El gobierno alemán está financiando la realización de estudios sobre la evolución de las élites en el mundo árabe. Uno de esos estudios trata sobre la influencia de la Hermandad Musulmana en Siria.

El documento subraya que resulta imposible evaluar con precisión la presencia de la Hermandad Musulmana en los grupos que la OTAN considera representativos de la oposición ya que los miembros de la cofradía tratan por todos los medios de no dejarse ver. Por ejemplo, entre los 32 miembros de la Coalición Nacional de la oposición externa siria sólo se cuentan 20 miembros de la Hermandad Musulmana. Pero en realidad son 78, que se ocultan bajo la fachada de diferentes organizaciones de la sociedad civil. A eso hay que agregar los diferentes grupos que han hecho alianzas con la cofradía, grupos en los que hay no sólo islamistas sino otras tendencias, incluyendo comunistas.

Después de recordar la crítica, siempre ampliamente formulada, de que la Hermandad Musulmana promueve su propia agenda sin tener en cuenta las expectativas del pueblo sirio, el estudio enumera las diferentes iniciativas que la cofradía ha tomado para insertarse en la vida política: creación en marzo de 2013 de una publicación, llamada Al-Ahd (La Alianza), que se distribuye en las «zonas liberadas» y el anuncio de la creación en las próximas semanas del Partido Nacional por la Justicia y la Constitución.

Sin embargo, el estudio es prudente en lo tocante al verdadero objetivo de los miembros de la Hermandad Musulmana. Si bien el fracaso del presidente Mohamed Morsi en Egipto asestó un duro golpe a la credibilidad del «islam político», y a pesar de que la cofradía parece mucho más pragmática en Siria que en Egipto, su objetivo sigue siendo la edificación de una «sociedad islámica justa» en el sentido enunciado por sus fundadores. Partiendo de esa base, es importante ver con prudencia la presencia en sus instancias públicas de líderes provenientes de las minorías religiosas, esencialmente cristianas, o incluso ateos,

Syrian Muslim Brotherhood, Still a Crucial Actor, por Petra Becker, Stiftung Wissenschaft und Politik (SWP), octubre de 2013, 8 p.