La decisión, a propuesta de Raúl Roa hace ahora 50 años, iba más allá de un cambio de nombre del organismo encargado de ejecutar la política exterior en la nueva Cuba. Simbolizó la firme posición de independencia, soberanía y justicia social que caracterizaría el quehacer de la institución.

El primer documento en el cual se reafirmó la soberanía de Cuba fue la digna respuesta a la insolente nota enviada por el gobierno de Estados Unidos con motivo de la promulgación de la ley de Reforma Agraria.

En esencia se afirmaba: “Es facultad inalienable suya dictar, en ejercicio de su soberanía y al amparo de tratados, convenciones y pactos de carácter universal, las medidas que juzgue mas adecuadas…En consecuencia, el Gobierno Revolucionario se arroga la facultad de decidir lo que estime más acorde con los intereses vitales del pueblo cubano y no admite ninguna indicación o propuesta que tienda a menoscabar, en lo más mínimo, la soberanía y la dignidad nacionales…”

La misión del MINREX ha sido desde entonces la ejecución de la política exterior del país y contribuir a su elaboración. De igual manera promover y defender, en las relaciones internacionales, los principios, valores e intereses que la sustentan, basados en los lineamientos que emanan de la política de las máximas instancias del Partido Comunista de Cuba, la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado.

Cuba ha utilizado todas las tribunas internacionales para condenar el injusto orden económico internacional; toda práctica colonialista, hegemonista, injerencista y discriminatoria en las relaciones internacionales, así como la amenaza del empleo de la fuerza, la adopción de medidas coercitivas unilaterales, cualquier forma de terrorismo y de discriminación por razones de raza, credo u opinión.

La Isla ha mantenido por medio siglo su índice acusador contra el injusto bloqueo económico, financiero y comercial a que es sometida por parte del gobierno de los Estados Unidos; así como contra la Ley de Ajuste Cubano y toda la legislación promulgada en ese país para impedir las relaciones normales con su pueblo.

La justeza de la política exterior de la Revolución Cubana, de la cual el Ministerio de Relaciones Exteriores es ejecutor, está avalada por la posición solidaria de Cuba con todos los pueblos del mundo especialmente del Tercer Mundo.

Prueba de ello es que el país caribeño tiene actualmente relaciones diplomáticas con 181 países y está integrado a todas las organizaciones internacionales del sistema de Naciones Unidas.

Agencia Cubana de Noticias