A raíz de las imágenes de la masacre de la Ghouta oriental divulgadas por el Ejército Sirio Libre (ELS) y retomadas por los servicios secretos de Estados Unidos y Francia, familias alauitaa de la región de Latakia (a más de 200 kilómetros de Damasco) están presentando denuncias de asesinato.

Varios de los videos fueron publicados en YouTube antes de la fecha del hecho que supuestamente ilustran [1].

En ellos pueden verse fundamentalmente niños que presentan síntomas de asfixia provocados por algún tipo de intoxicación química que no puede ser, sin embargo, resultado del uso de gas sarín ya que este provoca salivación y espuma de color amarillo y no blanco como lo que se ve en las imágenes divulgadas.

Los niños que se ven en las imágenes, casi todos de la misma edad y de cabellos claros, no corresponden con los parámetros físico-étnicos de la población de la Ghouta oriental, región agrícola de la periferia de Damasco. Tampoco están acompañados de familiares que den muestras de inquietud o de duelo, a tal extremo que se hace notoria la ausencia de mujeres.

Se trata en realidad de niños secuestrados por los yihadistas 2 semanas antes de los hechos en las localidades alauitas de los alrededores de Latakia, a 200 kilómetros de la Ghouta oriental.

Contrariamente a las afirmaciones del ELS y de los servicios de inteligencia occidentales, las únicas víctimas identificadas de la masacre de la Ghouta oriental provienen por lo tanto de familias favorables al gobierno sirio. Los individuos que posan en esos videos expresando indignación por los «crímenes de Bachar al-Assad» son en realidad los victimarios.

[1«Siria: Sobre los videos de la masacre del 21 de agosto», Red Voltaire, 30 de agosto de 2013.