Según un estudio del New York Times, 64 gobiernos extranjeros han venido subvencionando los 28 "tanques pensantes" o "think tanks" [1] más importantes de Estados Unidos desde el año 2011, lo cual constituye una violación de la Foreign Agents Registration Act de 1938.

Según precisa ese diario estadounidense, esos gobiernos han evitado que esos tanques pensantes publiquen trabajos que perjudiquen sus intereses y, en ciertos casos, incluso han logrado imponer análisis que favorecen sus propias preocupaciones e incluso utilizarlos en operaciones de cabildeo.

El New York Times menciona directamente a Japón, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Noruega y Azerbaiyán como países que recurren a ese modo de ejercer su influencia mientras que el Atlantic Council, la Brookings Institution, el Center for Global Development y el Center for Strategic and International Studies se encuentran entre los tanques pensantes que aceptan ese tipo de soborno.

«Foreign Powers Buy Influence at Think Tanks», por Eric Lipton, Brooke Williams y Nicholas Confessore, The New York Times, 6 de septiembre de 2014. El sitio web del New York Times publica además una serie de documentos reunidos durante la realización de su investigación.

[1Think-tanks es el nombre que recibe en inglés lo que podría calificarse como un centro, instituto o institución que se dedica a difundir en la sociedad civil —de manera disimulada— una propaganda ideológica (generalmente de carácter político) bajo forma de divulgación de ideas o pensamientos constructivos, necesarios e innovadores, útiles para el ciudadano común y corriente, para los estudiantes, los líderes del país, los intelectuales y otras instancias dirigentes. Los think-tanks operan frecuentemente bajo cobertura de ser centros o fundaciones de investigación independientes, pero en su mayoría están ligados a grupos de poder o lobbys que incluso son ramificaciones de super-estructuras ligadas a multinacionales, agencias de espionaje o países imperialistas quiénes finalmente son los que financian y manipulan estos think-tanks. La misión de los think-tanks es pues la de inculcar e imponer en una población, a una sociedad civil, una forma de pensar, hacer aceptar los valores e ideas que ciertos grupos dominantes quieren imponer o hacer prevalecer —de acuerdo a sus intereses—, imponiéndolos de manera discreta, sin que sea apercibido quien está detrás de todo esto. Por esa razón los “think-tanks” tienen los medios financieros para reclutar personalidades, artistas, prestigiosos intelectuales (muchas veces vendidos) para que trabajen para ellos y propaguen las ideas o creencias de estos think-tanks. Podemos citar como ejemplo un think-tank que opera en Perú y que es apoyado por poderosas estructuras financieras extranjeras, pulsar sobre el link en rojo.