Anass El-Azhar Idrissi miembro del Círculo de Voluntarios: Hola señor Cronin. ¿Puede usted presentarse, para quienes no lo conocen?

David Cronin: Soy periodista, irlandés, vivo en Bruselas desde 1995 […] y me ocupo principalmente de la política europea. Escribí, en inglés, un libro sobre los vínculos entre la Unión Europea e Israel: Europe-Israël: Une alliance contre-nature. En este momento está a la venta en francés [1].

CdV: ¿Y sobre su carrera periodística?

David Cronin: He trabajado para muchos diarios diferentes. En los años 1990 fui corresponsal en Bruselas del semanario irlandés The Sunday Tribune. Después trabajé para European Voice, diario sobre la política europea, y más recientemente he escrito artículos para The Guardian, el Wall Street Journal Europe, la agencia Inter Press Service y actualmente soy redactor de The Electronic Intifada, un sitio web que trabaja sobre Palestina y el conflicto israelo-palestino.

CdV: Fundado por un periodista estadounidense.

David Cronin: Por un periodista palestino, Ali Abunimah. Es hijo de refugiados palestinos expulsados por los sionistas en los años 1940. Ali creció en Londres y aquí, en Bruselas, pera ahora vive en Chicago. Tiene la ciudadanía estadounidense.

CdV: ¿El apoyo de la Unión Europea a Israel se debe a su responsabilidad del pasado en el Holocausto o es un verdadero trabajo de cabildeo que se realiza dentro de las instituciones europeas?

David Cronin: Hay varias cuestiones importantes. No cabe dudas de que hay una culpabilidad de Europa en el Holocausto. Es una cuestión importante. Tenemos que hacer todo lo posible para evitar otro «Holocausto». Soy muy claro sobre esa cuestión. Pero también hay cabilderos sionistas, aquí en Bruselas e internacionalmente, que han decidido abusar del Holocausto y, sobre todo, utilizarlo para impedir casi cualquier crítica en contra de Israel.
Puedo poner un ejemplo concreto: el 22 de enero hubo una ceremonia en el Parlamento Europeo, en Bruselas, para rendir homenaje a todas las víctimas del Holocausto. La organizaban dos grupos sionistas: el European Jewish Congress y el European Friends of Israel. Cada vez que esos grupos hablan de Israel, lo que dicen es que la Unión Europea tiene que apoyarlo por su culpabilidad en el Holocausto. A esa ceremonia invitaron, por ejemplo, al presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz. Este decidió, en efecto, abrazar el grupo de presión proisraelí o sionista en Bruselas, a pesar del apoyo de ese grupo de presión a los más recientes crímenes de guerra de Israel. Por ejemplo, en noviembre de 2012, Israel desató una ofensiva de 8 días contra Gaza y el grupo de cabildeo, aquí en Bruselas, apoyó esa operación al 100%. Dijeron que todo era culpa del Hamas. Eso, en realidad, es mentira pero el presidente del Parlamento Europeo decidió tragarse esa mentira en nombre de su alianza con el lobby sionista. Y a mí eso me parece asqueante… realmente asqueante que el lobby sionista haya decidido utilizar el holocausto y todos los sufrimientos de los judíos en Europa en su propaganda de respaldo a Israel y de apoyo a los crímenes de ese país.

CdV: Usted cita en su libro una frase de Benjamin Netanyahu en respuesta un diputado español que, durante su primer mandato como primer ministro israelí –en los años 1990–, le recordaba que la ocupación israelí sobre los territorios palestinos era ilegal. Netanyahu le contestó: «Ustedes, los europeos, sólo miran lo que sucede sobre la mesa. Si miraran debajo de la mesa verían que nosotros tenemos a los americanos [estadounidenses] agarrados por los cojones.» La pregunta es la siguiente: ¿Cuál es la correlación de fuerzas de Israel con Estados Unidos y viceversa?

