12. enero, 2015 Autor: Miguel Badillo * / @badillo_contra Oficio de Papel

Después del fracaso de los órganos de seguridad nacional en la vigilancia de los procesos electorales, lo que se ha traducido en la infiltración del crimen organizado con candidatos a puestos de elección popular y el financiamiento de campañas políticas con dinero sucio producto del tráfico de drogas, para las próximas elecciones intermedias del 7 de junio de este año, el Centro de Investigación de Seguridad Nacional (Cisen) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) están muy pendientes en abrir expedientes de todos los aspirantes a cargos electorales.

De esos archivos se desprende información política que en el caso del Partido Acción Nacional (PAN) se afirma que su dirigencia está segura de que en medio de la crisis social que vive el país la ultraderecha saldrá fortalecida en las próxima elecciones para renovar gubernaturas, alcaldías y congresos, y que sólo buscarán alianzas con los partidos de la Revolución Democrática y del Trabajo en algunas de las 9 candidaturas a gobernador, pero en las candidaturas para el Congreso irá solo.

La razón es aprovechar el descrédito del gobierno federal priista y del presidente Enrique Peña Nieto por los sonados casos de corrupción, de desestabilización económica (caída del petróleo), de violencia e inseguridad, de desempleo y de aumento de la pobreza, lo cual será tema principal en las campañas políticas, para posicionarse mejor entre el electorado y ganar más gubernaturas y aumentar su porcentaje de legisladores en el Congreso.

Según las últimas encuestas y prospectivas panistas, hay optimismo en esa fuerza política para recuperar el terreno perdido después del fracaso gubernamental de Felipe Calderón Hinojosa al frente de Los Pinos, que mando al PAN al sótano de las preferencias electorales.

Actualmente este partido político es el más beneficiado por la crisis política, económica y de seguridad que atraviesa el país, dicen en el PAN, lo que se ha traducido en una disminución en las preferencias electorales del PRI y del PRD. De este último partido que alguna vez fue de izquierda es evidente su descomposición política, corrupción y abuso de poder, por lo que se prevé que caerá estrepitosamete por abajo del nuevo grupo político de Morena, al frente de Andrés Manuel López Obrador y única fuerza política que representa a la izquierda mexicana.

Confiados en estos datos, la comisión permanente del CEN del PAN determinó participar solo en la elección para diputados federales y por lo que respecta a las alianzas para las nueve gubernaturas que estarán en disputa en este año, se acordó que sólo buscarán alianza en los estados donde haya mayor estabilidad social, lo cual no ocurre en estados como Guerrero o Michoacán.

Por ejemplo, en Baja California Sur el PAN participará solo en las candidaturas para la gubernatura, alcaldías y diputaciones locales. Existe confianza en que retendrán el ejecutivo estatal y el prospecto para dicha candidatura es hasta ahora el senador Carlos Mendoza Davis, quien es el mejor posicionado no solo entre los simpatizantes del PAN, sino entre la población en general, según sus encuestas, y sostienen que un plus a su favor es sin duda el “alto nivel de aprobación que tiene el gobernador panista Marcos Covarrubias Villaseñor, quien es también el principal impulsor de la candidatura de Carlos Mendoza Davis”.

En Campeche aún no hay definición para la candidatura a la gubernatura de ese partido de derecha, ya que encuestas recientes panistas arrojaron un empate técnico entre los dos punteros, el senador Jorge Lavalle Maury y el diputado federal Jorge Rosiñol Abreu, exalcalde de Ciudad del Carmen. Hasta el momento las dirigencias estatales del PAN y del PRD siguen negociando una probable alianza para la gubernatura, pero todavía no han logrado concretarla.

En Colima, el PAN negocia una alianza con las dirigencias estatales del PRD y del PT, pero hasta el momento existen dos circunstancias que no han permitido su consolidación: la primera es que los dirigentes perredistas y petistas condicionan esta alianza a que el candidato del PAN sea el actual alcalde de Manzanillo, Virgilio Mendoza Amezcua, a quien consideran como el único candidato de la oposición con posibilidades reales de ganar la gubernatura.

Sin embargo, aunque el alcalde de Manzanillo no es mal visto en el CEN del PAN, hasta el momento no hay una definición, ya que Gustavo Madero sigue impulsando a Jorge Luis Preciado, coordinador de los senadores panistas, quien se encuentra ubicado en segundo lugar de las preferencias entre los panistas de esa entidad. La segunda circunstancia es la aprobación de las dirigencias nacionales del PRD y del PT, ya que hasta el momento no existe una definición al respecto.

En Guerrero los panistas descartan una coalición con el PRD, aunque se analiza la posibilidad de una alianza con la figura de candidatura común, lo que permitiría al PAN respaldar al candidato que postule el PRD, ya que en Guerrero la presencia del PAN es marginal. Aunque algunos panistas se oponen a establecer una alianza en esa entidad debido a los hechos de violencia ocurridos en Iguala.

En Michoacán también está descartada la posibilidad de una alianza entre el PAN y el PRD, ya que este último partido pretende que el candidato sea el diputado federal Silvano Aureoles Conejo, mientras que los panistas consideran que tienen posibilidades reales de triunfo con cualquiera de sus prospectos mejor posicionados, como la senadora Luisa María Calderón Hinojosa, hermano del expresidentes de la República, y el exsenador Marko Antonio Cortés Mendoza.

