Las organizaciones humanitarias recogieron en la República Centroafricana 461 cadáveres de cristianos que resultaron muertos después de la llegada de las tropas francesas que acaban de intervenir en ese país. Se desconoce en cambio la cantidad de musulmanes muertos ya que los cuerpos de esos creyentes fueron depositados en mezquitas, donde las organizaciones humanitarias no han tratado de tener acceso.

La República Centroafricana se halla en estado de guerra civil desde que se produjo en ese país el golpe de Estado que puso en el poder a Francois Bozizé, en 2003, derrocando al presidente electo Ange-Félix Patassé, quien contaba con el respaldo de Libia.

En marzo de 2013, Bozizé fue derrocado a su vez por la coalición Seleka, que puso en el poder a Michel Djotodia. Este último disolvió la Seleka pero no ha podido contener a sus ex soldados, quienes han venido perpetrando abusos. Djotodia es el primer presidente musulmán en un país donde 4 quintas partes de la población se compone de cristianos.

La llegada de las tropas francesas puso fin a los desmanes de los ex miembros de la «Coalición anti-Bozizé» (Seleka) contra los cristianos. Pero ha estimulado a los cristianos a vengarse de los musulmanes.

El resultado es que ahora parece imposible que los soldados franceses logren actuar como fuerza de interposición ya que la población en general estima que Francia se ha puesto del lado de uno de los bandos, sobre todo teniendo en cuenta que París ya había respaldado claramente en su momento el golpe de Estado de Francois Bozizé.