A Rusia le preocupa el ascenso de la ideología nazi en Ucrania, ha declarado el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin.

«Nos preocupa la tendencia de los jóvenes que salen con retratos de colaboradores nazis. Esto se utiliza como base para la hostilidad y, en particular, la hostilidad hacia Rusia», expresó Churkin tras una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Ucrania.

Asimismo, aseguró que la celebración de elecciones presidenciales en medio de una operación especial del ejército ucraniano en el este del país también causa preocupación.

«Lo que vemos es una situación muy ambigua, creo que deberíamos juzgar después de las elecciones. Veremos lo que sucede el 25 de mayo y luego expresaremos nuestra posición», sostuvo Churkin.

A la pregunta sobre por qué Rusia no expresa preocupación por las condiciones en las que se llevarán a cabo las elecciones en Siria, Churkin respondió:

«En diferentes países la gente hace cosas diferentes en diferentes circunstancias. Las elecciones en Afganistán se celebraron en una situación muy alejada de la normalidad, pero nuestros colegas occidentales estuvieron de acuerdo en que era un camino adecuado para las elecciones.»

«Por supuesto, las elecciones no se llevarán a cabo en Siria en las condiciones en las que a todos nos gustaría, pero vamos a ver qué sale de ello», agregó.

Churkin también recordó que los miembros del Consejo de Seguridad no apoyaron la propuesta de Rusia de solicitar al secretario general de la ONU una investigación imparcial sobre los acontecimientos registrados en Odesa el pasado 2 de mayo, en los murieron al menos 49 personas.

«El nazismo en Ucrania es un tema prohibido para los medios occidentales»

«Los medios occidentales de prensa no sólo culpan a Rusia de las muertes en el este de Ucrania sino que además evitan utilizar la palabra "nazi" en los materiales sobre los acontecimientos en el país», señala el académico canadiense Michel Chossudovsky.

«De esa manera, la prensa occidental atribuye la responsabilidad de la matanza de Odesa a los partidarios de la federalización, evitando deliberadamente hablar de las acciones de carácter criminal cometidas por grupos neonazis», escribe Chossudovsky, fundador del Centro para la Investigación de la globalización Global Research y profesor de economía en la Universidad de Ottawa, en su artículo publicado en la página web del centro.

Según el experto, en la cobertura de los medios occidentales sobre los acontecimientos en Ucrania hay una regla no escrita: cuando se trata de acciones contra la población civil en el este del país, las palabras «nazi», «fascista» o «neonazi» son tabú.

De este modo, los periodistas occidentales llaman «patriotas», «ultraconservadores» y «luchadores por la libertad» a los miembros del grupo radical Pravy Sektor (Sector Derecho) a pesar de que se identifican con símbolos nazis, declaran abiertamente su lealtad al líder ultranacionalista ucraniano Stepan Bandera, quien colaboró con la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y se declaran incluso fieles a Hitler, resalta el analista.

Chossudovsky también destaca la amarga ironía con la que el 9 de mayo los medios occidentales «explotaron» el escándalo sobre el «código secreto neonazi» utilizado en las cajas de detergente de la compañía Procter & Gamble. Según el Huffington Post, las cifras 88 y 18 dibujadas en las etiquetas de los productos de la línea Ariel son utilizadas por los grupos extremistas en Alemania para representar el saludo nazi «Heil Hitler» y el nombre de «Adolf Hitler», ya que corresponden a las letras A y H por su lugar en el abecedario.

Sin embargo, ese mismo día esos mismos medios no fueron capaces de «descifrar» las atrocidades cometidas por los neonazis en la localidad de Mariupol en el este de Ucrania, se indigna el analista.

Chossudovsky también destaca que la prensa de Occidente sigue negándose a reconocer un hecho ya más que demostrado: Pravy Sektor cuenta con el apoyo de varios gobiernos occidentales.

Fuente: RT, 12 y 21 de mayo de 2014.