El gobierno laborista australiano de Julia Gillard ha desplegado en África, desde hace un año, tropas especiales que han actuado sin uniforme en Zimbabwe, Nigeria y Kenya, según revela el diario socialdemócrata The Age [1]

Es la primera vez que Australia coordina, en tiempo de paz, acciones secretas de sus servicios de inteligencia con una unidad militar. Esta evolución sigue el ejemplo de Estados Unidos, país que ha puesto a trabajar juntos la CIA y el Comando de Operaciones Especiales en países con los que Washington mantiene relaciones oficialmente pacíficas.

Australia aportó su asistencia a Estados Unidos en el marco de la agresión de 2003 contra Irak y los miembros del SAS fueron incluso las primeras tropas extranjeras que pisaron suelo iraquí, con la misión de determinar la situación de diversos blancos para los bombardeos.

Según el diario, los SAS australianos del 4º escuadrón destacados en África han realizado esencialmente misiones de búsqueda y exfiltración de nacionales australianos víctimas de grupos terroristas.

Pero es posible que las fuerzas australianas estén sirviendo en realidad de fuerza de apoyo a las operaciones secretas de la guerra estadounidense contra el terrorismo, incluyendo asesinatos selectivos.
La situación legal de esos combatientes parece bastante nebulosa, tanto a la luz del derecho australiano como en lo tocante al derecho internacional.

[1« Secret SAS Squadron send to spy in Africa », par Rafael Epstein et Dylan Welch, The Age, 12 mars 2012.