El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, expresó muy justamente su pesar por la muerte del fotógrafo francés Olivier Voisin en la región de Idlib, durante un combate entre elementos de al-Qaeda y fuerzas del Ejército Árabe Sirio.

El ministro francés enfatizó, sin embargo, que «los Estados están obligados a garantizar la protección de los periodistas, incluso en caso de conflictos armados». Como acostumbra a hacerlo, el jefe de la diplomacia francesa atribuía así la responsabilidad del drama al gobierno de Siria.

Lo que no mencionó el ministro francés es que Olivier Voisin había entrado en Siria de forma ilegal. El fotógrafo francés trabajaba para Reporteros Sin Fronteras, asociación francesa financiada por la NED –una fachada legal de la CIA–, y se hallaba en Siria como periodista «embedded» [en español, “incrustado”] en una unidad combatiente de al-Qaeda.