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Resolución 2216 (2015)

Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 7426a sesión, celebrada el 14 de abril de 2015

El Consejo de Seguridad,

Recordando sus resoluciones 2014 (2011), 2051 (2012), 2140 (2014), 2201 (2015) y 2204 (2015) y las declaraciones de su Presidencia de 15 de febrero de 2013, 29 de agosto de 2014 y 22 de marzo de 2015,

Señalando la carta de fecha 24 de marzo de 2015 dirigida a las Naciones Unidas por el Representante Permanente del Yemen, por la que se transmite una carta del Presidente del Yemen, en la que informa al Presidente del Consejo de Seguridad de que “ha solicitado al Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo y la Liga de los Estados Árabes que presten apoyo, inmediatamente, por todos los medios y medidas necesarias, incluida la intervención militar, para proteger al Yemen y a su pueblo de la continua agresión de los huzíes”, y señalando la carta de fecha 26 de marzo de 2015 del Representante Permanente del Estado de Qatar (S/2015/217) por la que se transmite una carta dirigida al Secretario General por los Representantes del Reino de la Arabia Saudita, el Reino de Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos, el Estado de Kuwait y el Estado de Qatar,

Recordando la resolución de la Cumbre XXVI de la Liga de los Estados Árabes sobre la evolución de la situación en el Yemen, destacando, entre otras cosas, la necesidad de reanudar el proceso de transición política del Yemen con la participación de todas las partes yemeníes, de conformidad con la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y su Mecanismo de Ejecución y los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional Amplio,

Reafirmando su firme compromiso con la unidad, la soberanía, la independencia y la integridad territorial del Yemen, y su compromiso de apoyar al pueblo del Yemen,

Condenando el número y la escala crecientes de los ataques perpetrados por Al-Qaida en la Península Arábiga (AQPA),

Expresando preocupación por la capacidad de AQPA de beneficiarse del deterioro de la situación política y de seguridad en el Yemen, teniendo presente que los actos de terrorismo son criminales e injustificables, cualquiera que sea su motivación y dondequiera y por quienquiera sean cometidos,

Reiterando su apoyo a los esfuerzos realizados por el Consejo de Cooperación del Golfo para contribuir a la transición política en el Yemen y encomiando su implicación a este respecto,

Reafirmando su apoyo de la legitimidad del Presidente del Yemen, Abdo Rabbo Mansour Hadi, y reiterando su exhortación a todas las partes y los Estados Miembros para que se abstengan de adoptar toda medida que menoscabe la unidad, la soberanía, la independencia y la integridad territorial del Yemen y la legitimidad del Presidente del Yemen,

Expresando gran alarma por el significativo y rápido deterioro de la situación humanitaria en el Yemen, y poniendo de relieve que la situación humanitaria seguirá empeorando en ausencia de una solución política,

Recordando que denegar arbitrariamente el acceso humanitario y privar a los civiles de objetos indispensables para su supervivencia, por ejemplo obstaculizando deliberadamente el suministro de socorro y el acceso a él, puede constituir una violación del derecho internacional humanitario,

Poniendo de relieve la necesidad de reanudar la aplicación de la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y su Mecanismo de Ejecución y de los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional Amplio, en particular la redacción de una nueva constitución, la reforma electoral, la celebración de un referéndum sobre el proyecto de constitución y la celebración oportuna de elecciones generales, a fin de evitar un mayor deterioro de la situación humanitaria y de seguridad en el Yemen,

Reafirmando su pleno apoyo y adhesión a la labor del Asesor Especial del Secretario General sobre el Yemen, en particular a las negociaciones auspiciadas por las Naciones Unidas, y su apoyo a los esfuerzos del Grupo de Embajadores en Saná,

Alarmado por la escalada militar de los huzíes en muchas partes del Yemen, en particular en las provincias de Ta’iz, Marib, AlJauf, Albayda, su avance hacia Adén, y su incautación de armas, incluidos sistemas de misiles, de las instituciones militares y de seguridad del Yemen,