David Cronin: Israel se cree dueño de la Unión Europea y de Estados Unidos. No he estudiado la cuestión profundamente pero me fijé hace poco en el tema cuando se habló del nuevo secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, que dijo uno a dos cosas un poco críticas sobre Israel. Hay gente que ve esa nominación como una gran derrota del lobby israelí sionista en Estados Unidos. En mi opinión, la situación es más sutil. Es posible que los israelíes no estén muy felices con la nominación del señor Hagel, pero durante la semana pasada el señor Hagel dijo muchas cosas para tranquilizarlos.
Quisiera volver a tu pregunta sobre el poderío del lobby sionista en Estados Unidos. Existe ciertamente el lobby sionista y es muy poderoso. De eso pueden verse ejemplos concretos, como en el libro de Mearsheimet y Walt titulado El lobby proisraelí y la política exterior estadounidense, que muestra como el lobby sionista decidió destruir las carreras de varios congresistas que se atrevían a criticar a Israel.
Pero existe también un lobby muy poderoso en Estados Unidos, que se llama el lobby del armamento… de la guerra. Podemos mencionar a Lockheed Martin, el fabricante estadounidense de armas, uno de los principales proveedores de las fuerzas armadas de Israel. Cuando Barack Obama y Estados Unidos deciden dar a Israel 3 000 millones de dólares anuales en ayuda militar, eso es también una subvención para Lockheed Martin.
Existe un debate realmente interesante que comenzó hace poco. Creo que fue David Petraeus, ex jefe de la CIA, quien dijo –no recuerdo las palabras exactas– que la alianza entre Estados Unidos e Israel es un problema diplomático para Estados Unidos. Es interesante observar que habla únicamente de la cuestión estratégica y no del aspecto moral o de los derechos humanos. Y hay que decir que no es esa realmente la prioridad de Estados Unidos. Esa es simplemente la verdad.

CdV: Daniel Cohn-Bendit, por ejemplo, dice a Catherine Ashton en el Parlamento Europeo que hay que dejar de «deplorar» la política de colonización de Israel y empezar a «condenarla». ¿Qué impide la actuación de la Unión Europea contra la colonización israelí?

David Cronin: Es difícil dar una respuesta clara a esa pregunta pero puedo tratar de hacerlo de todas maneras. Primeramente, tienes razón… De entrada, tengo que decir que no me agrada realmente Daniel Cohn-Bendit…

CdV: Lo mencioné más bien por el contenido de su intervención.

David Cronin: Lo entiendo, pero lo que quiero señalar es que estoy de acuerdo con su análisis en este caso en específico. Para hablar un poco sobre las relaciones económicas entre Israel y la Unión Europea hay que decir que [esas relaciones] se basan en acuerdos, en colaboraciones y asociaciones que entraron en vigor en el año 2000. El artículo 2 de ese acuerdo estipula que todas las preferencias comerciales que la Unión Europea concede a Israel tienen como condición el respeto de los derechos humanos. Ya estamos en 2013 y, en todo este tiempo, Israel ha cometido crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos. ¿Y qué ha hecho la Unión Europea? Nada. Nada de nada. Hay que preguntarse por qué la Unión Europea ha decidido no hacer nada.
Quizás podamos entender por qué la Unión Europea no ha hecho nada si estudiamos los grandes desafíos geoestratégicos y, sobre todo desde el 11 de septiembre de 2001, las guerras contra el terror de George Bush. Israel hizo un papel muy inteligente en todos esos «juegos». Después del 11 de septiembre de 2001, el gobierno israelí dijo que entendía el sufrimiento de los estadounidenses comparándolo con el suyo propio. La Unión Europea y Estados Unidos decidieron aceptar esa explicación. Si leemos el libro de Naomi Klein La estrategia del shock veremos cómo Israel decidió utilizar las guerras contra el terror para dedicarse a la industria de la vigilancia.
La Unión Europea también decidió seguir ese camino y dedicarle sus subvenciones en materia de investigación científica. Varios funcionarios europeos me han asegurado que, si la Unión Europea quiere desarrollar su industria tecnológica, está obligada a mantener muy buenos relaciones con Israel. En privado, esos funcionarios europeos han reconocido que en Israel no hay distinción posible entre la industria civil y la industria militar. A pesar de ello, la Comisión Europea afirma que todos esos proyectos de investigación son civiles, sin ningún aspecto militar. Cuando la Unión Europea decide subvencionar empresas como Elbit o Israel Aerospace Industries, que son los grandes fabricantes israelíes de armamento, está subvencionando la ocupación de Palestina.

