Como resultado de las negociaciones entre Estados Unidos e Irak, el presidente Obama anunció la retirada total de las tropas estadounidenses que se encuentran en Irak para fines de 2011. Sin embargo, los expertos militares afirman unánimemente que la situación será insostenible porque Irak, que ya se encuentra bajo una fuerte influencia conjunta de Teherán y de Damasco, formará entonces una alianza de facto con Irán, Siria y el Líbano, países que se oponen tanto a la explotación imperialista de los recursos del Medio Oriente como a la colonización de Palestina.

Es por ello que, según el New York Times, el Pentágono está preparando un redespliegue de sus fuerzas militares en la región. Las tropas estadounidense actualmente estacionadas en Irak simplemente se trasladarían a Kuwait. Este pequeño emirato, que ya renunció a la soberanía sobre la mayoría de su territorio para albergar a 22 000 soldados estadounidenses, se convertiría entonces en la mayor base militar de Estados Unidos en todo el mundo.

Washington cuenta, por otro lado, con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), ya convertido en alianza contrarrevolucionaria de las monarquías del Medio Oriente y del norte de África desde que se asoció con Jordania y Marruecos. El Pentágono proporcionará más asistencia militar y más armamento a los miembros del CCG, principalmente a Arabia Saudita –cuyo ejército aplastó las rebeliones populares en Bahrein y Yemen– y a Qatar y Jordania, que participaron en la toma de Libia por parte de la OTAN.

« U.S. Is Planning Buildup in Gulf After Iraq Exit », par Thom Shanker et Steven Lee Myers, The New York Times, 29 de octubre de 2011.