Condenando en los términos más enérgicos la continuación de las medidas unilaterales adoptadas por los huzíes, y su incumplimiento de las exigencias formuladas en la resolución 2201 (2015) de que retiraran inmediata e incondicionalmente sus fuerzas de las instituciones gubernamentales, incluso en la capital, Saná, normalizaran la situación de la seguridad en la capital y en otras provincias, entregaran las instituciones de gobierno y de seguridad, y liberaran en condiciones de seguridad a todas las personas bajo arresto domiciliario o detenidas arbitrariamente, y reiterando su llamamiento a todos los agentes no estatales para que se retiren de las instituciones gubernamentales de todo el Yemen y se abstengan de todo intento de hacerse cargo de esas instituciones,

Deplorando cualquier intento por los huzíes de adoptar medidas que incumban exclusivamente a la autoridad del Gobierno legítimo del Yemen, y observando que tales medidas son inaceptables,

Expresando alarma porque ese tipo de medidas adoptadas por los huzíes socavan el proceso de transición política en el Yemen y ponen en peligro la seguridad, la estabilidad, la soberanía y la unidad del Yemen,

Observando con preocupación las medidas desestabilizadoras adoptadas por el ex-Presidente del Yemen, Ali Abdullah Saleh, como la de apoyar las acciones de los huzíes, que siguen socavando la paz, la seguridad y la estabilidad del Yemen,

Acogiendo con beneplácito la intención del Consejo de Cooperación del Golfo de convocar una conferencia en Riad, a petición del Presidente del Yemen, con la participación de todas las partes yemeníes, para seguir apoyando la transición política en el Yemen y para complementar y apoyar las negociaciones auspiciadas por las Naciones Unidas,

Recordando su resolución 2117 (2013) y expresando profunda preocupación por la amenaza que plantean para la paz y la seguridad en el Yemen la transferencia ilícita, la acumulación desestabilizadora y el uso indebido de armas pequeñas y armas ligeras,

Reconociendo que el continuo deterioro de la situación de la seguridad y la intensificación de la violencia en el Yemen plantean una amenaza grave y cada vez mayor a los estados vecinos, y reafirmando su determinación de que la situación en el Yemen constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales,

Actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,

1. Exige que todas las partes yemeníes, en particular los huzíes, apliquen plenamente la resolución 2201 (2015), se abstengan de tomar nuevas medidas unilaterales que puedan socavar la transición política en el Yemen, y exige además que los huzíes, de inmediato y de manera incondicional:
a) Pongan fin al uso de la violencia;
b) Retiren sus fuerzas de todas las zonas que han tomado, incluida la capital, Saná;
c) Entreguen todas las armas incautadas de las instituciones militares y de seguridad, incluidos los sistemas de misiles;
d) Pongan fin a todas las acciones que incumben exclusivamente a la autoridad del Gobierno legítimo del Yemen;
e) Se abstengan de cualquier provocación o amenaza a los estados vecinos, en particular la adquisición de misiles tierra-tierra o el almacenamiento de armas en cualquier territorio limítrofe de un estado vecino;
f) Pongan en libertad en condiciones de seguridad al General de División Mahmoud al-Subaihi, Ministro de Defensa del Yemen, a todos los presos políticos y a todas las personas que se encuentren bajo arresto domiciliario o detenidas arbitrariamente; y
g) Pongan fin al reclutamiento y la utilización de niños y liberen a todos los niños de sus filas;

2. Solicita al Secretario General que le presente un informe sobre la aplicación de la presente resolución y la resolución 2201 (2015), en particular del párrafo 1 de la presente resolución, en un plazo de 10 días desde la aprobación de la presente resolución; y en caso de nuevo incumplimiento, expresa su intención de considerar la posibilidad de declarar a otras personas y entidades que participen en actos que amenacen la paz, la seguridad o la estabilidad del Yemen o les presten apoyo sujetas a las medidas impuestas en los párrafos 11 y 15 de la resolución 2140 (2014);

