En la Casa Blanca, el prestigio de la Oficina Oval.

En Occidente, ser recibido en la Casa Blanca equivale hoy en día a lo que antes significaba ser admitido en la corte. Para Enrico Letta, el gran día será quizás el jueves 27 de octubre de 2013, cuando sea recibido por el presidente Obama. Y llegará Letta con su carga de presentes como tributo. Eso es lo que se desprende del comunicado de la Casa Blanca.

Primero que todo, «el presidente y el primer ministro Letta apoyan ambos la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión». El proyecto de OTAN económica, tan deseado por las transnacionales y los grandes bancos estadounidenses, al que el presidente Napolitano expresó –en febrero pasado y en la Casa Blanca– su incondicional respaldo, incluso antes de la redacción del proyecto y sin que se hayan evaluado aún sus consecuencias para la economía italiana, sobre todo para las empresas medianas y pequeñas y para la agricultura.

Otro tema del encuentra será «la cooperación Estados Unidos-Italia en la OTAN». O sea, la cooperación de Italia con la presencia de mandos y bases militares estadounidenses, a los que se agregan las estructuras de la OTAN, que siempre están bajo las órdenes de Estados Unidos. Letta garantizará a Obama que se terminará el Muos de Niscemi [1], a pesar de la oposición popular. Le garantizará que Italia se mantendrá en el programa del avión estadounidense de combate F-35, diga lo que diga el parlamento [2]. Prueba de ello es el hecho que, a pesar de que la Cámara –el 26 de mayo– y el Senado –el 16 de julio– decidieron que el gobierno no comprara el F-35 sin que el parlamento se haya pronunciado al respecto, el 12 de julio llegó a la instalación de Cameri el fuselaje del primer F-35 «italiano» y el 30 de julio el Pentágono hizo a la firma [estadounidense] Lockheed Martin el pedido para los 6 primeros de los 90 F-35 que Italia va a comprar. Pero el precio está por definir, aunque en el presupuesto del Pentágono para 2014 los 29 primeros F-35 cuestan 219 millones de dólares… cada uno, suma que después de agregar los costos de desarrollo y ensayos se eleva a 291 millones.

Tercer tema del encuentro: el de los «desafíos comunes en el norte de África y el Medio Oriente». Letta garantizará a Obama que Italia, además de mantenerse en Afganistán después de 2014 como «nación marco», se ocupará en Libia de reconstituir el ejército y las instituciones y de desarmar a las milicias. No fue por casualidad que, sólo 3 días antes de que se reciba a Letta en la Casa Blanca, su gobierno emprendió la «misión militar humanitaria» cuyo objetivo declarado es convertir el Mediterráneo en «un mar seguro». El objetivo de esa operación, según el ministro [italiano] de Defensa Mario Mauro, es «triplicar nuestra presencia, en hombres y medios, en la zona sur del Mediterráneo para una misión militar-humanitaria cuyo objetivo es contener la crisis que en parte se debe a la situación de “no Estado” en la que se encuentra Libia». O sea, las mismas fuerzas aeronavales que anteriormente fueron utilizadas en la guerra que redujo Libia a su actual condición de «no Estado» serán enviadas ahora a «contener la crisis» así provocada.

Se explota así la tragedia humanitaria resultante de la guerra, tragedia cuyos más recientes dramas no son sino la punta visible del iceberg. El salvamento de náufragos, en presencia de las cámaras de televisión, se usa para justificar la idea de que hay que reforzar las fuerzas armadas, implicándolas siempre y en todas partes con «misiones humanitarias».

Si el salvamento de vidas fuese el verdadero objetivo no se usarían para ello navíos de guerra, muy onerosos y no aptos para ese tipo de operaciones, sino que se crearía una fuerza civil de salvamento especialmente preparada para ello.

El verdadero objetivo de la misión, que multiplicará por 3 la presencia militar italiana en el sur del Mediterráneo, es fortalecer la estrategia de Estados Unidos y la OTAN en el norte de África y el Medio Oriente.

Por su misión «humanitaria», Obama elogiará a Letta ante las cámaras. Pero otras cámaras, las que nos muestran las tragedias del Mediterráneo, se apagarán pronto y otras embarcaciones se hundirán sin que oigamos hablar de ello.

Fuente
Il Manifesto (Italia)

Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio

[1«Muos: Niscemi resiste al Imperio», Manlio Dinucci, Red Voltaire/Il Manifesto, 24 de mayo de 2013.

[2«El F-35 despega por encima del parlamento italiano», Manlio Dinucci, Red Voltaire/Il Manifesto, 30 de julio de 2013.