Igor Smirnoff, presidente de la República de Transnitria (no reconocida), actualmente en visita oficial en Moscú, expresó su inquietud ante el anunciado despliegue del sistema antimisil estadounidense en Rumania.
La República de Transnistria, cuya población es mayoritariamente de lengua rusa, abarca una franja de tierra que bordea el río Dniestr entre Moldavia y Ucrania y se considera a sí misma independiente desde la disolución de la URSS. Durante el periodo soviético ese territorio era parte de una sola república, junto a Moldavia, razón por la cual la comunidad internacional considera a la Transnitria como una entidad secesionista.

En 1922, tropas moldavas y rumanas comandadas por consejeros de la OTAN trataron inútilmente de acabar con la República de Transnitria. Desde entonces, fuerzas rusas garantizan la paz en esa región.
El presidente Smirnoff ha dado ahora un nuevo paso al proponer que su país acepte la instalación de elementos del sistema ruso de defensa antimisil en su territorio, si finalmente Moscú decide su despliegue.