La entrega de armas a los «rebeldes sirios» viola las resoluciones de la ONU, lo cual abre a las familias de las víctimas la posibilidad de acusar con nombres y apellidos ante el Tribunal Penal Internacional a los dirigentes que tomen esa decisión y también ofrece al Estado sirio la posibilidad de demandar a los Estados proveedores ante la Corte Internacional de La Haya.

Paulo Pinheiro, presidente de la Comisión investigadora para Siria del Alto Comisariado de los Derechos Humanos, declaró a la prensa, el 21 de junio de 2013, que en caso de entrega de armas a los rebeldes sirios, los Estados proveedores compartirán la responsabilidad si quienes reciben las armas cometen «crímenes de guerra» o «crímenes contra la humanidad».

Esa declaración se produce en vísperas de la reunión de los «Amigos de Siria» en Doha, Qatar, encuentro en el que participa el «jefe del estado mayor del Ejército Sirio Libre» para discutir sobre posibles entregas de armas.

Hace 2 años que varios Estados miembros de la OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo vienen armando clandestinamente a los rebeldes que tratan de derrocar el gobierno sirio, pero actualmente los «Amigos de Siria» están discutiendo la posibilidad de hacerlo oficialmente y a mayor escala.