Según la asociación Action Aid, la decisión de la Unión Europea de aumentar su consumo de biocarburantes al 10% del consumo total para el año 2020 está teniendo catastróficas consecuencias en África (ver el documento a través del vínculo que aparece al final de esta página).

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), los cultivos destinados a la producción de biocarburantes, destinados por entonces a Estados Unidos, ya provocaron en 2008 un alza de precios del 20 al 30% en el mercado internacional de alimentos.

El uso de los llamados biocarburantes tiene como objetivo la diversificación de las fuentes de energía así como dar respuesta a la presión de los partidos verdes.

La producción de la cantidad de biocarburantes que la Unión Europea se ha fijado como objetivo exigiría el cultivo de 17,5 millones de hectáreas de tierra, o sea un tercio de la superficie de la Francia continental, que dejarían por lo tanto de ser utilizadas para la producción de víveres destinados a las poblaciones pobres.

Se estima que la continuación de las políticas de Estados Unidos y de la Unión Europea en materia de producción de biocarburantes elevará los precios de los alimentos en un 76% de aquí al año 2020 poniendo en situación de hambruna a 600 millones de personas.