20. mayo, 2012

Autor: Opinión Opinión

Adrián Ramírez López*

Con la fuerza de vida que da el dolor de casi 70 mil muertos, la angustia de casi 15 mil desaparecidos, el coraje de miles de torturados y presos injustamente, así ríos de gente de todos los puntos del país siguen caminando en busca de justicia. Los lechos y los márgenes por los que antes corría agua cristalina son caminados en la sequía que deja la impunidad del sexenio que fenece, el de Felipe Calderón Hinojosa, que pasa a la historia como el luctuoso, el de la estela de oscuridad, el de los monumentos a los daños colaterales.

Ríos de personas y sentimientos que sudan y lloran anegan calles y plazas en todo el país clamando justicia. Las víctimas, familiares y amigos caminan con dignidad por la paz y la justicia.

Los poderes del Estado mexicano no son garantes y el pueblo toma su papel en la historia. Con la fuerza y legitimidad emanadas de demostrar la indolencia de las instituciones del Estado, se logra la Ley General de Víctimas. Un nuevo y valioso instrumento recién aprobado en el Congreso de la Unión que espera entrar en vigor.

Esta Ley cristaliza un gran esfuerzo de lucha y apenas es un nuevo comienzo en la lucha contra la impunidad. Nuevos instrumentos y procedimientos se abren ante esta nueva Ley que debemos conocer a detalle para lograr la exigibilidad y justiciabilidad a favor de las víctimas.

La Ley General de Víctimas fue aprobada en la Cámara de Diputados en el último día del segundo periodo ordinario de sesiones, el 30 de abril. Con ésta se da certeza a la situación de las víctimas de delitos y violaciones a los derechos humanos, se crean los registros Nacional de Víctimas, y Nacional de Datos Forenses, un fondo para la reparación y se anuncian los derechos de las víctimas como la restitución, indemnización, rehabilitación y garantías de no repetición.

La aprobación de la Ley General de Víctimas es un paso adelante en la protección de quienes han sido agraviados por diversas circunstancias; pero dicho mecanismo sólo será útil en la medida en que el gobierno le otorgue los recursos suficientes y se comprometa a castigar a los culpables de crímenes de lesa humanidad, para no reducir el tema a una simple cuestión de dinero, afirmaron activistas de derechos humanos.

Requerirá una gran cantidad de recursos tanto jurídicos como legislativos y presupuestales para su aplicación real. Es importante señalar que esta Ley comprendía varios ordenamientos que ya existen pero que no se cumplen, por eso tendrán que ser las organizaciones sociales quienes tengan que presionar para que el Estado mexicano sea el garante de sus normas.

Luego de que se aprobara por unanimidad, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad dijo que fue un día histórico. En conferencia, sus integrantes aclararon que el camino aún no termina. Está pendiente la aprobación de la Ley de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas y, en un futuro inmediato, la promulgación, por parte del Ejecutivo, de la Ley General de Víctimas, su reglamentación y la asignación presupuestal para la creación de los mecanismos que ésta implica.

Tenemos que considerar que las leyes son abandonadas después de que sirvieron para dar lustre a la “democracia”, que de la aplicación exacta no se encargan las instituciones del Estado: quienes las requerimos debemos de hacer énfasis en la lucha por su aplicación.

Ahora tendremos que pedir que se promulgue de inmediato; que se generen todos los mecanismos necesarios para su aplicación; que se dé a conocer profusamente; que se capaciten a los servidores públicos para que la conozcan y apliquen; y sobre todo, que nosotros nos pongamos a estudiarla y a defenderla.

Ésta es la mejor forma de reconocer todo el esfuerzo que el Movimiento por la Paz desarrolló para lograr que surgiera esta Ley.

No perdemos de vista que mientras nuevas leyes y reformas se aprueban en materia de derechos humanos también van surgiendo leyes antídoto que inhiben su aplicación y, peor aún, no hemos logrado cambiar la grave situación de violación sistemática a los derechos humanos que ocurren en México.

El derecho para que sea verdadero debe de tener un garante que haga cumplir la norma escrita y que los responsables de su violación reciban la sanción correspondiente. El Estado y sus instituciones han demostrado que no son garantes y es por ello que desde las víctimas, familiares, organizaciones del pueblo, de la sociedad civil y de derechos humanos nos constituimos como movimiento para la exigibilidad y justiciabilidad de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Así rendimos homenaje a todos los que no debieron morir ni sufrir por este modelo injusto de guerra sexenal declarada en duelo permanente, luto sexenal, el sexenio luctuoso del gobierno de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

Conocer y defender nuestros derechos es garantizarlos. Súmate a la defensa de los derechos humanos, aprende con nosotros. Podemos encontrar el texto de la Ley en: http://www.senado. gob.mx/sgsp/gaceta/61/3/2012-04-25-1/assets/ documentos/LG_victimas.pdf.

*Médico, maestro en ciencias en atención integral de salud y defensor de los derechos humanos; presidente de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos, AC