6-11-2012

El ministro consejero, Jacques Bartra, Encargado de Negocios a.i. (en ausencia de la embajadora Elizabeth Astete) en nuestra legación de México, habría llegado en auto de Embajada, como a las 10.00 am, el 26 de setiembre y se encontró con la manifestación y embanderamiento por parte de elementos de Movadef.

Los ministros consejeros, Jaime Casafranca o Carlos Buller comunicaron a Bartra el incidente y él habría dado instrucciones para negar el acceso a aquellos.

No obstante lo dicho, cuando su arribo todos estaban dentro de la sede diplomática y la autorización habría sido dada por los ministros consejeros, es decir, desoyendo o no tomando en cuenta la expresa indicación de Bartra. Le informaron por toda razón o justificativo que los intrusos "eran mexicanos".

Se habrían reunido en la sala del primer piso y los del Movadef tuvieron el descaro de leer una larga carta en la que acusaban de "incumplimiento de promesas al presidente Humala, tildaban de asesino al ex mandatario Alan García, afirmaban que la democracia en Perú era una farsa y exigían la liberación de Abimael Guzmán, a quien ellos llamaban "presidente Gonzalo y de todos los presos políticos".

Bartra habría rechazado tales imputaciones subrayando que el único presidente del Perú es Ollanta Humala, aún así firmó recepción de la carta. A continuación, los "huéspedes" sui géneris abandonaron la embajada peruana.

Todo habría sido filmado por los agregados de la PNP y ¡ese mismo día! remitieron la información a Lima (léase, a Cancillería) y ciertamente el ministerio de Relaciones Exteriores no ha hecho nada hasta el momento.

La pregunta es apropiada y directa: ¿También México, hecho menor, señor Roncagliolo?

Dice una fuente local, peruana de pura cepa, avecindada en México DF.:

"Lo más sorprendente, fue el "embanderamiento" de la sede diplomática en la Avenida Reforma. Eso sí se pudo evitar con firmeza. Cuando se han realizado manifestaciones o actos de protesta frente a la embajada, estos se llevan a cabo en la parte verde del boulevard, que es un enorme jardín con árboles que se encuentra de forma paralela a las vías que usan los automovilistas.

El "embanderamiento" es mucho más grave que lo ocurrido en Argentina. Se degradó la residencia de la embajada, virtualmente fue "tomada" impidiendo el acceso. Finalmente el embajador en Argentina cometió un error, por el cual fue linchado por la derecha mediática, pero en la ciudad de México, Movadef "sonó" más que la embajada durante unas horas.

No sabemos si la embajadora Astete estaba en el lugar, pero lo cierto es que no existieron reflejos. Si Movadef quería manifestarse, podrían haber usado la arboleda de entrevías, pero en la práctica "bloquearon" el acceso a la embajada. Lo usual a veces, es que salga un miembro de la misión, hable con los manifestantes y reciba sus cartas o documentos, luego los exhorta a mantener la compostura y no crear tumultos, de lo contrario se llama a la policía. Parece que nada de ello ocurrió.

Las delegaciones diplomáticas del Perú en el extranjero no tienen estrategia para actuar contra Movadef y sobre la demanda del Perú ante la Corte de La Haya por el mar que usurpa Chile. Todo se reduce a gestión consular, no hay ninguna planeación pro activa.

En México, Movadef está creciendo, porque se mimetizan con demandas indígenas o étnicas, lo que coincide con un aumento en el radicalismo de la juventud mexicana ante las frustraciones electorales."

Hemos afirmado que la ¡Política exterior es una sola! http://perusupropiarespuesta.com/politica-exterior-es-una-sola/ y no hay quien pueda oponer razón en contrario frente a un hecho macizo y medular de la Nación peruana. Si lo acontecido en Buenos Aires que es, según la sabiduría ínclita del aún canciller Rafael Roncagliolo, un "hecho menor", entonces ¿qué calificativo endilgaría aquél, a los sucesos de México?

La verdad descarnada es que hay una irresponsable voluntad de ocultar la tremenda gravedad de sucesos como los relatados. Con cinismo militante se ha entregado a Nicolás Lynch para explorar si con eso se baja el tono de las enormes, recurrentes y groseras metidas de pata del titular de Relaciones Exteriores, Roncagliolo.

¿Qué piensa el presidente Humala de esta clase de desaguisados? ¿acaso no hay alguien que pueda informarle o instruirle para comprobar el ridículo abyecto que hace ese portafolio con la dirección inepta que posee en manos de un hombre de tan mínima capacidad como Roncagliolo?

Cuando los altos intereses de la Patria, importan un bledo las banderas o cofradías a las que se pertenezca. Es obvio que algunos no lo entienden así y usan y abusan del episódico tabladillo al que han llegado. Pero no hay mal que dure cien años, reza el dicho.

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