El promotor de guerras francés Bernard-Henri Lévy, abucheado en Túnez.
Decenas de ciudadanos tunecinos acudieron la noche del viernes a expresar su repulsa por la presencia en su país del personaje mediático galo Bernard-Henri Lévy (BHL), promotor de guerras y conflictos sociales en Oriente Medio y Europa. Este personaje en Francia es considerado un «gran intelectual y humanista». La prensa comercial francesa lo cita, lo promueve y lo aplaude cada día.

“¡BHL, lárgate!” y “no a los intereses sionistas en suelo tunecino” fueron las consignas más coreadas en el Aeropuerto Internacional de Túnez-Cartago, después de que en las redes sociales se difundiera como la pólvora la alarmante noticia del viaje de Bernard-Henri Lévy a Túnez.

Según Slim Amamou, antiguo bloguero y ex secretario de Estado para el Deporte y la Juventud en el Túnez revolucionario de 2011, fueron otros viajeros embarcados en el avión quienes transmitieron la voz de alerta a sus compatriotas de la inminente llegada del multimillonario.

Con el francés ya en Túnez, el abogado Abdelaziz Essid anunció el sábado a través de la emisora local ShemsFM que reclamaría de manera oficial al procurador de la República una investigación sobre los responsables del viaje dado que, según Essid, Lévy “representa un peligro para la seguridad nacional” por “sus posiciones contra los intereses de los pueblos árabes”.

Essid recordó además el papel crucial de Lévy en la organización de los bombardeos de Libia en 2011 por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con su cabildeo ante el entonces presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Túnez, Mojtar Chaouachi, ha declinado responder a la agencia de noticias francesa AFP sobre la visita o la manifestación de rechazo a la misma.

Lévy, heredero de una empresa de explotación de maderas preciosas en Costa de Marfil, Camerún y Gabón, ha defendido durante años distintas operaciones de desestabilización y golpe de Estado a cargo de los servicios de Inteligencia occidentales conocidas como “revoluciones de colores”.

En 2010, Lévy lanzó una operación internacional de difamación mediática contra Irán basada en falsedades, pretextando la defensa de una mujer adúltera y cómplice en el asesinato del padre de sus propios hijos.

Con ayuda de numerosos órganos de prensa y varias organizaciones de supuesta defensa de los derechos humanos, implicó en la operación a varios jefes de Estado.

Posteriormente, tras contribuir a sumir Libia en el caos desde 2011, el multimillonario ha tratado de promover un ataque militar declarado de las potencias occidentales a Siria, en colaboración objetiva con los distintos grupos terroristas que asolan a ese país árabe.

En diciembre de 2013, Lévy se desplazó a Kiev para participar en las algaradas que culminaron en el derrocamiento del presidente ucraniano Víctor Yanukóvich y en marzo pasado fue quien presentó al mandatario de Francia, François Hollande, a Petro Poroshenko -elegido como presidente de Ucrania dos meses después-.

El supuesto “filósofo” propaga la islamofobia argumentando que esta “no es un racismo”, que el velo islámico (Heyab) es “una incitación a la violación” y que la obra de su vida “será hacer reescribir el Corán por un judío”.

Fuente: Red Voltaire / HispanTV, 02/11/2014.