La delegación rusa en las Naciones Unidas informó que el Consejo de Seguridad se negó a definir su posición sobre el reciente ataque contra la ciudad siria de Kassab, demostrando así el respaldo de varios miembros de ese órgano de la ONU a las acciones de al-Qaeda.

El 21 de marzo de 2014, el ejército turco penetró en territorio sirio para prestar apoyo a la entrada de varios cientos de yihadistas, miembros del Frente al-Nusra (públicamente afiliado a al-Qaeda) y del Ejército del Islam (pro-saudita). Estos elementos tomaron la ciudad siria de Kassab, cuya población se compone esencialmente de sirio-armenios descendientes del genocidio armenio de 1915 perpetrado por los otomanos.

Cuando el Ejército Árabe Sirio intervino en defensa de la ciudad, las fuerzas armadas de Turquía derribaron un avión sirio que apoyaba a los soldados.

Los habitantes de Kassab se han refugiado en la vecina ciudad de Latakia, bajo la protección del Estado sirio.

Por otra parte, el ministerio ruso de Relaciones Exteriores llamó a los representantes de la oposición siria en exterior que participaron en Ginebra 2 a abstenerse de todo contacto con los grupos terroristas.