Si, en efecto, la micro diversidad en la producción del café es la receta, veamos ¿qué es lo que pasa en el Perú? Según cifras de la Junta Nacional de Café, la exportación total del año 2013 fue de 4’493,818.59 quintales, exportados por un registro total de 126 exportadoras de enero a noviembre, pues bien solo cuatro compañías, las más grandes, exportaron 2’409,000 quintales , el 53 % de la producción nacional, y una sola, el 23 %. Si ampliamos que sólo 13 compañías exportaron 3’617,000 quintales, veremos que la concentración de la producción está en manos de una docena de personas.

Si bien la concentración puede ser valida, ésta solo se da en este caso, con rentabilidad en el exportador que es el inversionista, que está, quiera o no, a comprar barato, para ganar algo.

Sin ningún atractivo

Como quiera que esto lleva a que los productores no pongan el mejor esfuerzo para obtener un café por el que NO van a recibir un premio en el precio, esto conduce a una gran producción de cafés de calidad promedio, sin ningún atractivo para compradores ávidos de nuevos y más interesantes orígenes, el Perú cuenta con muchas regiones con climas diversos donde se obtienen cafés realmente especiales, pero acá, hoy en día, se busca la sostenibilidad social, ambiental, comunal, pero no la sostenibilidad de la calidad.

En este cuadro, es cuando se ve obvia la pregunta ¿porqué no hay COE (Taza de Excelencia -siglas en inglés- en el Perú? ¿Qué tiene de malo que los mejores productores obtengan precios de subasta pagados por los mejores tostadores ávidos de promover la sostenibilidad de cafés finos para un mercado en expansión, es tan difícil ver cómo han subido los precios de los orígenes en los que hay subastas?

Prioridad a proyectos personales y políticos

La respuesta también es evidente, por un lado y en primer lugar, el MINAG está de adorno, los ministros y sus asesores están viendo, hace años, por sus propios proyectos, y sabemos que trabajar en la selva es para los valientes. Están las ONG’S que quieren solventar sus propios proyectos sociales personales y políticos marcando la agenda con sus ayudas totalmente extemporáneas y extremas.

Todos sabemos que el famoso manejo de cuencas, es creación de las ONG’S y hoy en día, tiene paralizada la inversión internacional, pero el holandés sigue promocionando su asesoría, simplemente porque le pagan por eso, no porque sea beneficioso, si lo fue, ya no lo es.

Altísimo costo social

La dirigencia cafetalera debe tener sus razones para que no se avance acá como en otras partes, pero, eso, desgraciadamente, tiene un costo económico, y es altísimo, y se convierte en un costo social.

El café se produce con una curva al alza en los costos, alza que no se detiene, y que tiene que ver hoy más con la reconversión de la economía, los jornales cuestan el doble para comenzar. Todo sube, pero, el índice más importante, que es el precio, no se comporta de esta forma, los precios del café de entre todas las materias primas, son los más volátiles.

Desde la semana pasada ha bajado de 220 a 190 dólares por quintal, 14 % en menos de una semana. A principios de año, cuando el café estaba en 100, varios cafetaleros nos preguntaban si creíamos que iba subir, y para no cosechar y perder más.

Es entonces que a un costo fijo al alza, tenemos un precio de venta variable, no fijo.

En estas circunstancias, es cuando tener un producto de calidad reconocida y prestigio en los mercados, ayuda a resolver, por lo menos al principio, para unos cuantos, la factibilidad del cafetal.

Perú NO pagó US$ 200 mil

Hace unos diez años KRAFT, el mayor comprador de café peruano, decidió en asociación de intereses con Lufthansa, el café que se sirve en todos los vuelos, que es Colombiano, por peruano, acuñando la marca CONDOR para tal propósito, Resulta que por el lado peruano y en señal de compromiso simbólico, el Estado tenía que pagar 200 mil dólares. Me imagino a la gente de PROMPERU viendo a qué feria no iban a poder ir por culpa del café. No se pagó el dinero y por supuesto no creo que Lufthansa piense jamás en intentar de nuevo.

