Carlos Muñiz Pérez, con 36 años de edad, volvió casi a finales de este noviembre a la tierra que vio nacer a su padre. En Colón, municipio de la provincia de Matanzas, recordó que 31 años después del asesinato, el crimen continúa impune.

Familiares, compañeros y amigos de quien fuera activo miembro de la comunidad cubana en el exterior, mostraron pruebas y buscaron testigos; pero otra vez la justicia fue sorda ante el reclamo.

En Colón, a unos 180 kilómetros al este de La Habana, Carlos Muñiz Pérez rindió tributo a la memoria de las víctimas del terrorismo, evocó a su padre y revalidó el compromiso de volver siempre a las raíces.

Aquel joven incansable, que perdió la vida en defensa de una causa justa, fue víctima también de la llamada Operación Peter Pan, que a cuenta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, hizo creer a numerosas familias cubanas que la Revolución los separaría de sus hijos.

El asesinato de Muñiz Varela se lo adjudicó el Comando Cero, una organización terrorista radicada en Miami, con el beneplácito de otras, que hasta hoy comenten acciones en contra de Cuba, al amparo de sucesivas administraciones estadounidenses.

Carlos integró la primera brigada Antonio Maceo que visitó a la Isla, estuvo entre los delegados al XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes celebrado en La Habana, en el verano de 1978.

Su voz desde el exterior, denunciaba el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y soñaba con el encuentro y reunificación de las familias que vivían allende los mares del archipiélago.

A pesar de que los que se oponían a sus sueños esperanzadores, en aquellos años, a finales, de la década de 1970, logró que más de tres mil 500 cubanos residentes en el exterior tocaran esta tierra y cumplió con orgullo su responsabilidad al frente de la agencia turística Viajes Varadero.

Este otro Carlos, el retoño, dejó claro que no descansará hasta que la justicia abra los ojos y se haga cargo de los asesinos de su padre.

Noviembre, en pleno siglo XXI, trajo de vuelta al joven en la piel de su vástago. Colón lo vio caminar por sus calles, libre, hacia la semilla. (AIN)
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Agencia Cubana de Noticias