La misionera encabeza el grupo de diez estadounidenses que desde febrero pasado fueron acusados por «secuestro de niños».

Laura Silsby, líder del grupo de misioneros de Estados Unidos (EE.UU.) que intentó sacar de Haití a 33 niños sin documentación luego del terremoto que sacudió a esa zona el pasado mes de enero, será juzgada en la capital del país antillano bajo el delito de "viaje irregular", según uno de sus abogados.

El defensor de Silsby de 40 años, Louis Ricardo Chachoutte, dio a conocer este martes que "la orden del juez de instrucción fue comunicada el lunes a la fiscalía de Puerto Príncipe" y establece que la acusada deberá permanecer en prisión para ser juzgada ante el tribunal correccional.

La misionera encabeza el grupo de diez estadounidenses que desde febrero pasado fueron acusados por "secuestro de niños" y "asociación para delinquir" en Haití, luego de que el intenso sismo de 7,3 dejara a muchos de esos infantes huérfanos y sin hogar.

Los restantes nueve compañeros de la inculpada fueron liberados luego de que el pasado 29 de enero, el grupo completo, integrantes de una escuela de Idaho (noroeste), fueron arrestados cuando intentaban cruzar la frontera hacia República Dominicana con 33 menores antillanos sin papeles.

Los estadounidenses señalaron que se trataba de niños huérfanos, sin embargo, días más tarde se conoció que la mayoría tenía a su familia viva. Los misioneros afirmaron que algunos padres aseguraron que cedieron voluntariamente a sus hijos alegando no estar en condiciones de mantenerlos después del terremoto del 12 de enero pasado que destrozó buena parte de Puerto Príncipe y cegó la vida de más de 220 mil personas, aunado a los millonarios daños materiales y 1,3 damnificados.

El pasado 22 de enero, el asesor del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Jean-Luc Legrand, dio cuenta de al menos 15 niños que habían desaparecido de hospitales con personas extrañas, ajenas a sus familiares. El funcionario alertó que se trataba de redes de personas que operaban a través de Santo Domingo, República Dominicana y la frontera con Haití.

Legrand, explicó que estas redes, aprovechan la fragilidad del Estado y de los sistemas de control cuando existen catástrofes, tal como sucedió en el 2004 cuando el Tsunami de Indonesia. "Vivimos esa experiencia cuando tuvo lugar el tsunami: estas redes se activan inmediatamente después de una catástrofe y utilizan la debilidad del Estado y de la coordinación de los agentes sobre el terreno para secuestrar a los niños y sacarlos del país", declaró en enero pasado.

Sobre la detención de los diez estadounidenses, miembros de la organización cristiana New Life Children’s Refuge (Refugio para la nueva vida de los niños), bajo cargos de tráfico de niños, la ministra de Cultura y Comunicaciones de Haití, Marie-Laurence Jocelyn Lassegue, explicó que esos ciudadanos trataron de cruzar la frontera con los niños, cuyas edades oscilan entre los dos meses y los 14 años.

En su momento, la titular cuestionó que "no pueden aprovechar así nuestra desgracia", al indicar que la policía fronteriza "vio un bus con muchos niños. Treinta y tres niños. Cuando le pedimos los documentos por estos menores no tenían ningún tipo de documento". Una de las detenidas del grupo cristiano de Idaho (noroeste de Estados Unidos) justificó la acción ante algunos medios estadounidenses al decir que con ello se proponían luchar contra el tráfico de niños y que su intención era sólo ayudarlos.

El 18 de febrero pasado, ocho de los diez misioneros llegaron a Miami (sureste de Estados Unidos) luego de que fuesen puestos en libertad por un juez en Haití. En Puerto Príncipe continuaban confinadas Laura Silsby y Charisa Coulter, miembros del grupo acusado de secuestro quienes no habían sido liberadas debido a que las autoridades deseaban continuar su interrogatorio. El pasado 8 de marzo, Anne Coulter Chalrisa, fue liberada de una cárcel de Puerto Príncipe y entregada a funcionarios del gobierno de Estados Unidos.

Fuente: Prensa YVKE Mundial/ Telesur, 27 de abril de 2010.