El sistema de semestralización en la Universidad Central del Ecuador (UCE) es un hecho. Se inició en el periodo 2009-2010 en todas las Facultades que trabajaban de forma anual.

La semestralización es un proyecto motivado por el Consejo Nacional de Educación Superior (Conesup), que intenta mejorar el nivel académico y técnico, con el fin de alcanzar la “excelencia académica”.

Es así que Susana López, directora de la Escuela Química de la Facultad de Ciencias Químicas, considera a la semestralización como “una aspiración cumplida, una necesidad de la universidad, en la cual todos hemos trabajado arduamente para que esta implementación sea eficiente y esté marchando como está marchando. En el sistema semestral, el tiempo es mucho más restringido y se tiene que optimizar los procesos con ayudas didácticas inclusive, de tal manera que se cumplan todos los objetivos de la semestralización”.

La semestralización en la UCE se ejecutó de forma total en algunas facultades, tal es el caso de la Facultad de Ciencias Administrativas, en la de Ciencias Químicas, que la adoptaron de forma general; de esa manera los estudiantes han tenido que reajustarse en el nuevo sistema, el cual no ha alterado el sistema de ingreso de ellos, puesto que la opción de ingresos se ha dado bajo el discurso de selección. “Esto no significa discriminación, sino que la selección es en función de las necesidades académicas de la facultad, y luego hay un curso propedéutico para quienes no hayan alcanzado el primer semestre, eso es una necesidad mientras no haya una regulación y un enlace entre el sistema educativo general con el sistema educativo universitario”, añade López.

Junto con la semestralización vino el sistema de créditos, que funge como una oportunidad y una libertad que se le da al estudiante en la elección de qué materias tomar y en qué semestres, pues el arrastre permite continuar con otras materias, pero sin la “gratuidad” estipulada en la Constitución, ya que la segunda o tercera matrícula la anula.

Además, la semestralización no solo necesita de un reajuste en el ámbito académico y administrativo, sino también en la infraestructura de las instalaciones, que no solventan la sobrepoblación que asiste en las inscripciones semestrales.

De esta manera, Gerardo Reinoso Vásquez, director de la Escuela Técnica de Filosofía, manifiesta que “la semestralización en la Facultad de Filosofía fue una decisión apresurada por parte de las autoridades, y esto lo digo porque a todos los directores de las facultades nos cogió de nuevo, y tuvimos que trabajar de una forma muy acelerada, presionada a veces, inclusive sin el previo conocimiento de cómo se implementaría el sistema”.

Uno de los principales problemas que presenta el sistema de semestralización en la Facultad es la ausencia de aulas ante el incremento del número de estudiantes que se aumentan cada seis meses, lo cual demuestra que la infraestructura que se posee es obsoleta, ya que carece de aulas, espacios físicos y laboratorios que permitan el adecuado desarrollo de la actividad académica.

“En el periodo 2010-2009 la Escuela Técnica no abrió dos carreras (de las cuatro que funcionan) porque no posee la infraestructura adecuada para recibir a tantos estudiantes inscritos. El sistema de semestralización implicó una sobrepoblación exagerada que, lógicamente, va a dificultar el desarrollo académico de la escuela”, acota Vásquez.

El problema de la infraestructura no solo se da en una facultad, sino en toda la universidad, así lo manifiesta Santiago Ortega Córdova, estudiante de 5TO año de la Facultad de Odontología: “tenemos paralelos que tienen 120 estudiantes, cuando la pedagogía dice que debe haber en un establecimiento universitario público 35 personas por aula, en un colegio 15 y en una escuela 10 personas por aula. Aquí estamos al trescientos por ciento, es decir que estamos con 120 estudiantes por cada paralelo, eso es lo que pasa ahora en la semestralización (…) por ejemplo, en este semestre Odontología no se abrió, únicamente se abrió para las personas que estaban en el propedéutico”.

Asimismo, la semestralización generó inconvenientes en el sentido de que no teníamos un cronograma normal, pues “los problemas corporativos surgieron en lo que se refiere a la asignación de materias, es decir, considerar si son materias básicas, materias de pre clínica o clínica, materias de profesión (…) por lo tanto desconocían qué materias salían o se quedaban; si aumentaban créditos o no aumentaban”. Ese proceso no ha sido fácil de llevar, pero se ha considerado a los estudiantes que estaban en la modalidad de años, ellos seguirán en su proceso siempre y cuando no arrastren y el nuevo sistema los incluya.