Durante su viaje a California en el marco de una colecta de fondos, el presidente estadounidense Barack Obama defendió ante sus amigos proisraelíes la política de su administración en relación con Irán. Al hacerlo, Obama declaró que el acuerdo transitorio firmado en Ginebra estará acompañado de medidas tendientes a mantener la presión militar sobre Teherán.

Simultáneamente, el secretario de Defensa Chuck Hagel, actualmente de viaje en la región del Golfo, reveló que el Pentágono está dedicando 580 millones de dólares a la ampliación de la base de la Quinta Flota, en Bahréin.

Aviones F-22 se mantendrán estacionados en la zona de forma permanente para poder bombardear Irán de inmediato si así se decidiese en Washington.