Foto vía satélite de la base de entrenamiento en construcción de Xe en los Emiratos Árabes Unidos.

En el complejo Zayed Military City, un campo de entrenamiento situado en una zona desértica en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), se está gestando el nacimiento de un ejército secreto que será utilizado no solamente al interior del territorio nacional, sino que también en otros países del Medio Oriente y de África del Norte.

Es el mismo Erick Prince en persona que está creando y formando este ejército. Erick Prince, un ex-comando de los US Navy Seals (fuerza de elite de los comandos de marina US) que fundó en 1997 la sociedad Blackwater, la más grande compañía militar privada utilizada por el Pentágono en Irak (servicio de mercenarios), Afganistán y en otras zonas de guerra.

La compañía cambió de nombre en 2009 y fue rebautizada Xe Services, (la finalidad de cambiar de nombre, entre otros motivos, era sobre todo para escapar a las demandas judiciales y las denuncias internacionales de derechos humanos por las masacres de civiles acometidas en Irak).
Xe Services tiene un enorme campo de entrenamiento en donde forma a más de 50,000 especialistas en la guerra de represión. Y se presta a abrir otros centros en otros lugares.

Mientras tanto en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, Erick Prince ha concluido un acuerdo, pero en dicho acuerdo su nombre no aparece directamente sino el nombre de un joint-venture (empresa mixta o conjunta) llamada Reflex Responses.
Un primer contrato por el valor de 529 millones de dólares (el original, con fecha del 13 de julio de 2010), ha sido recientemente dado a conocer a la opinión pública por el diario New York Times [1].

Sobre esta base se comenzó a reclutar en diversos países (África del Sur, Colombia y otros) a jóvenes para que sean mercenarios a sueldo y constituir así un primer batallón de 800 hombres. Estos mercenarios están siendo entrenados en los Emiratos (EAU) por especialistas estadounidenses, británicos, franceses y alemanes, instructores que provienen de las fuerzas especiales y de los servicios secretos.
Estos especialistas «profesores» son pagados de 200,000 a 300,000 dólares al año, mientras que los futuros reclutas mercenarios -que tendrán el sucio trabajo de reprimir civiles- ganarán 150 dólares por día.

Una vez probada la eficacidad del batallón en una «acción real», Abu Dabi financiará con miles de millones de dólares (de sus petrodólares) la constitución esta vez de una brigada entera de varios miles de mercenarios.
Incluso se está previendo de construir en los Emiratos (EAU) un campo de entrenamiento similar al que existe y funciona en los Estados Unidos.

El principal apoyo a este proyecto viene del príncipe heredero de Abu Dabi, el cheik Mohamed bin Zayed al-Nahyan, quien estudio y fue instruido en la academia militar británica de Sandhurst y hombre de confianza del Pentágono, instigador de una acción militar contra Irán.

El príncipe heredero y su amigo Erick Prince ex-comando no son a pesar de todo más que los simples ejecutantes del proyecto, el cual sin ninguna duda ha sido ordenado por las más importantes esferas de Washington.
Su verdadero objetivo es revelado en los documentos citados en el diario New York Times: el ejército que se está formando en los Emiratos (EAU) dirigirá «misiones operacionales especiales para reprimir las revueltas, rebeliones y sublevamientos [populares] internos, tales cuales han venido sucediendo en el mundo árabe este año».

Este ejército de mercenarios será pues utilizado para reprimir las revueltas sociales y populares en las monarquías del Golfo, intervenciones como aquella llevada a cabo en marzo por las tropas conjuntas de los Emiratos (EAU), del Qatar y de Arabia Saudita en contra de manifestantes civiles pacíficos en Bahrein (y su justas reivindicaciones populares de democracia) la cual ha sido aplastada sangrientamente.

«Misiones operacionales especiales» serán efectuadas por este ejército secreto en países como Egipto y Túnez, para aniquilar a los movimientos populares y hacer de esta manera que el poder quede entre las manos de gobernantes [y gobiernos] lacayos que garanticen y favorezcan los intereses de Estados Unidos y de las principales potencias europeas aliadas.

Y en Libia también, en donde el plan USA/OTAN tiene previsto el envío de tropas europeas y árabes para dar «la ayuda humanitaria necesaria a los civiles libios».
Cuales fuera el escenario —sea una Libia «balcanizada» [2] es decir un país dividido en dos territorios opuestos, dirigidos cada uno por una capital, Trípoli y Bengasi, o si se trate más bien de una situación tipo iraquí-afgana, que podría suceder si el actual gobierno de Gadafi en Trípoli se derrumba— la utilización de este ejército secreto de mercenarios está anunciada: sea para proteger las implantaciones petroleras que están en las manos de las compañías estadounidenses y europeas, sea para eliminar adversarios, sea para que el país se quede sumergido en un estado de debilitamiento y división [más fácil para controlarlo y manipularlo].

Son estas las «soluciones innovadoras» que la compañía Xe Services (la antigua tristemente célebre Blackwater), que en su publicidad de presentación, se jacta y vanagloria de poder dar este tipo de servicios al gobierno estadounidense [demócrata de Barack Obama].

Fuente
Il Manifesto (Italia)

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[1«Secret Desert Force Set Up by Blackwater’s Founder», «United Arab Emirates Confirms Hiring Blackwater Founder’s Firm», por Mark Mazzetti y Emily B. Hager, diario The New York Times, 14 y 15 de mayo de 2011.

[2Expresión para señalar el caso de Yugoslavia, después de la guerra civil nacieron varios estados y la Yugoslavia dejó de existir como república unitaria.