Reniec: ¿herencia de US$ 17 millones?*

En el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, RENIEC, se convocaron ha poco dos procesos de licitación, el primer paquete: Servicio de impresión y acabado del DNI (US$ 6’671,000), de dos semanas atrás; y el segundo paquete: Adquisición del Centro de Personalización (US$ 2’732,845.98) y Adquisición de tarjetas del DNI electrónico (US$ 7’140,000), lo cual da la suma de US$ 9’872,845 que acaba de empezar. En consecuencia estamos hablando de dos hechos económicos que implican la enorme suma de casi ¡US 17 millones de dólares! Esto se produce ante la inminencia del apartamiento del jefe nacional de esa entidad, Eduardo Ruiz Botto, por límite de edad.
Los procesos de selección para la impresión y acabados del DNI, históricamente, registran un lapso de techo por 12 meses. A pocos días de culminar la gestión de Ruiz Botto se convoca para ¡24 meses! ¿Está exenta de deficiencias la convocatoria en marcha? ¿no es, en la vida real, fulminar cualquier margen de acción al próximo jefe de RENIEC y por los dos años que vienen?

Se sienten pasos

Voceado como sucesor de Eduardo Ruiz Botto al frente de la entidad se menciona con insistencia a Mariano Augusto Cucho Espinoza, hoy Sub-Jefe de RENIEC. No obstante se le reputa como un fidelísmo y anuente cuanto que acrítico funcionario que ha respaldado en silencio y con bajo perfil a Ruiz Botto. De algún modo esto representa el continuismo burocrático. Se desconoce cualquier protesta u objeción de Cucho en cualquiera de las licitaciones públicas y que han tenido múltiples cartas u objeciones de los postores.

Es norma usual, por decoro y funcionalidad que los gobiernos salientes a nivel de Estados no contraten ni dejen compromisos demasiado fuertes al final de su administración. Suele ser cantinela común la sentencia: ¡que lo haga el próximo gobierno! Es fácil deducir que si esto se aplica a los regímenes de gobierno y siendo la RENIEC un apéndice importante del mismo, por lo menos en Perú, causa curiosidad –por decir lo menos- que la entidad convoque licitaciones de volúmenes tan grandes a pocos días que deje el gobierno de la misma Eduardo Ruiz Botto.

¡Millones de un porrazo!

Como nota anecdótica es importante anotar que durante los largos años de Ruiz Botto en la jefatura de RENIEC, no hay un solo proceso en singular que llegue a esta magnitud. Y esto ocurre con el pie en el estribo para irse del cargo de jefe nacional de RENIEC. El apunte es válido por la simple razón que vale la pena recordar algunos hechos pasados muy pero muy recientes.

¿De dónde peccata mía?

Se sabe que la durísima administración de la titular de Economía Mercedes Aráoz recortó fondos a RENIEC entonces la institución consiguió del mismo Estado S/ 100 millones de soles para hacer DNI para menores y así hacer más eficientes los programas sociales. Si bien van a entregar S/ 5 millones de DNI para menores, el costo que paga RENIEC por cada DNI a su proveedor es de US$ 0.9065 por unidad, si le sumamos todos los costos de emisión su valor no llega a S/. 10 por cada DNI y el Estado le transfiere S/. 20, es decir tendrían un superávit de unos 50 millones que sería caja a disposición.
¡Hace apenas 1 año!
En setiembre del 2009 RENIEC convocó al proceso de selección por Adjudicación por Menor Cuantía No. 0035-2009/RENIEC, segunda convocatoria “implementación de una Planta de Certificación Digital PKI” y por el monto de US$ US$ 4’332,186.68 y que adjudicó a la única postora: NDC Perú Office-Digi Sign.

Esa discutida adjudicación había nacido en julio-2009 por el monto base de US$ 2’900,000 y en apenas menos de 60 días subió a la suma de adjudicación reseñado en el párrafo anterior.

¿Qué hay del PKI digital?

Valdría la pena que el señor Eduardo Ruiz Botto explicase cómo está funcionando esta adjudicación y cómo se comporta la firma contratada y que fuera postora única: NDC Perú Office-Digi Sign. De seguro también sería importante convocar al señor Ernesto Antonio Aranda Vergara en su cargo de Gerente de Certificación y Registro Digital y que fuera presidente del Comité Especial encargado de llevar a cabo el proceso de menor cuantía para la planta de Certificación Digital PKI el año pasado.