3. Decide que las personas mencionadas en el anexo I de la presente resolución quedarán sujetas a las medidas impuestas en los párrafos 11 y 15 de la resolución 2140 (2014);

4. Reitera la importancia de la aplicación de todas las medidas impuestas por la resolución 2140 (2014), prorrogadas en la resolución 2204 (2015);

5. Exhorta a todas las partes yemeníes, en particular a los huzíes, a que respeten la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y su Mecanismo de Aplicación, los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional Amplio y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y reanuden y agilicen las negociaciones inclusivas auspiciadas por las Naciones Unidas, entre otras cosas sobre las cuestiones relacionadas con la gobernanza, para continuar la transición política con el fin de llegar a una solución de consenso, y destaca la importancia de que se respeten plenamente los acuerdos alcanzados y los compromisos contraídos en aras de lograr ese objetivo, e insta a las partes, a este respecto, a que acuerden las condiciones que conduzcan a la cesación rápida de la violencia, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, incluida la presente resolución y la resolución 2201 (2015);

6. Exige que todas las partes yemeníes se comprometan a resolver sus diferencias mediante el diálogo y las consultas, a rechazar los actos de violencia como medio para conseguir objetivos políticos y a abstenerse de realizar actos de provocación y de adoptar cualquier medida unilateral para socavar la transición política, y destaca que todas las partes deben tomar medidas concretas para acordar y aplicar una solución política de la crisis del Yemen basada en el consenso, de conformidad con la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y su Mecanismo de Aplicación y los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional Amplio;

7. Insta a todas las partes yemeníes a que respondan positivamente a la solicitud formulada por el Presidente del Yemen de que asistan a una conferencia en Riad, bajo los auspicios del Consejo de Cooperación del Golfo, a fin de seguir apoyando la transición política en el Yemen, y complementar y apoyar las negociaciones celebradas con la intermediación de las Naciones Unidas;

8. Exhorta a todas las partes a que cumplan las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional, incluidas las disposiciones aplicables del derecho internacional humanitario y del derecho de los derechos humanos;

9. Reafirma, en consonancia con el derecho internacional humanitario, la necesidad de que todas las partes garanticen la seguridad de los civiles, incluidos los que reciben asistencia, así como la necesidad de garantizar la seguridad del personal humanitario, el personal de las Naciones Unidas y su personal asociado, e insta a todas las partes a que faciliten el suministro de asistencia humanitaria, así como el acceso rápido, seguro y sin obstáculos de los agentes humanitarios para llegar a las personas necesitadas de asistencia humanitaria, incluida la asistencia médica;

10. Exhorta a todas las partes a que permitan que los Estados y las organizaciones internacionales del caso evacúen del Yemen a sus civiles y personal, y encomia las medidas que ya se han adoptado a este respecto;

11. Reafirma el principio de la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y consulares y las obligaciones que incumben a los Gobiernos anfitriones, especialmente con arreglo a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, de 1961, y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, de 1963, de adoptar todas las medidas apropiadas para proteger los locales de las misiones diplomáticas y consulares frente a cualquier tipo de intrusión o daño y de impedir cualquier perturbación de la paz de esas misiones o menoscabo de su dignidad;

12. Solicita al Secretario General que intensifique sus esfuerzos para facilitar el suministro de asistencia humanitaria y la evacuación, incluido el establecimiento de pausas humanitarias, según sea necesario, en coordinación con el Gobierno del Yemen, y exhorta a las partes yemeníes a cooperar con el Secretario General para prestar asistencia humanitaria a los necesitados;

13. Solicita además al Secretario General que intensifique su función de buenos oficios para posibilitar que se reanude un proceso de transición política pacífico, inclusivo, ordenado y dirigido por los yemeníes que satisfaga las legítimas demandas y aspiraciones del pueblo yemení, incluidas las mujeres, de que se produzca un cambio pacífico y una verdadera reforma política, económica y social, como se indica en la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y su Mecanismo de Ejecución y los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional Amplio, y destaca la importancia de que las Naciones Unidas mantengan una coordinación estrecha con los asociados internacionales, en particular el Consejo de Cooperación del Golfo, el Grupo de Embajadores en Saná y otros agentes, a fin de contribuir al éxito de la transición;

