Por Ghaleb Kandil

La prensa estadounidense dice que hay divergencias en el seno de la administración sobre la manera de enfrentar la crisis en Siria. Resalta las declaraciones ante el Congreso de varios responsables del Pentágono que subrayaron los peligros de la entrega de armas a los rebeldes ahora que han salido a la luz el papel y la influencia decisiva de al-Qaeda –y de su rama siria, el Frente al-Nusra. La posible implicación de terroristas chechenos en el doble atentado de Boston da más crédito a la advertencia de esos responsables, sobre todo porque la prensa occidental ya había revelado, hace varios meses, la formación en Libia de grupúsculos combatientes chechenos, bajo una supervisión de los servicios de inteligencia estadounidenses, para su posterior envío a Siria –y Rusia– a través de Turquía.

La confusión reinante en las esferas dirigentes estadounidenses sobre el tema de la cuestión siria se debe, primero que todo, a la admirable resistencia del Estado sirio y de su ejército nacional ante una guerra mundial dirigida por Estados Unidos. Las entregas de armas, los campamentos de entrenamiento, las redes de reclutamiento así como las estrategias políticas y mediáticas, todo lo que tiene que ver con Siria está bajo la supervisión de Washington, que distribuye las misiones entre sus aliados y reparte los papeles entre sus auxiliares. Por decisión de los estadounidenses, franceses y británicos han proporcionado miles de toneladas de armas y equipos. Y los medios de difusión anunciaron que John Kerry llegaría a la reunión de seudo amigos de Siria, en Estambul, con importantes sumas –de una «América» en bancarrota– para la compra de vehículos blindados para el transporte de tropas y material de comunicación para los terroristas que operan en Siria. Las declaraciones de los responsables del Pentágono, que parecen contradecir esa actitud intervencionista de los diplomáticos, garantizan a Washington el pretexto necesario para dar marcha atrás de ser necesario, porque los resultados de la aventura estadounidense en Siria son hoy más inciertos que nunca.

En efecto, los progresos del ejército sirio en las 5 últimas semanas ha sobrepasado los objetivos iniciales de su mando militar. El avance no se limita a un sector bien determinado sino que implica varios frentes, como Damasco, las zonas rurales de Homs, Idleb y Latakia, así como en los alrededores de Alepo. El sábado y el domingo, el ejército regular y los comités populares registraron importantes éxitos en Qossair, cerca de la frontera libanesa, expulsando a los terroristas de numerosas localidades.

El resultado de esa situación militar, sobre todo alrededor de la capital, es que la gran batalla de Damasco, que desde hace meses venía preparándose a toda máquina, no tendrá lugar en los próximos meses, según han confesado tanto los propios terroristas como medios árabes y occidentales que los respaldan.

Todos estos acontecimientos demuestran que la guerra de desgaste iniciada por Estados Unidos es un juego muy arriesgado, que incluye una gran cantidad de ilusiones sobre la posibilidad de influir en las ecuaciones políticas o de invertir la correlación de fuerzas en el terreno. Sin embargo, la coalición encargada de aplicar ese plan tiene una envergadura planetaria. En ella figuran Arabia Saudita, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Turquía y los países europeos, con Israel como eje central y como director de la orquesta… Estados Unidos.

Pero no han contado con la voluntad y la capacidad de resistencia del pueblo sirio y de sus líderes, ni tampoco con la determinación de las potencias emergentes, específicamente los Brics, ni de Latinoamérica e Irán, ya decididos a poner fin al unilateralismo estadounidense.

Declaraciones y posiciones

Bachar al-Assad, presidente de la República Árabe Siria
«El puesto de presidente nada vale sin el respaldo del pueblo. Que el presidente se quede o que se vaya es una decisión del pueblo. Occidente ya ha pagado muy caro el hecho de haber financiado a al-Qaeda en sus inicios. Hoy está haciendo lo mismo en Siria, en Libia y en otras partes y lo pagará caro en plena Europa y en Estados Unidos. No tenemos otra opción que la victoria porque si no salimos victoriosos será el fin de Siria y no creo que no haya un solo ciudadano sirio que acepte esa opción. Lo cierto es que hay una guerra, y yo digo sin descanso no a la rendición y no a la sumisión. El incendio no se detendrá en nuestras fronteras. Todo el mundo sabe que Jordania está tan expuesta a la crisis como Siria.»

Samir Geagea, jefe de las Fuerzas Libanesas (14 de Marzo)
«Para nosotros, la ecuación Ejército-Pueblo-Resistencia ya no existe. La única ecuación válida es Pueblo-Estado-Ejército. ¿En qué se ha convertido la Resistencia actualmente? ¿La Resistencia consiste en luchar en Damasco, Homs y Alepo? ¿Es esa la manera de resistir? No estamos dispuestos a garantizar una cobertura a la presencia militar del Hezbollah en Siria. La participación del Hezbollah en los combates en Siria es inaceptable y constituye un peligro para los chiitas en Líbano. El Hezbollah arrastra al Líbano y a los libaneses a los meandros de la crisis siria (…) Los cristianos de Siria no deben quedarse con los brazos cruzados. En colaboración con los demás sirios libres y con los moderados, deben contribuir a desarrollar su país.»

Ali Abdel Karim Ali, embajador de Siria en Líbano
«Lo que hoy estamos viendo es una violación de la soberanía del Líbano y de Siria. Es Siria la que está siendo atacada, [Siria] no ha bombardeado el territorio libanés sino que ha respondido al lugar de origen de los disparos.»

