La Comisión Electoral Nacional de la República de El Salvador ordenó un nuevo conteo de los sufragios en 29 colegios electorales. Al completarse el conteo oficial, el candidato de izquierda, Salvador Sánchez Cerén, aparecía como ganador de la elección presidencial con sólo un 0,2% de ventaja.

El resultado sorprendió a los observadores ya que se esperaba una victoria mucho más contundente de la izquierda. El resultado oficial de la elección fue impugnado por el candidato de derecha Norman Quijano, quien dijo abrigar sospechas de que hubo fraude en varios colegios electorales.

Vicepresidente saliente de la actual administración salvadoreña, ex maestro, discípulo de Paulo Freire –el educador brasileño autor de Pedagogía de los oprimidos– y ex guerrillero, Salvador Sánchez Cerén es además el sucesor de Schafick Handal a la cabeza del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN, ex guerrilla salvadoreña).

A pesar de la proliferación de los grupos criminales conocidos como «maras», el debate previo a la elección presidencial salvadoreña no estuvo dominado por los temas de seguridad sino por los temas sociales y las relaciones del país con Venezuela y Estados Unidos.