Las competencias de excelencia productiva en calidad resultan en el reconocimiento de la excelencia individual, y es muy probable que éste sea el tema. Los exportadores privados no tienen idea de lo bien que les iría, y los cafetaleros cooperativos, deben pensar que esto va a originar el desbande y la desaparición de la superestructura. Nada más falso, el café peruano, no está sino considerado como en la canasta de los otros, siendo intrínsecamente el café con mayor potencial y uno de los más finos del mundo, nunca como ahora se ha premiado la calidad, ni buscado nuevos orígenes y nuevos cafés rompiendo las estructuras tradicionales, nunca ha parecido, como ahora, el mejor momento.

¿Qué andan esperando?

La semana pasada se realizó en Brasil la edición número 100 de la Taza de Excelencia, COE, programa creado por gurús del café para exacerbar el rescate de la famosísima taza americana o latinoamericana, si se quiere. América cuenta con varios de los mejores cafés del mundo. Solamente Etiopía cuna genética del café y Kenya con su larguísima y más que adelantada historia, pueden figurar entre los diez mejores sin ser americanos.

Este programa acaba de efectuar la competencia numero 100 en Brasil y la 101 en Colombia. El concurso se realiza para elegir el mejor café de cada competencia el cual, junto con los 20 ó 30 primeros, es subastado entre los tostadores catadores asistentes. La catacion es ciega y los resultados, a veces sorprendentes a veces no. El hecho es que muchos países cuentan con COE para poner sus cafés en vitrina. Cuando comenzó, hace como 12 años, los precios mínimos de subasta duplicaron los precios de la Bolsa de New York, que es el parámetro internacional, los máximos triplicaron.

Los últimos datos publicados del COE de Costa Rica indican un precio mínimo de 700 dólares por quintal y máximo al segundo puesto de 1200 dólares por quintal, el primero recibió 4,500 dólares por quintal. Falta publicar Brasil, y Colombia sur, ya subastados pero eso se dará en unas semanas.

Los premiados son como 30 cafetaleros que reciben entre cuatro y seis veces el valor del mercado común de cafés suaves. Multiplicado por 10 países o 100 competencias vemos el valor de lo recibido como 40 millones repartidos entre micro productores de café, promoviendo la calidad y no la cantidad, el esfuerzo y no el asistencialismo, el esfuerzo individual y no un falso esfuerzo colectivo.

Ausencia de COE

Lo interesante de esta situación es que el único país cafetalero donde no hay COE es el Perú. Quinto productor mundial de arábicas finos aromáticos, con la mas alta densidad de árboles sin cruce genético, y la mayor extensión de cafetales en selva de altura, duplicando la extensión de Centroamérica y solo superado por Colombia.

Al mismo tiempo se realizaba en el Perú la Expocafé 2014, evento al cual asistimos para ver, tomando en cuenta el escenario internacional, toda vez que los países hermanos productores de café son a la vez competidores directos, todos dispuestos a ganar los mercados con los mejores productos, léase los cafés más finos, y tomando en consideración que la cultura del café se ha posicionado en el ámbito internacional, cuál era pues la reacción o la posición de la caficultora peruana.

¡Ningún funcionario de nivel!

Como primer paso nos inscribimos para el simposium sobre marca de café peruano, charla dictada nada menos que por un miembro del equipo que hizo la marca Perú, Future Brands, que impulsaron nada menos que la nueva marca de Juan Valdez y la nueva marca Nespresso, con lo cual Nestlé entra a competir donde no es su campo. Más que una charla sobre marca fue una cita sobre qué hacer, qué no hacer y qué se viene en la industria del café.

La asistencia fue muy reducida pero, sobre todo, no asistió ningún dirigente gremial ni funcionario de nivel para darle el nivel necesario al invitado y al tema.

La concurrencia masiva estuvo a la hora de las premiaciones y las fotos. Dando la impresión que la expocafé es una reunión de calendario , como puede ser, dándole los mejores espacios a los fabricantes de maquinarias, vendedores de abonos de empaques y de servicios en general, es decir todos los que se benefician del trabajo del caficultor. Vale la pena saber que el café se exporta en verde en un saco de yute, y que los procesos son los mismos de hace veinte años solo que ahora hay que contratar muchos más servicios.

La celebración de los 100 campeonatos de taza de excelencia y el trascendido que el campeón de la COE sur (¡sur!) ha obtenido 45.70 dólares por libra, lo que es 100 dólares el kilo de café verde, nos lleva inevitablemente a comparar y ver que por acá las cosa no se llevan por el camino que debe seguirse, calidad en primer lugar para hacer realmente conocido al café peruano.

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