Scherer García ha sido “el enigma de la persona que cambia incesantemente y a lo largo se transforma sin darse cuenta”, o como Pablo Neruda nos ilustra: “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”. En 38 textos sacados como el título de las memorias de Vladimir Nabokov (Habla, memoria) revive una época de la prensa como contrapoder. Contra todos los poderes de los que habla Luis María Anson, para informar, investigar y criticar abusos políticos y carencias económicas de la sociedad, al señalar problemas sociales y seguir los pasos a las manifestaciones de la cultura. Éste podría ser continuación de otro de sus libros: La terca memoria, en su afán de reportear la vida pública mexicana en todas sus facetas. Y nos convida de lo privado que puede y debe ser público, que ignorábamos. Sobre sus batallas periodísticas, sus altos y bajos dramáticos, riesgosos, felices, angustiosos.

En El tiempo recobrado, Proust nos aclara el pasado-presente al escribir: “La vida, nuestra vida descubierta y aclarada al fin, es la única vida realmente vivida”. Así me parece que Julio Scherer García descubre su Vivir, al narrar su vida cuyo centro es el periodismo forjador de voluntades, que completa el tríptico del pensar y querer en lo que Kant-Kelsen denominan la ética republicana-democrática, el conocimiento con su lógica y el sentimiento estético. En esto ha trabajado Scherer García en unidad con su sicología de combatiente por las máximas libertades de escribir y publicar cuanto debe informar a la opinión pública. Forjador de reporteros, el autor examina su trayectoria (1946-2012). Y me parece que Vivir (dicen que “recordar es vivir”) es la introducción a la vida pública del periodista, con atisbos de su vida privada: Susana, sus hijos, amigos y compañeros de viaje.

En 133 cuartillas pasa revista a algunos pasajes de su vida, de sus memorias que giran en torno a su pasión y razón: el periodismo crítico, veraz y contrastado con sus fuentes y los hechos que lo acreditan como piedra de toque de la prensa mexicana. Scherer García, el periodista, se muestra en estas páginas como el reportero autoentrevistándose, y al decir: “Ahora (apartado de la vida que había hecho mía durante 50 años) veía los sucesos a distancia, crítico o cronista, mas no reportero”. Sin embargo, Scherer García nos ofrece este libro, como reportero, del reportero que no ha dejado de ser.

Ficha bibliográfica.
Autor: Julio Scherer García
Título: Vivir
Editorial: Grijalbo, 2012

Fuente
Contralínea (México)