El Big Safari Program, creado en los años 1950 por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, sigue en vigor actualmente. Su objetivo es la invención de nuevas armas y equipamiento militar. En otros tiempos fueron los aviones espías y hoy se trata de drones.

Según el Project On Government Oversight (POGO), desde 2005 hasta la fecha el Big Safari Program ha firmado contratos por valor total de 31 000 millones de dólares. En lo que parece ser una clara violación de las leyes estadounidenses, el 96% de esos contratos se pactó sin proceso de licitación previa.

Un 10% de las sumas atribuidas en el marco de esos contratos han ido a parar a Sierra Nevada Corporation, empresa de alta tecnología encabezada por el turco-estadounidense Fatih Ozmen.