Hay una ley de la física que dice que a toda acción corresponde una reacción de igual intensidad y en sentido contrario. Cada vez que un régimen reaccionario golpea al pueblo en la soberanía nacional, de inmediato surge la resistencia. Frente a un traidor, vendepatrias y corrupto surge siempre quien se opone y defiende los intereses del país y de su gente.

En México los golpes contra el pueblo y el retroceso social, político y económico, las violaciones a la soberanía nacional han sido una constante bajo los gobiernos del PRI y el PAN con la colaboración del PRD. El Pacto [por México] que firmaron ha sido el paraguas de la violación de derechos básicos. La reforma fiscal –que propuso el PRD y que apoyó el PRI con sus brutales aumentos de impuestos–, la reforma energética y la entrega del petróleo, la reforma educativa, etcétera, han sido golpes contundentes contra los intereses del pueblo. La protesta ha sido contundente. Hubo un político, Andrés Manuel López Obrador, que rechazó de inmediato este Pacto y cada una de las reformas anticonstitucionales. El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha estado en lucha constante contra el mal gobierno y cada una de sus medidas que han afectado tanto a la sociedad. No es lo mismo apoyar que oponerse. Hay dos trincheras frente a frente. Una que defiende los intereses de las grandes corporaciones extranjeras y nacionales y la otra que apoya los derechos del pueblo y la causa de México. Y en una y otra trinchera hay políticos que defienden intereses contrapuestos. Hay políticos que defienden al pueblo y otros quienes buscan someterlo y explotarlo. No todos son iguales, ni todos son lo mismo.

La integración económica, política y militar que pretende llevar a cabo Washington contra México enfrenta la oposición de Andrés Manuel López Obrador y de Morena, que muy claramente excluyen la creación de bases militares en México y que anden agentes armados extranjeros en nuestro territorio, porque, en este proceso agresivo y criminal, Enrique Peña Nieto ya acepta incluso agentes armados dentro del territorio nacional y no le importa que esto sea violatorio de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Pero los mexicanos estamos dispuestos a defender la integridad de nuestro país y no aceptamos la intervención armada de extranjeros, en particular de Estados Unidos. Ahora ya hasta quieren privatizar el agua con la llamada ley Korenfeld, ya aprobada en comisiones. No es lo mismo apoyar la privatización del agua a luchar por agua para todos, agua para la vida, como lo hace López Obrador. En México hay patriotas que defienden a su país y vendepatrias que entregan la soberanía. No son iguales, no son lo mismo.

Oponiéndose al mal gobierno, hay sectores que buscan la transformación participando en varias formas de lucha, una de ellas: las elecciones; y hay mexicanos hartos de todo que rechazan participar en cualquier ejercicio electoral. Quienes se abstienen de votar o anulan su voto tienen sus razones; sin embargo es innegable que ayudan al inmovilismo. Pero lo que no pueden hacer sin caer en hacerle el juego al mal gobierno (PRI, PAN, PRD y aliados) es tachar a partidos como Morena de “ser lo mismo”, porque eso es falso y profundamente divisionista. Además, fomentando la apatía y la desmoralización permiten que siga el mal gobierno en el poder.

La política de Andrés Manuel López Obrador no es igual a la de los políticos oportunistas y corruptos. Su gobierno en el Distrito Federal se caracterizó por la austeridad, ahorró el dinero para apoyar a la sociedad, en particular a los más pobres; se preocupó por la gente, e impulsó el Programa de Pensión Universal para Adultos Mayores y los programas de Apoyo para Madres Solteras y Discapacitados, que después han imitado todos los gobiernos, incluyendo el federal. Preocupado por los jóvenes, inauguró la Universidad de la Ciudad de México y 17 preparatorias. Él no subió el precio en el Sistema de Transporte Colectivo Metro ni del transporte público en general; para ayudar a la gente dispuso las licencias permanentes de manejo, que luego el Gobierno del Distrito Federal eliminó.

Durante su gobierno, las grúas no aterrorizaban a los capitalinos como ahora y se contuvo la corrupción policial. En aquella época no hubo las represiones brutales a las marchas y la detención de inocentes como sucede ahora. No se respiraba un clima represivo, sino uno de libertad. Los “segundos pisos” ayudaron mucho a la vialidad y eran completamente gratuitos, no como ahora que son de paga y enriquecen a empresas extranjeras como OHL.

Andrés Manuel López Obrador es honesto y jamás han encontrado que haya aprovechado su posición para enriquecerse o para favorecer a sus allegados. Por eso su gobierno tuvo tantos resultados, porque el ahorro presupuestario que significa contener la corrupción es enorme, y todos los recursos se utilizaron para el bien de la Ciudad de México.

