27-6-2013

Luego del arduo y riesgoso trabajo que cumplen la policía, los fiscales, el juez penal, la sala penal superior de 3 vocales y finalmente una sala penal suprema de 5 miembros los que trafican con drogas quedan condenados, a 15 ó 25 años de pena, en atestados, acusaciones y textos de sentencias de varias páginas. ¡Todo ese descomunal esfuerzo cuesta al país!

Empero, del 2006 al 2011, llegó al gobierno un solo hombre, Alan García Pérez, y los excarceló, mediante una raquítica Resolución Suprema que lleva estampada su firma y sello, otorgándoseles un indulto (perdón de la pena) o una conmutación (rebaja), de manera dolosa, o sea, a sabiendas de lo que hacía. ¿Quién cobró, cuánto y dónde por eso?, si fue Miguel Facundo Chinguel o Aurelio Pastor Valdivieso, no es relevante para configurar el tipo penal.

Lo que importa, en materia de prueba, es demostrar que por el vil camino de una diminuta Resolución Suprema, firmada por el presidente García y proyectada por su ministro Pastor, bastaron 2 líneas para rebajar una pena de 15 años a 6, tal como sucedió con un condenado por tráfico ilícito de drogas, Eugen Csorgo, de nacionalidad checa. Lo sustrajeron así, con 2 líneas, del cumplimiento de una pena ordenada por la justicia, es decir, encubrieron al narcotraficante y lo expulsaron del país para que no los delate. ¡Fallaron, pues la delación se ha producido!

Examinemos sólo este caso que figura en la Resolución Suprema 052-2010-JUS de 4-3-2010, que excarcela a 47 condenados, cuyo texto pueden verla en la reproducción.

Las 3,207 conmutaciones de penas que otorgó Alan García fueron mediante Resoluciones Supremas, de semejante texto esquelético, firmadas por él y por su ministro de justicia de turno, quien las proyectaba, luego de revisar cada expediente, gracias recomendadas mayormente por Facundo Chinguel; sólo éste en prisión preventiva.

¡Que el Congreso, la Fiscalía de la Nación y el fiscal provincial supra nacional junten todas estas Resoluciones Supremas y con ellas ya tienen prueba suficiente para investigar, detener, acusar, juzgar y condenar a Gil y Mil!

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