Buenas tardes a todos. Acabo de reunirme con mi equipo de seguridad nacional para revisar la situación en Irak. Hemos estado reuniéndonos regularmente para revisar la situación desde que ISIL, una organización terrorista que opera en Irak y Siria, avanzó dentro de Irak. Como dije la semana pasada, ISIL plantea una amenaza al pueblo iraquí, a la región y a los intereses de Estados Unidos. Por ello hoy deseo actualizarles sobre la manera en la que estamos respondiendo a la situación.

Primero, estamos trabajando para mantener segura a nuestra embajada y al personal que trabaja en Irak. Como presidente no tengo mayor prioridad que la salvedad de nuestros hombres y mujeres en servicio en el extranjero. Por ello he tomado algunas medidas para relocalizar parte del personal de nuestra embajada y hemos enviado refuerzos para asegurar mejor nuestras instalaciones.

Segundo, bajo mi dirección hemos incrementado de gran manera nuestra inteligencia, vigilancia y activos de reconocimiento, de manera que podamos tener una mejor idea de lo que está ocurriendo en Irak. Todo esto nos permitirá tener un mayor conocimiento de lo que ISIL está haciendo, donde está localizado y sobre cómo podemos apoyar los esfuerzos para contrarrestar esta amenaza.

Tercero, Estados Unidos seguirá aumentando el apoyo a las fuerzas de seguridad de Irak. Estamos preparados para formar centros de operación conjuntos en Bagdad y en el norte de Irak, para compartir inteligencia y coordinar la planificación para confrontar la amenaza terrorista de ISIL. Por medio de nuestro nuevo Fondo para Asociaciones Antiterroristas estamos preparados para trabajar con el Congreso para proporcionar equipamiento adicional. Hemos tenido asesores en Irak, por medio de nuestra embajada, y estamos preparados para enviar una pequeña cantidad adicional de asesores militares estadounidenses, hasta 300, para evaluar la mejor manera en que podemos entrenar, asesorar y apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes para que sigan adelante.

Las fuerzas estadounidenses no retornarán al combate en Irak, pero sí ayudaremos a los iraquíes asumir la lucha contra los terroristas que amenazan al pueblo iraquí, a la región, y también a los intereses de Estados Unidos.

Cuarto, en días recientes hemos posicionado en la región activos militares adicionales de Estados Unidos. Debido al aumento de nuestros recursos de inteligencia estamos elaborando más información sobre potenciales objetivos de ISIL. Y en adelante estaremos preparados para tomar medidas precisas y puntuales, siempre y cuando determinemos que la situación en el terreno lo requiere. Si lo hacemos consultaré muy de cerca con el Congreso y con líderes en Irak y en la región.

Quiero destacar, sin embargo, que la mejor y más eficaz respuesta a una amenaza como la de ISIL en última instancia implica asociaciones en las que las fuerzas locales, como los iraquíes, tomen la iniciativa.

Finalmente, Estados Unidos dirigirá un esfuerzo diplomático para trabajar con líderes iraquíes y de los países en la región para apoyar la estabilidad en Irak. Bajo mi dirección, el secretario Kerry partirá este fin de semana para sostener reuniones en Oriente Medio y Europa, donde podrá consultar con nuestros aliados y asociados. Y así como todos los vecinos de Irak deben respetar la integridad territorial de Irak todos los vecinos de Irak tienen un interés vital en asegurarse que Irak no descienda en una guerra civil ni se convierta en guarida para terroristas.

Por encima de todo, los líderes de Irak deben superar sus diferencias y reunirse en torno a un plan político para el futuro de Irak. Chiítas sunitas, kurdos, todos los iraquíes, deben tener confianza en que pueden hacer avanzar sus intereses y aspiraciones por medio del proceso político en lugar de utilizar la violencia. Las reuniones para lograr la unidad nacional deben seguir adelante para establecer el consenso entre todas las diferentes comunidades de Irak. Ahora que los resultados de la reciente elección en Irak han sido certificados, se debe convocar a un nuevo parlamento lo más pronto posible. La formación de un nuevo gobierno será la oportunidad para comenzar un auténtico diálogo y para forjar un gobierno que represente los intereses legítimos de todos los iraquíes.

Y bien, Estados Unidos no es quien para elegir a los líderes de Irak. Sin embargo está claro que solamente los líderes que pueden gobernar, con un programa inclusivo, estarán capacitados para unir verdaderamente al pueblo iraquí, y ayudarlo a superar esta crisis. Mientras tanto, Estados Unidos no aplicará opciones militares que apoyen a una secta de Irak a expensas de otra. No hay una solución militar en Irak, ciertamente no una que sea dirigida por Estados Unidos. Pero si hay la urgente necesidad de un proceso político inclusivo, una fuerza de seguridad iraquí más capacitada, y esfuerzos antiterroristas que le nieguen un refugio seguro a grupos como ISIL.

Para concluir, los recientes días nos han recordado las profundas cicatrices que la guerra de Irak dejó en Estados Unidos. Además de la pérdida de casi 4.500 patriotas estadounidenses, muchos veteranos cargan las heridas de la guerra, y lo harán por el resto de sus vidas. Aquí en nuestro país, Irak provocó fuertes debates y emociones intensas en el pasado, y hemos visto algunos debates resurgir.

Pero lo que queda claro de la década pasada es la necesidad de que Estados Unidos se plantee cuestiones difíciles antes de entrar en acción en el extranjero, particularmente en acciones militares. La cuestión más importante que todos debemos estar preguntándonos, el tema que debemos mantener en primer plano y delante, es aquello que constituya un interés de seguridad nacional para Estados Unidos de América. Como Comandante en Jefe es en lo que estoy centrado. Como estadounidenses es en lo que todos debemos estar enfocados.

Y en adelante seguiremos consultando estrechamente con el Congreso. Mantendremos informado al pueblo estadounidense. Seguiremos vigilantes. Y seguiremos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para proteger la seguridad de Estados Unidos y la salvedad del pueblo estadounidense.