todo ello sin que Manrique -“archivero de Maranga”- sienta la obligación de exhumar “hechos” y “argumentos” del camposanto de la “pseudo izquierda” donde se encuentran enterradas, deserciones y traiciones, perfidias y felonías que costaron la vida de miles de peruanos; y que habilidosamente pretende sentar la “bases” para una historia orientada a perdonar a la afiebrada “zurda” peruana, responsabilizando al Apra…

Manrique oficia de “confesor” que libera de “yerros” y “pecados” a las adiestradas Magdalenas de la Cuba castrista …

Perdona al Partido Comunista que traicionó a De la Puente Uceda y apoyó a Belaúnde Terry para llegar a la Presidencia ….

Absuelve a Vanguardia Revolucionaria que aprovechó los despojos de quienes arriesgaron el pellejo para incrementar sus filas y fraccionarse después …

Indulta a quienes en el norte peruano –habiéndose comprometido- jamás entraron en acción…

Dispensa de toda culpa a Hugo Blanco agitador de La Convención que le niega su apoyo a de la Puente Uceda antes que éste viajara a Cuba; …

Condona la estúpida arrogancia del Che Guevara que propiciaba el “foquismo” sin conocer la realidad peruana y que desde un principio miraba por sobre el hombro a los peruanos que se entrenaban en la Isla …;

Exime de toda culpa a Héctor Cordero quien apostaba a la lucha armada combinada con la lucha electoral; precisamente lo que críticamente atribuye a Haya de la Torre …

Releva la inoperancia de Ricardo Gadea que no obtiene nada de la “facción moscovita”, salvo la “traición”, no consigue convencer a los calenturientos pekineses “revisionistas”; y, no puede lograr nada de los trotskistas y de los del F.L.N. por que no eran “nada” socialmente hablando…

Gadea sólo logra los tibios apoyos personales de algunos personajes -como Sebastián Salazar Bondy- en medio de los humeantes cafés del Haití … cerca de la calle de las pizzas donde hoy pululan los “propagandistas” de las “Bases para una historia crítica del Apra” de Nelson Manrique ….