Embargo de armas

14. Decide que todos los Estados Miembros deberán adoptar de inmediato las medidas necesarias para impedir que, de forma directa o indirecta, se suministren, vendan o transfieran a Ali Abdullah Saleh, Abdullah Yahya Al-Hakim, Abd Al-Khaliq Al-Huthi y las personas y entidades designadas por el Comité establecido en virtud del párrafo 19 de la resolución 2140 (2014) (en lo sucesivo “el Comité”) conforme a lo dispuesto en el párrafo 20 d) de la presente resolución, las personas y entidades enumeradas en el anexo I de la presente resolución y las personas que actúen en su nombre o bajo su dirección en el Yemen, o en beneficio de alguno de ellos, desde o a través de sus territorios o por sus nacionales, o utilizando buques o aeronaves de su pabellón, armamentos y material conexo de cualquier tipo, incluidas armas y municiones, vehículos y equipo militares, equipo paramilitar y piezas de repuesto correspondientes, así como asistencia técnica, adiestramiento, asistencia financiera o de otro tipo, en relación con actividades militares o con el suministro, el mantenimiento o el uso de cualquier armamento y material conexo, incluido el suministro de personal mercenario armado, proceda o no de su territorio;

15. Exhorta a todos los Estados Miembros, especialmente a los Estados vecinos del Yemen, a que, de conformidad con su legislación interna y las facultades que esta les confiere y con arreglo al derecho internacional, en particular el derecho del mar y los acuerdos pertinentes sobre aviación civil internacional, inspeccionen toda la carga destinada al Yemen presente en su territorio, incluidos los puertos y aeropuertos, si el Estado tiene información que ofrezca motivos fundados para creer que la carga contiene artículos cuyo suministro, venta o transferencia estén prohibidos en virtud del párrafo 14 de la presente resolución, con miras a asegurar que esas disposiciones se apliquen estrictamente;

16. Decide autorizar a todos los Estados Miembros a que, si descubren artículos cuyo suministro, venta o transferencia estén prohibidos en virtud del párrafo 14 de la presente resolución, confisquen y liquiden tales artículos (por ejemplo, destruyéndolos, inutilizándolos, almacenándolos o transfiriéndolos a un Estado distinto del Estado de origen o de destino para su liquidación), y que todos los Estados Miembros deberán hacerlo, y decide además que todos los Estados Miembros deberán cooperar en esas actividades;

17. Requiere que cualquier Estado Miembro que realice una inspección en virtud del párrafo 15 de la esta resolución presente sin demora al Comité un informe inicial por escrito que contenga, en particular, una explicación de los motivos de la inspección y sus resultados, e indique si se proporcionó o no cooperación y, si se encontraron artículos prohibidos destinados al suministro, la venta o la transferencia, requiere también que ese Estado Miembro presente al Comité, en un plazo de 30 días, otro informe por escrito que contenga detalles pertinentes sobre la inspección, confiscación y liquidación, y detalles pertinentes sobre la transferencia, incluida una descripción de los artículos, su origen y su destino previsto, si esta información no figura en el informe inicial;

Criterios de designación adicionales

18. Reafirma los criterios de designación enunciados en el párrafo 17 de la resolución 2140 (2014) y las medidas establecidas en los párrafos 11 y 15 de esa resolución, y destaca la importancia de que se apliquen plenamente;

19. Reafirma lo dispuesto en el párrafo 18 de la resolución 2140 (2014) y recalca que los actos que amenazan la paz, la seguridad o la estabilidad del Yemen también pueden incluir las violaciones del embargo de armas establecido en el párrafo 14 o la obstrucción del suministro de asistencia humanitaria al Yemen o el acceso a esa asistencia o su distribución en el Yemen;

