Firma del NAFTA en 1992 entre los representantes gubernamentales de Estados Unidos (George Bush padre), el presidente mexicano Carlos Salinas y el representante gubernamental de Canadá.
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Líderes de Canadá, EEUU y México han estado reuniéndose secretamente para ampliar el acuerdo de libre comercio conocido como TLC, TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), o NAFTA (por sus siglas en inglés: North American Free Trade Agreement). Es un bloque comercial formado por los países antes mencionados, que establece una zona de libre comercio. Entró en vigor en enero de 1994 con la “integración profunda” de una fuerza tri-nacional más militarizada de «seguridad de la patria».

La llamada Sociedad de Seguridad y Prosperidad (SPP), tomando forma bajo del radar de los respectivos gobiernos y sin conocimiento o consideración públicos -con su oficina central en Washington- se propone integrar a las tres naciones en un solo bloque político, económico y de seguridad.

La SPP se fundó durante una reunión de los presidentes George W. Bush, Vicente Fox y el primer ministro Paul Martin en Waco, Texas, el 31 de marzo de 2005. El sitio Web oficial de EEUU describe a la SPP como «…una iniciativa entre Estados Unidos, Canadá y México dirigida por la Casa Blanca para aumentar la seguridad y ampliar la prosperidad…» La SPP no es una ley ni un tratado, y ni siquiera un acuerdo firmado. Cualquiera de estas definiciones requeriría discusión pública y la participación del Congreso.

La SPP nació en la era de la «guerra contra el terrorismo» y refleja un énfasis excesivo en la seguridad de EEUU como la interpreta el Departamento de Seguridad de la Patria. Sus acuerdos autorizan acciones militares fronterizas, entrenamiento de policías, modernización de equipos y adopción de nuevas tecnologías, todo bajo la lógica de la campaña contra el terrorismo de EEUU. El jefe de la Seguridad de la Patria, Michael Chertoff, junto con la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el Secretario de Finanzas, Carlos Gutiérrez, son los tres altos funcionarios designados para asistir a las conferencias ministeriales de la SPP.

Las medidas para coordinar la seguridad han presionado a México para que militarice su frontera sur. Los elementos militares estadounidenses que ya operan dentro de México, más los efectivos de la DEA (Drug Enforcement Administration) y del FBI (Federal Bureau of Investigation) han iniciado programas de entrenamiento para el Ejército Mexicano (ahora involucrado en la guerra contra la droga), la policía federal y estatal, y unidades de inteligencia.

El periodista Stephen Lendman indica que una página de instrucciones del Pentágono insinúa una invasión de EEUU si el país se desestabilizara, o si el gobierno tuviera que hacer frente a una amenaza de derrocamiento debido a “un generalizado caos económico y social” que comprometiera las inversiones de EEUU, el acceso al petróleo, el funcionamiento global del comercio, y diera lugar a que una gran cantidad de inmigrantes se dirigiera al norte.

El influyente departamento de Defensa Nacional de Canadá, a través de su nuevo Jefe del Estado Mayor de Defensa, General Rick Hillier, y el Ministro de Defensa, Gordon O’Connor, también están alineados con esta campaña. Están obligados a aumentar los gastos militares de la nación y unirse a los estadounidenses en su «guerra contra el terrorismo».

La SPP creó el Consejo de la Competitividad de América del Norte (North American Competitiveness Council, NACC) que presta servicios como grupo oficial tri-nacional de trabajo. El grupo está compuesto de representantes de treinta compañías gigantes de Norteamérica, incluyendo General Electric, Ford Motors, General Motors, Wal-Mart, Lockheed-Martin, Merck y Chevron.

Las recomendaciones del NACC se centran en la «participación del sector privado» por ser «un paso clave para mejorar la posición competitiva de América del Norte en los mercados globales e impulsora de la innovación y el crecimiento». El NACC hizo énfasis en la importancia de establecer políticas para obtener ganancias máximas.

La agenda guiada por EEUU prioriza el acceso sin complicaciones de las compañías a los recursos naturales canadienses y mexicanos, especialmente al petróleo y al agua. El Consejo de la Competitividad de NA establece que «la prosperidad de Estados Unidos se basa principalmente en un suministro seguro de energía importada».

La seguridad energética de EEUU es vista como una prioridad absoluta, alentando a Canadá y a México a que permitan la privatización de las empresas operadas por el estado, como la compañía de petróleo nacionalizada de México, PEMEX -Petróleos Mexicanos.

En enero de 2008, Halliburton [del vicepresidente Dean Cheney] firmó un contrato con PEMEX por 683 millones de dólares para perforar 58 nuevos pozos de prueba en Chiapas y Tabasco y para asumir el control del mantenimiento de los oleoductos. Éste fue el último de los contratos por 2 mil millones de dólares que Halliburton recibió de PEMEX durante las administraciones de Calderón y Fox, lo que en opinión de la oposición se ha convertido en la fachada pública de la privatización del capital monopolístico estadounidense1. La política de EEUU también busca asegurar su acceso ilimitado al agua de Canadá.

Connie Fogal, del partido Canadian Action, dijo: «El SPP es una toma hostil de posesión del aparato del gobierno democrático... un coup d’état (golpe de estado) a las operaciones de los gobiernos de Canadá, EEUU y México».

Actualización de Stephen Lendman

La cuarta reunión de la SPP, se llevó a cabo en Nueva Orleáns del 22 al 24 de abril de 2008 con la participación de George Bush, el Primer Ministro de Canadá, Stephen Harper, y el presidente de México, Felipe Calderón. Un grupo de manifestantes realizó lo que llamaron una «cumbre del pueblo», con mítines en las calles y talleres en centros de trabajo para informar a la gente cuán destructiva es la SPP, fortalecer los lazos organizativos y de contacto, mantener información en línea sobre sus actividades, promover esfuerzos y conseguir apoyo adicional, y declarar su determinación de continuar resistiendo una agenda enormemente represiva financiada por las corporaciones.

