El 17 de marzo de 2011, el Consejo de Seguridad de la ONU, a través de su resolución 1973, autorizaba la OTAN a intervenir «para proteger la población y las zonas civiles ante la amenaza de ataque en la Yamahiriya Árabe Libia».

Las siguientes cifras dan la medida del éxito de la misión de la OTAN:

En 2010, bajo el «régimen de Muammar el-Kadhafi», había en Libia
 3,8 millones de libios,
 2,5 millones de trabajadores extranjeros.
O sea, 6,3 millones de habitantes.

Hoy en día,
 hay 1,6 millones de libios en el exilio,
 2,5 millones de inmigrantes han huido del país para escapar a las agresiones racistas.
Quedan en Libia unos 2,2 millones de habitantes.

Las personalidades y los medios de difusión que hablan del «éxito» de la OTAN en Libia no se refieren por lo tanto a la misión legal que le asignó el Consejo de Seguridad de la ONU sino de la verdadera misión, no mencionada, que era derrocar el régimen.