En Nuevo León no fue posible consolidar una coalición con el PRD y el PT, ya que la mayoría de los integrantes del Consejo Estatal del PAN de Nuevo León se opusieron, bajo el argumento de que eran demasiado altas las exigencias de ambos partidos y que finalmente sería contraproducente para el PAN una alianza con el PRD debido a los hechos de violencia de Iguala que han incidido notoriamente en la disminución de las preferencias electorales para este partido no solo en esa entidad sino a nivel nacional.

La principal impulsora de la alianza con el PRD y el PT era la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, quien a través de Gregorio Hurtado y otros miembros de su grupo político habían presentado la propuesta de alianza con ambos partidos.

Por el contrario, los principales opositores a esta alianza fueron los panistas tradicionales y los líderes de algunos grupos internos de ese partido en Nuevo León, encabezados por el senador Raúl Gracia Guzmán; el consejero emérito Hiram de León; Mauricio Fernández Garza, dos veces alcalde de San Pedro Garza García; Zeferino Salgado, exalcalde de San Nicolás de los Garza; Felipe de Jesús Cantú, exalcalde de Monterrey y aspirante a la candidatura a la gubernatura, y el alcalde de San Pedro Garza García, Roberto Ugo Ruiz Cortés, entre otros.

A pesar de no haber podido consolidar esta alianza con el PRD y el PT, en la dirigencia nacional existe optimismo en que ganarán la gubernatura de Nuevo León, debido al fuerte posicionamiento que tienen en la entidad y al desplome del PRI a consecuencia de los hechos de violencia recientes y a la situación económica prevaleciente a nivel nacional.

En Querétaro se da como un hecho que el candidato del PAN a la gubernatura será el senador Francisco Domínguez Servién, exalcalde de Querétaro, quien es el mejor posicionado entre la población en general. En esta entidad se sigue negociando con el PRD una probable alianza, pero hasta el momento no se ha podido concretar.

En San Luis Potosí los panistas consideran difícil una alianza con el PRD, debido a que este partido prácticamente ha decidido postular a Ricardo Gallardo Cardona, alcalde de Soledad de Graciano Sánchez, como candidato a la gubernatura.

La candidatura del PAN al gobierno de Querétaro no ha sido definida, pero se considera que los finalistas son la senadora Sonia Mendoza Díaz, apoyada por el grupo político que encabeza el también senador Ernesto Cordero, y el exsenador Alejandro Zapata Perogordo, quien es el favorito del grupo político de Gustavo Madero.

El actual delegado del CEN del PAN en San Luis Potosí es Santiago Creel Miranda, quien tiene la consigna de Gustavo Madero de apoyar a Alejandro Zapata Perogordo, con quien además mantiene desde hace tiempo una estrecha relación política y personal. Aunque el panista mejor posicionado es el también senador Octavio Pedroza Gaitán, quien decidió retirarse de la disputa por esta candidatura debido a diferencias con las dirigencias estatal y nacional del PAN.

El CEN del PAN estima que San Luis Potosí es una de las entidades donde tienen mayor probabilidad de triunfo, debido no solo al posicionamiento en las preferencias electorales, sino también a las divisiones internas existentes en el PRI, aunado a la deteriorada imagen y mala aprobación del gobernador Fernando Toranzo.

En Sonora el PAN logró amarrar una alianza con la dirigencia estatal del PRD, la cual sin embargo seguramente será anulada debido a que la dirigencia nacional del PRD no la aprobó, autorizando por el contrario una alianza con el PT. La alianza que fue registrada por las dirigencias estatales del PAN y del PRD ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Sonora se denomina “Alianza por el Sonora que Queremos”, pero se da como un hecho que no será aprobada por no contar con la autorización de la dirigencia nacional perredista.

Los perredistas sonorenses que se oponen a esta alianza y que registraron otra distinta con el PT están encabezados por Carlos Navarro López, Petra Santos Ortiz y René Noriega Gómez.

En el caso de Sonora existe preocupación por las dificultades que avizoran para retener la gubernatura y consideran que la única posibilidad real que tienen es que los priistas se dividan, debido a la cerrada disputa que mantienen por la candidatura de ese partido los senadores Ernesto Gándara Camou “El Borrego” y Claudia Pavlovich Arellano, esta última apoyada por el diputado Manlio Fabio Beltrones.

En ese estado el PAN postulará a Javier Gándara Magaña, exalcalde de Hermosillo, quien es el puntero en las preferencias entre los simpatizantes de ese partido y quien puede dar la sorpresa.

En los informes elaborados por el Cisen y la UIF se afirma que el grupo político que encabeza Gustavo Madero, el cual mantiene el control del CEN del PAN, ha determinado no concederle a Margarita Zavala, esposa de Calderón Hinojosa, la candidatura para una diputación federal plurinominal, por lo que ya le han hecho saber, de manera directa y a través de terceros, que si quiere ser legisladora tendría que ser postulada como candidata de mayoría en cualquiera de los distritos electorales del Distrito Federal, donde la contienda luce cerrada debido al posicionamiento del PAN que actualmente se encuentra ubicado en el tercer lugar de las preferencias electorales, seguido muy de cerca por Morena y cuya fuerza política cada día crece más.

Hasta el momento Margarita Zavala no ha tomado una definición sobre esta propuesta, pero se sabe que el grupo político de Felipe Calderón, cuyo principal operador es actualmente el sumiso senador Ernesto Cordero, ejercerá presión para tratar de ubicar a Zavala en uno de los primeros lugares de la lista de candidatos a diputados federales por la vía plurinominal.

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