Luego de enfrentar el fraude electoral de 2006, en vez de negociar o resignarse se dedicó a defender nuestros recursos, y en 2008 encabezó la movilización contra la reforma energética del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, acompañando al pueblo y a sus adelitas en una lucha que triunfó y frustró los planes del PAN y el PRI. Luego del fraude de 2012, en lugar de darse por vencido y dejar la lucha, se salió del PRD que se había entregado al gobierno de Peña y promovió la construcción de Morena, encabezando la resistencia contra las contrarreformas anticonstitucionales de Peña y sus cómplices en el Congreso de la Unión.

Su actividad la realiza de cara al pueblo: la mayor parte de la semana la ocupa en visitar municipios de diferentes estados de la República, donde se comunica con miles de mexicanos que lo rodean y cobijan en donde quiera que esté. Ha recorrido varias veces todos los municipios del país y no hay mexicano que conozca el país tan a fondo como él. En eso es diferente. Y donde quiera que llegue se pone del lado del pueblo, contra gobernadores que están vendidos a las corporaciones extranjeras, mineras, petroleras, etcétera, y su voz se alza para denunciar injusticias y transas. Y lo más importante: se dedica a organizar al pueblo en cada municipio, de abajo hacia arriba.

En su tiempo libre se ha dedicado también a estudiar nuestro país y su historia, y a escribir textos muy importantes que han ayudado a cientos de miles de personas a tomar conciencia de su realidad, primero en su estado natal y luego en toda la República, con textos como: Los primeros pasos, Tabasco, 1810-1867, 1986; Del esplendor a la sombra, la República restaurada, Tabasco 1867 1876, 1988; Tabasco, víctima de un fraude, 1990; Entre la historia y la esperanza: corrupción y lucha democrática en Tabasco, 1995; Fobaproa, expediente abierto, 1999; Un proyecto alternativo de Nación, 2004; Contra el desafuero. Mi defensa jurídica, 2005; La mafia nos robó la Presidencia, 2007; La gran tentación: el petróleo de México, 2008. La mafia que se adueñó de México… Y el 2012, 2010; No decir adiós a la esperanza, 2012; Neoporfirismo: Hoy como ayer, 2014). De modo que en la práctica, como gobernante responsable y honesto, y en la teoría, como estudioso de los grandes problemas de México, tiene un conocimiento integral de los problemas del país y de las principales soluciones. No es lo mismo un político que vende y desmantela al país a un político como López Obrador, que busca su defensa y desarrollo con conocimiento teórico y práctico y con compromiso en los hechos.

La actividad incansable de Andrés Manuel López Obrador amenaza a la mafia del poder y a las corporaciones que quieren aprovecharse de todas las riquezas del país. Su acción llena de pánico a las cúpulas del PRI, PAN, PRD y sus socios como el Partido Verde Ecologista de México, el Partido Nueva Alianza, etcétera. De modo que movilizan todos los recursos que tienen para difamar al Peje y acusarlo de ser el peor “peligro para México”; usan los medios de desinformación (televisión, radio, prensa) en una permanente campaña para satanizarlo y poner a la gente en su contra para que una parte de la sociedad, sin mayor análisis, se ponga en contra de López Obrador y diga que “es lo mismo” o que “son iguales”. Para su desgracia, millones de mexicanos ya abrieron los ojos y no creen en su propaganda mentirosa. También buscan que las personas más informadas y que están en contra del sistema actual y del sistema de partidos y tienen aspiraciones a una sociedad sin explotación ni opresión se polaricen y se coloquen en contra de Morena y López Obrador por su defensa de la vía electoral y pacífica. Es entre los sectores más atrasados y los más radicalizados donde prende la idea de que “todos son iguales”.

Pero la realidad es terca, y ante la acción de un dirigente como Andrés Manuel y de una organización como Morena, cuyos miembros actúan en todos y cada uno de los rincones de nuestro suelo y además en múltiples movimientos sociales por todo el país, aumenta la fuerza y la viabilidad de Morena como alternativa para México. Hago un llamado al análisis y la reflexión y sobre todo a la acción y a la organización para demostrar ampliamente que sí hay políticos diferentes y sí hay una forma de organización distinta. En 2015 tenemos una gran oportunidad de avanzar por el proyecto de transformación del país y de construcción de una nueva realidad y de un nuevo tipo de políticos, cuyo móvil sea servir al pueblo y defender a la patria. Y sobre todo de unirnos todos para derrotar a quienes intentan destruir a nuestro México.

Fuente
Contralínea (México)