CdV: Usted habla en su libro de las discusiones, en los círculos universitarios israelíes, sobre la adhesión de Israel a la Unión Europea. ¿Es seria esa idea? ¿Cómo la perciben los responsables europeos y la ciudadanía?

David Cronin: Varios universitarios han propuesto que Israel pueda convertirse en miembro de la Unión Europea. En mi opinión es poco probable. Pero, a pesar de no ser oficialmente miembro de la Unión Europea, lo cierto es que Israel está participando en muchos de los programas europeos.

CdV: Javier Solana lo había dicho…

David Cronin: ¡Exactamente! Javier Solana, el Alto Representante de la Unión Europea, declaró en 2009 que Israel es un socio clave para la Unión Europea y que es, en efecto, un Estado miembro de la UE, sin ser miembro de sus instituciones. Por un lado, la Unión Europea critica a Israel sobre, por ejemplo, la construcción de nuevas colonias en Cisjordania. Catherine Ashton hizo declaraciones razonablemente claras y fuertes en contra de esas construcciones. Pero al mismo tiempo, la propia Unión Europea decidió, en julio de 2012, mejorar sus relaciones con Israel. Se habla, por ejemplo, de cooperación en materia de policía. Se habla mucho de los temas comerciales. También se habla, creo, de la navegación, de transportes, de aviación.

CdV: Y el tema aeroespacial que usted menciona [en el libro].

David Cronin: Exactamente. Muchos de los temas importantes son de orden económico. Pero la misma semana que la Unión Europea decidió mejorar sus relaciones con Israel, Israel decidió por su parte que quería destruir varias propiedades palestinas al lado de Hebrón, en las colinas. Cada vez que Israel anuncia ese tipo de decisiones, la Unión Europea grita: «¡Oh, que escándalo! ¡Nos pronunciamos contra eso!». Pero si la Unión Europea está realmente en contra, ¿por qué sigue mejorando sus relaciones con Israel? Esa no es una política coherente y tenemos que preguntarnos el por qué. ¿Por qué la Unión Europea esa bonitos gesto en materia de derechos humanos pero no respeta su propia política? Naturalmente, el caso de Israel es muy interesante. Se puede ver la hipocresía de la Unión Europea en materia de derechos humanos cuando se estudian sus relaciones con Israel.

CdV: En 2012, se construyeron 6 676 nuevos alojamientos [israelíes] en Cisjordania. Hay que agregar a eso la constante judaización del este de Jerusalén y la amenaza de Mahmud Abbas de disolver la Autoridad Palestina. ¿Qué consecuencias tendrán esas decisiones?

