El presidente de Israel Shimon Peres y el ministro israelí de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman se reunieron el 25 de junio de 2014 con el presidente de Estados Unidos Barack Obama y con el secretario de Estado John Kerry para preparar la independencia del Kurdistán iraquí.

El primer ministro israelí Benyamin Netanyahu anunció poco después, en un discurso pronunciado en el Instituto de Estudios sobre la Seguridad Nacional de la universidad de Tel Aviv, que Israel apoya la creación de un Estado kurdo independiente en el norte de Irak.

Ignorando los llamados del gobierno federal iraquí de Nuri al-Maliki, el gobierno local del Kurdistán iraquí ya exportó hacia Israel el petróleo robado en Kirkuk [1]. El crudo transitó para ello hacia el puerto turco de Ceyhan a través de un oleoducto controlado por los yihadistas del EIIL (Emirato Islámico en Irak y el Levante o Daesh).

[1Israel accepts first delivery of disputed Kurdish pipeline oil”, por Julia Payne, Reuters, 20 de junio de 2014.