En un informe publicado el 4 de marzo de 2010, la US Governement Accountabilty Office (órgano equivalente a una Contraloría, pero vinculado al Congreso de los Estados Unidos) destaca la ineficacia del régimen de sanciones unilaterales de Estados Unidos contra Irán [Documento disponible a través del vínculo que aparece al final de esta información].

Según la USGAO, el Departamento estadounidense del Tesoro no ha sido incapaz de establecer una lista de las dispensas otorgadas desde 1995, lo cual implica que no puede determinar qué tipo de mercancías se están exportando legalmente hacia Irán desde los Estados Unidos.

Un estimado basado en estadísticas provenientes del Departamento de Comercio demostró además que dichas estadísticas no son confiables. Al verificar la validez de las estadísticas en cuestión se descubrió que numerosas mercancías registradas como destinadas a Irán iban en realidad a otros países mientras que otras que realmente están siendo exportadas hacia Irán ni siquiera estaban registradas.

En todo caso, ni siquiera una reorganización de las licencias de exportación daría más eficacia a las sanciones ya que, por tratarse de un embargo unilateral, nada impide que empresas implantadas en terceros países exporten productos estadounidenses hacia Irán. Esto último es un fenómeno que se está produciendo actualmente a gran escala ya que los iraníes han creado numerosas empresas que les sirven de pantalla en los Emiratos Árabes Unidos, Malasia y Singapur.

La USGAO señala que Irán no tiene muchas dificultades para adquirir en Estados Unidos todo tipo de artículos prohibidos por el embargo estadounidense, incluyendo productos civiles que pueden tener uso militar.

La publicación del informe de la USGAO se produce en momentos en que el Departamento de Estado redobla sus esfuerzos por reforzar las sanciones internacionales (lo cual pudiera mejorar la eficacia de las sanciones unilaterales estadounidenses).
Por el momento, Rusia y China han expresado su conformidad en cuanto a una reformulación de las sanciones tendientes a impedir la compra por parte de Irán de elementos que puedan ser destinados a la fabricación de una bomba atómica. Pero ambos países han expresado también su oposición a la adopción de sanciones que impidan a Teherán la adquisición de armas convencionales y que puedan dejar a Irán indefenso ante la amenaza israelí.

En definitiva, si bien Irán desea evitar la humillación que representaría la adopción de nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, el hecho es que no se siente realmente afectado por las actuales sanciones internacionales ya que no tiene intenciones de dotarse del arma nuclear.