En la capital del país, el columnista de El Universal y comentarista en Radio Centro, Alberto Barranco, ha sido amenazado por el dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia desde su exilio en Canadá, del que sus compañeros avisan está por llegar a México, lo que hace más riesgosa la amenaza, ya que puede ser cumplida en un arrebato de odio. Esto porque el periodista ha criticado, con información veraz, sobre los 55 millones de dólares que “han desaparecido” de los mineros. Apoyado Gómez Urrutia desde la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, por el prepotente oficial mayor peñista, Manuel Cadena, quien a su vez es apoyado por Alfonso Navarrete Prida (el del negocio redondo de la Lotería Nacional en Sonora, porque a través de él y sus representantes en este juego de azar, distribuye en toda la entidad los billetes para jugar y obtiene sustanciosas ganancias mensuales).

El periódico Noroeste, de Sinaloa, lleva varias agresiones a sus instalaciones. Y en un ataque más, su director general fue interceptado cuando salía del aeropuerto de Culiacán: lo golpearon y le dieron de balazos en cada una de sus piernas. Y es que el diario que circula en todo ese estado ha tenido una actitud crítica de información verídica con respecto del ejercicio político-administrativo del desgobernador priísta-panista, Mario López Valdez, alias Malova, como le gusta ser nombrado. Y, además, el periódico Noroeste tiene en su Consejo de Administración al combativo Manuel Clouthier Carrillo, quien se ha dedicado a participar como candidato independiente, y esto molesta al desgobernador, al Partido Acción Nacional (PAN) y al Partido Revolucionario Institucional (PRI) sinaloenses. A los reporteros que cubrieron la entrega del narco Joaquín Guzmán Loera, los agentes del gobierno les robaron sus grabadoras, celulares e instrumentos de trabajo.

Todo indica que Mario López Valdez (como su par de Veracruz, Javier Duarte, quien lleva en su haber 10 homicidios de periodistas) no quiere respetar las libertades de prensa, y no faltan quienes, a su servicio, buscan agradarlo con agresiones y amenazas cumplidas a los periodistas del Noroeste. Se publicó en el periódico El Universal (4 de abril de 2014) un desplegado suscrito por los directivos del diario Noroeste, ante todo, dirigido a cuestionar la conducta del desgobernador López Valdez –quien se está comportando como un feroz violador de los derechos humanos en general y demostrando su rabia contra los reporteros– y donde se informa a la opinión pública, desde la capital del país, de los hechos en grado de tentativa de homicidio, intimidaciones, agresiones y obstáculos para que cumplan con su trabajo. La carta abierta está dirigida a Enrique Peña Nieto y a López Valdez, ya que este último ha dejado sin investigar los hechos y parece brindar impunidad a los delincuentes que han de cobrar como sicarios.

La organización internacional en defensa de la prensa y las libertades de los periodistas Reporteros sin Fronteras, por medio de su secretario general, se entrevistó con Osorio Chong (Reforma, 4 de abril de 2014) y éste, como Pilatos, se lavó las manos declarando que “el Mecanismo de Protección a los Periodistas y a Defensores de los Derechos Humanos es un fracaso”. El funcionario reconoce que se ha quedado en buenas intenciones y promesas garantizar el trabajo de los reporteros que son víctimas de los abusos del poder federal y de los desgobernadores del PRI, PAN y del Partido de la Revolución Democrática, a la par de que los presidentes municipales siguen el lema de que lo que hace la mano hace la tras. La violencia que se generaliza por todo el territorio está generando asesinatos, agresiones, encarcelamientos, amenazas cumplidas y desapariciones de todos aquellos trabajadores dedicados al periodismo, e incluso a sus instalaciones, sobre todo cuando éstos insisten en ejercer los derechos a las libertades de información, periodismo de investigación y al análisis y crítica, para exhibir los abusos públicos y privados.

Para cubrir el expediente, Osorio Chong solamente repite que él y Murillo Karam han fallado en la protección a los periodistas. Pero es pose de ambos funcionarios, ya que al peñismo también le molestan las libertades constitucionales de prensa. A los homicidios de la fallida guerra contra el narcotráfico y las delincuencias de Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña –con todo y los capos encarcelados y los ejecutados por el peñismo–, se deben sumar los más de 70 periodistas privados de la vida solamente por ejercer su trabajo periodístico.

Fuente
Contralínea (México)