David Cronin: Como ya dije, la Unión Europea es el mayor donante de la Autoridad Palestina. Y Catherine Ashton da constantemente la impresión de que la generosidad de los europeos es algo formidable. Pero nunca explica que el derecho internacional es muy claro. Según el derecho internacional, el financiamiento de las necesidades fundamentales de los pueblos ocupados es una obligación del ocupante. Sin embargo, es Europa la que financia la Autoridad Palestina. Cuando financia servicios en Cisjordania, por ejemplo, la Unión Europea está financiando la ocupación. Yo entiendo perfectamente que los palestinos tienen derecho a esos servicios, que tienen derecho a hospitales, escuelas, etc. Es importante financiarlos y nunca he pedido que la Unión Europea corte su ayuda. _ Lo que sí pido es honestidad. Que insista sobre todo en que Israel asuma su responsabilidad. Que la Unión Europea emprenda procesos jurídicos contra Israel cuando Israel destruye proyectos financiados por el contribuyente europeo. Hay que preguntarse por qué decidió la Unión Europea apoyar a individuos como Mahmud Abbas y Salam Fayyad, el primer ministro palestino. Salam Fayyad no es un primer ministro electo sino que fue nombrado porque fue funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) y porque pertenece a la misma doctrina económica neoliberal que la Unión Europea, doctrina que [Salam Fayyad] sigue religiosamente. Si se miran, por ejemplo, todas las decisiones que la Unión Europea ha tomado sobre las situaciones económicas de Grecia, de Irlanda y de España vemos que todas responden a la doctrina neoliberal.
La Unión Europea ha decidió financiar también, en Cisjordania, una misión de seguridad que se llama COPPS. Su objetivo es desarrollar una fuerza de policía palestina para preparar a los palestinos para que asuman sus responsabilidades cuando la Autoridad se convierta en Estado. Extraoficialmente, la verdadera razón del financiamiento europeo a esa misión es desarrollar la cooperación entre los servicios de seguridad palestinos e israelíes. O sea, la Unión Europea decidió financiar el desarrollo de relaciones más profundas entre el ocupante y el ocupado. Se decidió que los palestinos pueden ser los gendarmes, los policías de su propia ocupación.

CdV: El ministro belga de Relaciones Exteriores, Didier Reynders, saludó la adhesión de Palestina como Estado observador en la ONU diciendo: «Ese voto constituye un avance significativo hacia la creación del Estado de Palestina que desean Bélgica y la comunidad internacional. Pero Bélgica estima que el verdadero avance se concretará cuando los palestinos dispongan en el terreno de un futuro Estado con sus instituciones, con el personal y equipamiento necesarios para su buen funcionamiento.» Y agregó: «Bélgica votó a favor del proyecto de resolución porque comparte plenamente el objetivo que se busca, que es una solución de dos Estados que vivan uno junto al otro en paz y seguridad, con un futuro Estado de Palestina que sea democrático, viable y duradero. La solución de los dos Estados es, en efecto, la única solución posible del conflicto israelo-palestino y deben realizarse todos los esfuerzos en ese sentido.» (Fuente BELGA.) Se plantean entonces dos interrogantes diferentes: ¿Es la idea de los dos Estados la única solución posible? En caso de respuesta afirmativa, ¿dentro de qué fronteras? ¿Qué democracia palestina quiere la Unión Europea cuando ya hemos visto su reacción ante la victoria [electoral] del Hamas?

David Cronin: En Palestina hubo una elección en 2006. La Unión Europea envió observadores. El jefe del equipo era un diputado europeo, Edward McMillan-Scott. Y él concluyó que aquella elección había sido libre y justa. Esa elección es un modelo para el mundo árabe. El Hamas se convirtió en el partido mayoritario con esa elección. Según la Unión Europea no se puede tolerar ese ejercicio democrático porque ella rechaza ese resultado. Y por eso decidió boicotear la administración que se había formado en los territorios ocupados. El periodista israelí Gedeón Levy ha dicho que, en su opinión, es la primera vez en la Historia que una administración de territorios ocupados es blanco de un boicot. Eso es un ejemplo de la hipocresía de los representantes europeos, que siempre están hablando de la importancia de los derechos humanos y de la democracia pero cuando no están de acuerdo con el resultado del ejercicio democrático, deciden anularlo.
Sobre el tema de los dos Estados, en mi opinión, eso es un problema de los palestinos y yo, como irlandés, no puedo arreglarlo. Si me preguntas mi opinión personal, es demasiado tarde para hablar de dos Estados, ya no se puede pensar en un Estado palestino viable, sería mejor hablar de la solución de un solo Estado.