Esta coalición tiene aliados en el Congreso. En enero 2007, el representante republicano Virgil H. Goode y seis copatrocinadores presentaron la Resolución Concurrente Nº 40 de la Cámara de Representantes, que expresa «el sentimiento del Congreso de que Estados Unidos no debe tomar parte en un Sistema de Autopistas [estableciendo un NAFTA] o entrar en la NAU con México y Canadá».

La cumbre de abril reafirmó las intenciones de la SPP de crear una Norteamérica sin fronteras, disolver la soberanía nacional, establecer el control de los gigantes corporativos, y asegurar la mayor parte a las grandes compañías de EEUU. También se propone convertir a Norteamérica en una fortaleza militarizando el continente bajo el mando de EEUU.

La SPP mantiene un sitio Web con «logros relevantes» desde agosto 2007, actualizado con fecha 22 de abril de 2008. La información es demasiado detallada para esta actualización pero se puede obtener acceso mediante el siguiente enlace
1: http://www.spp.gov/pdf/key_accomplishments_since_august_2007.pdf
http://www.spp.gov/pdf/key_accomplishments_since_august_ 2007.pdf

El sitio alista los principios acordados, convenios bilaterales adoptados, negociaciones concluidas, valoraciones de estudios publicados, acuerdos sobre el «Libre Flujo de Información», actividades del cumplimiento de la ley, esfuerzos relacionados con la propiedad intelectual, cumplimiento del transporte por carretera fronterizo y de larga distancia, procedimientos para permisos de importación, asuntos relativos a la seguridad de los productos y la alimentación, temas de energía (focalizada especialmente en el petróleo), desarrollo de la infraestructura, manejo de las emergencias, y mucho más. Todo expuesto en tonos aparentemente moderados para ocultar su objetivo continental: posibilitar una explotación corporativa mejorada con el menor conocimiento público posible.

La militarización incluye al Comando Norte de EEUU (NORTHCOM), establecido en octubre de 2002, que tiene la responsabilidad aérea, terrestre y marítima para el continente sin importar las limitaciones de Posse Comitatus que ya no se aplican o fronteras soberanas que se borran fácilmente. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) también desempeña grandes papeles. Igual sucede con el FBI, la CIA y todas las agencias de espionaje de EEUU, la policía local y estatal militarizada, las fuerzas de la Guardia Nacional, y los mercenarios paramilitares provenientes de Blackwater USA. Se dirigen a cualquier lugar del continente con licencia para operar tan libremente como en Irak y en el Nuevo Orleáns post Katrina. Podrían convertir todas las calles del hemisferio en versiones de Bagdad y crear condiciones para vivir en la luna llegado el caso.

También existen otros procesos de militarización. El 14 de febrero de 2008, EEUU y Canadá acordaron permitir la presencia de tropas estadounidenses en Canadá. A los canadienses no les dijeron nada sobre este acuerdo, cuyo borrador se redactó en 2002. Tampoco se discutió en el Congreso o en la Cámara Canadiense de los Comunes (Canadian House of Commons). El acuerdo establece la «integración bilateral» de las estructuras de mando militar en áreas de inmigración, policía, inteligencia, o cualquier otra estructura que el Pentágono o Washington desee. En términos generales, forma parte de la «guerra contra el terror» y la militarización del continente para hacerlo «más seguro» para los negocios y estar preparados para cualquier oposición civil.

México también ha sido otro objetivo, con un «Plan México» anunciado en octubre de 2007. Se trata de un plan de seguridad para México y Centroamérica llamado «Iniciativa Mérida», con 1.400 millones de dólares en ayuda asignada. El Congreso pronto votará sobre esta iniciativa, probablemente antes de que se publique este trabajo. Es «una iniciativa de cooperación de seguridad regional» similar al «Plan Colombia» y presentada como esfuerzo para luchar contra el tráfico de drogas.

En realidad, la Iniciativa Mérida es parte de la militarización de México por la SPP y otorga más control del país a Washington. La mayor parte de la ayuda va a las fuerzas militares y policiales de México con una parte importante destinada a los contratistas privados de defensa de EEUU para equipamiento, entrenamiento y mantenimiento con. Se evitará el delicado asunto del despliegue de tropas de EEUU mediante el uso de fuerzas privadas de seguridad de EEUU, es decir, Blackwater y DynCorp.

Notas:

1. Stephen Lendman vive en Chicago y se le puede escribir a lendmanstephen@sbcglobal.net. También se puede visitar su blog sjlendman.blogspot.com y escuchar su programa The Global Research News Hour en radio RepublicBroadcasting.org, los lunes de 11 a.m. a 13:00 p.m., hora del centro de EEUU.

Cita:

1. “Mexican Farmers Protest NSFTA Hardships,” People’s Weekly World, February 7, 2008.

Fuentes:

Center for International Policy, May 30, 2007.
Título: “Deep Integration” – the Anti-Democratic Expansion of NAFTA”
Autor: Laura Carlsen.
Global Research, July 19, 2007.
Título: “The Militarization and Annexation of North America”.
Autor: Stephen Lendman.
Global Research, August 2, 2007.
Título: “North American Union: The SPP is a “hostile takeover” of democratic government and an end to the Rule of Law”.
Autor: Constance Fogal.
Estudiantes investigadores: Rebecca Newsome y Andrea Lochtefeld.
Evaluador académico: Ron Lopez, Ph.D.

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