Argentina ha decidido adoptar una serie de medidas para pagar “lo menos posible” a la petrolera española Respol, por la nacionalización del 51% de las acciones de la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).

La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha encargado al ministro de Planificación, Julio de Vido, y su secretario de Política Económica, Axel Kicillof, preparar una estrategia al respecto.

De Vido y Kicillof estudian los detalles de un plan que tiene como su objetivo mostrar que la petrolera española ha incumplido las inversiones que debía realizar, lo que obligó al país latinoamericano a importar combustible.

La iniciativa da lugar a dos ejes. Primero, Buenos Aires denunciará a la empresa española y a la anterior dirección de YPF- en manos de Peterson Energía, de la familia Eskenazi, por los ingresos corrientes de la venta de petróleo, gas y otros derivados. Y por otro lado, se dará a conocer los daños ambientales perpetrados por la firma por aumentar sus ganancias, los que aún permanecen sin remediar.

En el marco de este plan, las provincias petroleras de Argentina han recibido instrucciones para llevar a cabo un “relevamiento exhaustivo” de los yacimientos de YPF en sus distritos, destinado a estudiar instalaciones de superficie y pozos abandonados.

“Ya se detectaron más de 600 puntos que no cumplen con los parámetros ambientales de la legislación argentina ni internacional. Es una cifra altísima”, destacó un funcionario vinculado al gobernador de la provincia argentina de Chubut, Martín Buzzi.

Repsol presentó el pasado martes una demanda en una corte de Nueva York para obtener una compensación de 10 mil millones de dólares por la participación expropiada en YPF.

La presidenta de Argentina anunció a principios de este mes de mayo la promulgación de la ley de nacionalización del 51 % de la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) a la española Repsol.

Esta decisión desató una crisis entre Buenos Aires y Madrid, que respondió a la medida argentina con la reducción de sus importaciones de biodiésel del país sudamericano, uno de los principales proveedores mundiales de dicho producto. Además de que la petrolera española, Repsol, en represalia por la expropiación del 51% de su participación en YPF, decidió cancelar los envíos de gas natural licuado (GNL) a Buenos Aires.

Mientras tanto, el pueblo español que atraviesa una profunda crisis económica se pronunció a favor de la decisión de Argentina, argumentando que la medida adoptada por el país suramericano “no afecta a España, sino a una élite”.

La empresa petrolera YPF produce el 34 % del petróleo y el 25 % del gas en Argentina, y representa el 54 % de la refinación del mercado, según el Instituto Argentino del Petróleo (IAP).

No obstante, a pesar de varias críticas formuladas contra Argentina por esta medida, la mandataria argentina declaró que esta decisión responde al interés del pueblo argentino porque el país necesita recuperar el autoabastecimiento de hidrocarburos.

Fuente: HispanTV, 20 de mayo de 2012.