El Premio Felix Houphouet-Boigny que la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) otorga anualmente a una personalidad destacada en la defensa de la paz será entregado próximamente al presidente francés Francois Hollande.

El jurado quiso rendir homenaje a «la solidaridad que Francia ha manifestado a los pueblos africanos». Y quiere recompensar al señor Hollande «por su considerable contribución a la paz y la estabilidad en África» (sic).

Siguiendo los pasos de su predecesor Nicolas Sarkozy –quien utilizó las fuerzas armadas de Francia para derrocar al presidente electo de Costa de Marfil y, posteriormente, para derrocar también el régimen libio– el señor Hollande, respondiendo al llamado del presidente provisional de Mali, entronizado a su vez por un golpe de Estado prooccidental, envió a ese país africano las tropas francesas que, bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo islamista, están reprimiendo la rebelión de los tuareg.

La presidencia del Premio Felix Houphouet-Boigny, creado en 1989, estuvo en manos de Henry Kissinger hasta 2010, año en que pasó al ex presidente de Portugal Mario Soares. Entre las 9 personalidades que componen el jurado del premio se encuentra el banquero francés Christian de Boissieu.