Egipto anunció el 22 de noviembre de 2013 la expulsión del embajador de Turquía, Huseyin Avni Botsali (ver foto), acusándolo de injerencia en sus asuntos internos. El embajador egipcio en Ankara, Abderahman Salah El-Din, había salido de Turquía desde el 15 de agosto, después de los comentarios del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan sobre la «gravísima masacre de [627] manifestantes pacíficos».

En respuesta a la expulsión de su embajador en El Cairo, Ankara anunció que no autorizará el regreso del embajador egipcio y que reducirá el nivel de su representación diplomática en El Cairo al rango de encargado de negocios.

Turquía, que sirvió de consejero al gobierno de la Hermandad Musulmana presidido por el derrocado Mohamed Morsi, sigue denunciando el golpe de Estado del general al-Sissi e incitando a la rebelión contra el nuevo gobierno establecido en Egipto.

El 3 de julio de 2013, los militares egipcios destituyeron al presidente Mohamed Morsi luego de una serie de manifestaciones populares multitudinarias y a pedido de todos los grupos religiosos y políticos del país, exceptuando únicamente a la Hermandad Musulmana que los acusa de alta traición.