¡La hora nona de Alan García ha llegado el día del mundial futbolero, el jueves 12 de junio 2014. Estaré atento, y parando mientes, de la goleada a Alan García; la otra no va conmigo!

El Congreso de la República debe sesionar todo el tiempo que sea necesario, mañana, tarde y noche, aún en legislatura extraordinaria, para debatir y aprobar los voluminosos Informes de la Megacomisión que presidió Sergio Tejada y que inculpan al ventrudo capitoste de la torcida política peruana, Alan Gabriel Ludwig García Pérez.

Se trata de explicar, analizar y compulsar, con suma responsabilidad, cada uno de los nueve (9) Informes Finales, vía el discurso, a veces, vacuo, repetitivo y soporífero, de 130 gárrulos congresistas, con avidez propia de ser vistos en la pantalla televisiva, teórica y realmente, quizás. De lo que cada quien diga depende el juicio que se forme, cada uno de los que escuchan y votan, para aprobar o rechazar el Informe, y el público televidente, que también vota en toda elección, tipo 2016.

Cada informe contiene la reseña de infinidad de casos particulares, de la gestión presidencial de García 2006-2011, relativos a cifras, lugares, hechos de funcionarios con sus respectivas
triquiñuelas y los indicios de variados delitos e infracciones constitucionales a granel, tentados y consumados, que urgen explicarse y debatirse.

En mi concepto, un informe de este nivel debe mostrar las irregularidades de contenido penal encontradas en el curso investigatorio, los indicios que permiten esa conclusión, sin pronunciarse aún si se trata de tal o cual delito o varios delitos o de una mera infracción constitucional, pues tal tarea la debe encomendar el Pleno del Congreso a quien formule la denuncia constitucional, a fin de que la sub comisión que tramite el antejuicio haga la correspondiente tipificación. A partir de este momento es propio hablar y hacer respetar el debido proceso, muy caro al García en aprietos o envuelto en peludas pindingas.

Por ejemplo, el documento relativo a narcoindultos y narcoconmutaciones encierra más de 5,400 excarcelaciones de narcotraficantes, todas ilegales, decididas por García, mediante sendas Resoluciones Supremas, que deberían mostrarse en el debate, que llevan su firma, su sello y la del ministro respectivo. El Pleno debe quedar convencido si rebajar ostensiblemente las penas a condenados por narcotráfico es el ejercicio de una normal atribución constitucional, o si más bien constituye, excarcelar antes de tiempo, el gravísimo delito de encubrimiento personal agravado o una mera e innocua infracción constitucional, aspectos que deben quedar dilucidados al formular la correspondiente denuncia. ¡La infracción de la Constitución no se castiga con cárcel!

El aislado caso del Estadio Nacional, se refiere a una refacción ordenada por la considerable suma de S/. 208’793,220.00, con dolo directo, sin duda, por una impropia, burda e ilegal Fe de Erratas, del extraño Decreto de Urgencia 004-2009, de 10-1-2009, firmado por García. En este tema, sugiero que se muestre al Pleno el original de tal Decreto de "Urgencia", para demostrar, con sus Considerandos, que el Estadio no tenía "urgencia" alguna, salvo la delictiva del que ordenaba su refacción, a dedo.

El detalle explicativo, la réplica y dúplica entre congresistas, de haberlas, de tan heterogéneas especificidades, debería tomar varias sesiones, todas las que fueren necesarias, para que el pueblo peruano se informe de las fechorías descomunales del García "gobernante", al socaire de la inmoralidad y del hecho punible.

Luego de este debate todavía falta el trámite del antejuicio, a cargo de la variopinta sub comisión de acusaciones constitucionales, y, finalmente, un nuevo debate en el Pleno del Congreso, en cuyo momento final se impondría la INHABILITACIÓN a García y se aprobaría la autorización de su procesamiento penal. Éste, debe iniciarse con el respectivo mandato de detención, que lo decide, con inmensa discreción, un simple vocal de la Corte Suprema de Justicia, a quien, en este particular, el Congreso no lo obliga. Debe sí abrir proceso penal a García, sí o sí.

¡Que la primera goleada en el mundial, en Brasil, este 12 de junio 2014, la sea también,  en Lima, para tan cuestionable y desacreditado personaje, que ha hecho un horrendo y malquisto juego sucio de la venerable política!

titre documents joints