CdV: Pero el problema es el hecho que todos los responsables europeos nos hacer creer que no hay más que una sola solución: la separación. Nadie habla de un solo Estado.

David Cronin: Yo leí hace muy poco un artículo de una joven militante sudafricana. No recuerdo su nombre pero es una persona que militó en contra del apartheid en Sudáfrica. Y escribe que todo ese discurso sobre los dos Estados es en realidad similar que los discursos de la época del apartheid en Sudáfrica. Si la Unión Europea quiere que se mantenga una política de apartheid al estilo israelí, lo mejor que se puede hacer es la solución de los dos Estados. El ex consejero de Netanyahu ha dicho que la estrategia de Israel es controlar Cisjordania y confinar a los palestinos en muy pequeños territorios.

CdV: Eso se ve perfectamente en el mapa que se ha dado en llamar «el archipiélago de Cisjordania».

David Cronin: Así es. En 1948 hubo la naqba, la catástrofe en la que Israel expulsó a los palestinos. Quizás lo que quiere el señor Lieberman es expulsar a los palestinos que quedan pero la mayoría de los políticos israelíes ya entendieron que hay palestinos que no van a irse de Palestina y han decidido meterlos en un rinconcito de Cisjordania.

CdV: ¿Qué impacto tienen los artistas comprometidos, como Ken Loach, Roger Waters o Gilat Atzmon, por ejemplo?

David Cronin: En el caso de Gilat Atzmon, no sé porque no he leído sus libros. Pero tengo amigos que respeto y que me han dicho que Atzmon ha dicho cosas muy problemáticas. No sé si será un buen ejemplo. Pero sí lo son con toda seguridad Ken Loach, Rogers Waters y Elvis Costello, por ejemplo, quien ha decidido boicotear a Israel. He hablado con un hombre que trabaja para la campaña BDS contra Israel y me ha dicho que parece que hay jóvenes israelíes que están descontentos porque hay músicos «cools» que han decidido que no pueden organizar conciertos en Tel Aviv por causa del boicot contra Israel y que los únicos músicos que puede ver son los viejos como Elton John. Israel quiere dar la impresión de ser un país «normal». Para eso quiere utilizar la cultura y el arte. Cuando hay músicos que deciden no hacer conciertos en Tel Aviv, eso es algo que Israel no puede soportar. Es un verdadero insulto para Israel y para todos sus esfuerzos propagandísticos donde se proyecta la imagen de que Israel es un país muy liberal, muy cool y muy sexy. En mi opinión, ese boicot cultural tiene mucha importancia. Como ya tengo bastante edad, me acuerdo de los años 1980, cuando hubo artistas –como Bruce Springsteen, por ejemplo– que decidieron no dar conciertos en Sudáfrica. Esa fue una de las razones que me llevaron a actuar en contra del apartheid en Sudáfrica. Me imagino que ahora es lo mismo.

CdV: Me gustaría volver al tema del «arresto ciudadano» que usted decidió hacer contra el ex ministro israelí de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman. Cuando entró para dar una conferencia de prensa, usted se levantó y le dijo: «Señor Lieberman, esto es un arresto ciudadano. Está usted acusado del crimen de apartheid. Sígame al puesto de policía más cercano.» Y después los agentes de seguridad lo expulsaron a usted de la sala mientras usted gritaba: «¡Free Palestine!»