Nunca pudo entenderse cómo un proceso que nació en julio-2009 por el monto de US$ 2’900,000 y que fue el mismo en setiembre-2009 y por el orden de US$ 4’332,816.68, era como le llamaron, una “Adjudicación de Menor Cuantía”. En cualquier país del mundo, 4 millones son mucho más que casi 3 millones. Pero en fin, un detalle que supera cualquier otra clase de anécdotas.

De setiembre 2009 al mismo período del 2010 hay apenas doce meses.

¿Demanda suficiente?

Es oportuno preguntar si en ese corto lapso la demanda de lo que las licitaciones públicas convocadas ahora para Adquisición del Centro de Personalización PKI, adquisición de tarjetas del DNI electrónico e impresión de DNIs, corresponde al crecimiento de la demanda de los usuarios y si se justifica la suma de ¡casi US$ 17 millones para estos últimos procesos!

Hasta donde se sabe ningún servicio se puede otorgar por optimismo o por corazonada: debe responder a los requerimientos, a la demanda del mercado objetivo y al cumplimiento de los trabajos previos que han hecho posible el seguimiento de los procesos.

Como se ve, del atento examen del asunto, deviene imprescindible saber cuáles han sido los progresos, en apenas un año, de la Planta de Certificación Digital PKI. Si son los correctos y eficientes, la lógica indica que el paso siguiente y urgentísimo debiera ser lo que se ha propuesto ahora: Adquisición del Centro de Personalización y tarjetas para el DNI electrónico.

Es importante referirnos a la impresión de documentos que en la doctrina mundial de seguridad documentaria se considera como integrantes de la misma. Verbi gracia, el DNI es un elemento de alta seguridad que debe proveer algunas cualidades infalsificables y por tanto no pueden, bajo ningún punto de vista, ser parte del proceso de empresas que NO garanticen esa confiabilidad y seguridad con estándares a nivel de las mejores empresas del mundo.

¿Con nombre propio?

Entre otras facultades que la ley de contrataciones del Estado autoriza, está la de solicitar a los postores la constancia certificada de haber cumplido los contratos con éste de manera cristalina, es decir sin haber caído en penalidad. Es práctica común en Perú y el sentido es lógico: la idea es tener proveedores serios. ¿Cúmplese este acápite, razonable y exigible en el proceso de US$ 17 millones? Me temo que no es así. RENIEC no está exigiendo este requisito y eso favorecería una empresa FOCODESA que durante los ocho años que dio los servicios de impresión y acabados del DNI siempre incurrió en faltas por entregas a destiempo. No es un asunto ilegal pero cabe la pregunta ¿no es imprescindible asegurar el cumplimiento al pie de la letra de un contrato que tiene un costo tan alto y en plena despedida de Ruiz Botto? Cualquier observador con sentido común podría hacerse con legitimidad cívica este cuestionamiento.

Datos oficiales

Desde el 2005 RENIEC ha contratado con FOCODESA la suma de US$ 20’578.212.76. Entre las exoneraciones, procesos otorgados a la misma empresa sin licitación en el mismo período desde el 2005 y sin considerar adicionales que en cualquier caso no son menos del 30% los contratos ascienden a la cifra de S/ 21’809,540.00. Hay, por tanto, un interés remarcado para que esa firma tenga los inconvenientes mínimos para tentar suerte en la actual millonaria dinámica echada a caminar por RENIEC.

Hay como se ve, mucho pan por rebanar y múltiples preguntas que contestar. Y para la propia salud de RENIEC como la de su propio prestigio sería saludable que el señor Eduardo Ruiz Botto, aún en la jefatura nacional de esa institución, esclarezca todos estos temas: ¡antes de irse al retiro!

*Esta columna fue escrita en fecha de la referencia. Hace menos de una semana (1-8/10/2010), el señor Mariano Cucho se hizo cargo de RENIEC. Nada ha cambiado y el continuismo en la institución, descrito en el artículo, persiste incólume. E incuestionado por toda la prensa nacional.