Serguei Lavrov, ministro ruso de Relaciones Exteriores
«El papel desempeñado por el grupo de Amigos de Siria resulta negativo. Consideramos actualmente que ese proceso contribuye negativamente a los acuerdos de Ginebra sobre los principios de una transición en Siria.»

Alexander Zasypkin, embajador de Rusia en Beirut
«Desde le principio hemos estado en contra de al-Qaeda y pensamos que todo fortalecimiento de las células de esa organización en cualquier región representa un peligro y que todos tienen que enfrentarlo. No he oído decir que el Frente al-Nusra esté presente en Líbano como organización. Pero eso puede cambiar debido a la crisis siria y lo que está sucediendo en ese país pudiera atraer a al-Qaeda hacia el Líbano. Deben ser los propios sirios quienes decidan el futuro de Siria. Nos negamos a discutir una futura división de Siria. Apoyamos la unidad de ese pais y su independencia.»

Revista de prensa

As-Safir (Diario libanés cercano a la mayoría), 17 de abril de 2013
Saada Allao
Los combates que se desarrollan en Siria y amenazan a los habitantes libaneses de las zonas fronterizas conducen a la siguiente pregunta: ¿Adónde nos encaminamos? Esa cuestión es muy válida para los habitantes de las zonas fronterizas desde que los rebeldes sirios amenazan con bombardear la ciudad de Hermel. Esa amenaza se produjo al día siguiente de los combates emprendidos por los miembros de los comités populares para recuperar la colina de Nabi Mindo, tomada por los rebeldes durante sus combates contra el ejército regular. Esa colina es de importante estratégica ya que permite a quien la ocupe garantizar el control de gran parte de las localidades fronterizas. El éxodo de los habitantes partidarios del régimen como resultado de su ocupación por parte de la oposición dice mucho sobre la importancia de esa posición. Gracias al control de esa colina por parte del Frente al-Nusra y de las Brigadas Al-Faruk, las localidades pobladas por la población leal debían caer una tras otra en manos de los opositores, permitiendo a su vez establecer una continuidad territorial entre la colina de Nabi Mindo y Wadi Khaled, en el norte del Líbano.

As-Safir (16 de abril de 2013)
Marlene Khalife
Varios comunicados provenientes de países europeos se regocijaban por la designación de Tammam Salam como primer ministro. Pero el entusiasmo europeo comienza a enfriarse, cediendo lugar a una creciente inquietud. Fuentes diplomáticas europeas en Beirut estiman, en efecto, que la designación sin dificultades de Tammam Salam no es obligatoriamente sinónimo de entendimiento en torno a la formación de su gobierno. Sobre todo si se tiene en cuenta que durante las últimas semanas las diferentes posiciones expresadas indican claramente que la solución será un package deal sobre la selección del primer ministro, la formación del gobierno, un acuerdo sobre la declaración ministerial y un entendimiento sobre la ley electoral y las nominaciones [de los responsables] en materia de seguridad. Acuerdo que, según esas mismas fuentes, sigue haciéndose esperar ya que el entendimiento irano-saudita no va por el momento más allá de la persona de Tammam Salam. Las mismas fuentes ponen los puntos sobre las íes en cuanto a la forma del gobierno: los países europeos y occidentales en general no piden que el Hezbollah quede al margen del gobierno, pero lo que los inquieta es el comportamiento de ese partido en Siria. No hay ninguna voluntad de marginalizar al Hezbollah en el plano gubernamental y los europeos favorecen la reactivación de la política de distanciamiento.
Interrogadas sobre la hipótesis de que Tammam Salam instaure un gobierno de un solo color que no obtendría el voto de confianza del parlamento y que se vería por lo tanto reducido a ocuparse tan sólo de las cuestiones de poca monta, las mismas fuentes responden: «No puede hacerlo dado que su gobierno es únicamente de carácter transitorio». En cuanto a la creación de un gobierno de facto, esta no es posible sin la firma del presidente de la República.

An-Nahar (Diario libanés cercano al 14 de Marzo), 19 de abril de 2013
Sabine Oueiss
Las fuerzas del 8 de Marzo pusieron una serie de condiciones para la formación de un nuevo gobierno. En primer lugar, hay que ampliar el gabinete, que debe componerse de 30 ministros. Los nombres de los posibles ministros no deben entregarse al primer ministro designado antes de la distribución de las carteras. En ese marco, ciertas fuentes niegan las informaciones que afirman que el 8 de Marzo presentó a Tammam Salam una lista de posibles ministros. Finalmente, no habrá discusiones sobre el nuevo gabinete antes de que se logre un entendimiento sobre una nueva ley electoral de consenso.

Al-Akhbar (Diario libanés cercano a la mayoría), 19 de abril de 2013
El jefe del Partido Socialista Progresista (PSP), el diputado Walid Joumblatt, envió al primer ministro designado, Tammam Salam, a través del ministro saliente de Relaciones Sociales Wael Abou Faour, un mensaje en el que expresa nuevamente su negativa a aprobar la formación de un gobierno en el que no estén representados el Hezbollah y el movimiento Amal. [Se dice que] el presidente Michel Sleiman hizo llegar a Tammam Salam y al jefe del PSP un mensaje en el que recomienda que limen las asperezas para salir del callejón sin salida.
El ministro de Energía y Recursos Hídricos, Gibran Bassil, parece haber solicitado al Palacio Presidencial un encuentro con el presidente Sleiman.