David Cronin: En efecto, lo hice en dos ocasiones, en 2011 y también en 2012. Y las dos veces le dije al señor Lieberman que había decidido arrestarlo porque, en mi opinión, él ha cometido un delito de apartheid. La definición oficial de la ONU estipula que el apartheid se produce cuando una raza o un grupo étnico se pone en posición de predominio sobre otra raza o grupo étnico. En mi opinión no cabe duda de que eso se aplica a Israel y a Palestina. Israel ha decidido que los judíos israelíes tienen más derechos que los palestinos. Yo decidí hacer aquel arresto ciudadano, en primer lugar, para subrayar el hecho que Israel es un Estado que practica el apartheid y también para subrayar que Lieberman es culpable del endurecimiento de ese apartheid. La situación en Israel/Palestina ya era asqueante antes de la nominación del señor Lieberman como viceprimer ministro y ministro de Relaciones Exteriores, en 2010. Pero ha empeorado más durante los 3 pasados años. Y el partido del señor Lieberman, Israel Beytenu, ha enviado al parlamente israelí mucho leyes que endurecen el apartheid contra los palestinos. Por ejemplo, el señor Lieberman y sus camaradas decidieron cortar el financiamiento a las instituciones que organicen ceremonias para conmemorar la naqba, o sea la catástrofe. Lo que quieren Lieberman y sus camaradas es borrar la verdad sobre Israel y sus crímenes contra el pueblo palestino.

CdV: Por lo que ha visto en sus viajes a Israel y Palestina, ¿cómo es la vida cotidiana de esos dos pueblos y cómo se ven uno al otro?

David Cronin: En 2009 visité Gaza después de la operación Plomo Fundido y me quedé realmente deprimido con toda la destrucción que vi. Después de mi visita a Gaza pasé unos días en Tel Aviv porque tenía varios encuentros con diplomáticos. Y, naturalmente, cuando tenía algún momento libre me iba a la playa. No es mucha la distancia geográfica entre Tel Aviv y Gaza pero, sicológicamente, sí hay mucha. La gente que vive en Gaza y los que viven en Tel Aviv pueden ver el mismo Mar Mediterráneo. En Gaza, los pescadores palestinos son blancos para el ejército israelí. En Tel Aviv, la gente puede divertirse en la playa cuando quiere.
El problema más inquietante es que los israelíes no tienen la menor idea de cómo vive la población de Gaza. Con toda la propaganda israelí, cuando se habla de Gaza lo que dicen es: «¡Uuuuh! ¡El Hamas! ¡Las bombas!» Recuerdo que un sábado estaba yo dando un pequeño paseo por Tel Aviv. Y había varias damas, quizás también uno o dos hombres, que practicaban yoga y que recogían firmas para una petición de apoyo al movimiento Falun Gong en China. Hablé con una de aquellas mujeres y le dije: «¿Usted es de Israel? ¿Sabe usted que su gobierno ha decidido aplicar una política muy cruel contra los palestinos? ¿No cree usted que, como israelí, tiene usted más obligación de criticar a su propio gobierno que de criticar al gobierno chino?» Y aquella mujer me dijo que no estaba de acuerdo con la política de su propio gobierno pero que de todas maneras ella quería criticar al gobierno chino.
Es interesante ver que la ocupación y todos los crímenes de Israel contra los palestinos son un tema tabú en Israel. Por ejemplo, durante las manifestaciones del verano de 2011 en Tel Aviv, los militantes criticaron mucho la política social y económica de Netanyahu. Pero no dijeron prácticamente nada sobre los temas que son más importantes para los israelíes y los palestinos, como la ocupación.

CdV: Una última pregunta. ¿Qué proyectos tiene en mente?

David Cronin: Estoy escribiendo un libro sobre el poder de las grandes empresas aquí, en Bruselas, y su cabildeo. Debe salir en junio. Aparte de eso, no tengo grandes proyectos. El año pasado lo dediqué a la investigación para ese libro, así que no tenía mucho tiempo que dedicar al blog sobre Palestina y sobre las relaciones entre la Unión Europea e Israel. No hay muchos periodistas que se ocupen de eso y cada vez que Catherine Ashton publica un comunicado sobre la construcción de nuevas viviendas [israelíes] en Cisjordania hay muchos periodistas que publican cosas, sin analizar la complicidad de la Unión Europea con los crímenes de Israel. Se ven muy pocos artículos de ese tipo en nuestros periódicos. Pero esa es la verdad sobre las relaciones entre nuestros gobiernos y nuestras instituciones con Israel.

[1Compra por correspondencia.