Mandato del Comité de Sanciones

20. Decide que el Comité establecido en virtud del párrafo 19 de la resolución 2140 (2014) se ocupe también de las siguientes tareas:
a) Vigilar la aplicación de las medidas establecidas en el párrafo 14 de la presente resolución;
b) Recabar de todos los Estados cualquier información que considere útil sobre las medidas que hayan tomado para aplicar de manera efectiva las medidas establecidas en el párrafo 14;
c) Examinar la información relativa a presuntos casos de incumplimiento de las medidas establecidas en la presente resolución y adoptar disposiciones apropiadas al respecto;
d) Designar, cuando sea necesario, a otras personas y entidades sujetas a las medidas establecidas en el párrafo 14;

Mandato del Grupo de Expertos

21. Decide que el mandato del Grupo de Expertos establecido en virtud del párrafo 21 de la resolución 2140 (2014) y renovado en virtud de la resolución 2204 (2015) incluya también la vigilancia de la aplicación de las medidas establecidas en el párrafo 14;

22. Solicita al Secretario General que, teniendo debidamente en cuenta la ampliación del mandato del Grupo de Expertos, aumente su número de miembros a cinco y adopte las disposiciones financieras y de seguridad necesarias para apoyar la labor del Grupo;

23. Exhorta al Grupo de Expertos a que coopere activamente con otros grupos de expertos establecidos por el Consejo de Seguridad, incluido el Equipo de Vigilancia 1267, cuando sea pertinente para la ejecución de sus mandatos;

Compromiso de examen

24. Reafirma su disposición a seguir adoptando medidas en caso de que alguna de las partes yemeníes no aplique la presente resolución o la resolución 2201 (2015);

25. Decide seguir ocupándose activamente de la cuestión.

Anexo I

 1. Abdul Malik al-Houthi

Abdul Malik al-Houthi es un líder de un grupo que ha participado en actos que amenazan la paz, la seguridad o la estabilidad del Yemen. 
En septiembre de 2014, las fuerzas huzíes conquistaron Saná y, en enero de 2015, intentaron sustituir unilateralmente el Gobierno legítimo del Yemen por una autoridad gobernante ilegítima dominada por los huzíes. Al-Houthi asumió la dirección del movimiento huzí del Yemen en 2004, tras la muerte de su hermano, Hussein Badredden al-Houthi. Como dirigente del grupo, al- Houthi ha amenazado repetidamente a las autoridades yemeníes con provocar nuevos disturbios si no responden a sus demandas y ha detenido al Presidente Hadi, al Primer Ministro y a miembros clave del gabinete. Posteriormente, el Presidente Hadi escapó a Adén. A continuación, los huzíes lanzaron otra ofensiva contra Adén, asistidos por unidades militares leales al ex presidente Saleh y a su hijo, Ahmed Ali Saleh. 


 2. Ahmed Ali Abdullah Saleh 


Ahmed Ali Saleh ha participado en actos que amenazan la paz, la seguridad o la estabilidad del Yemen. 
Ahmed Ali Saleh ha estado tratando de socavar la autoridad del Presidente Hadi, frustrar sus intentos de reformar el ejército y obstaculizar la transición pacífica del Yemen a la democracia. Saleh desempeñó un papel fundamental al facilitar la expansión militar huzí. A mediados de febrero de 2013, Ahmed Ali Saleh había entregado miles de fusiles nuevos a las brigadas de la Guardia Republicana y a jeques tribales no identificados. Las armas habían sido adquiridas inicialmente en 2010 con el propósito de utilizarlas para asegurarse la lealtad de los destinatarios y obtener beneficios políticos más adelante. 
Después de que el padre de Saleh, el ex Presidente de la República del Yemen Ali Abdullah Saleh, dimitió como Presidente del Yemen en 2011, Ahmed Ali Saleh conservó su cargo de comandante de la Guardia Republicana del Yemen. Después de poco más de un año, Saleh fue destituido por el Presidente Hadi pero mantuvo una influencia significativa en el Yemen, incluso después de haber sido depuesto. En noviembre de 2014, las Naciones Unidas designaron a Ali Abdullah Saleh en virtud de lo dispuesto en la resolución 2140 (2014) del Consejo de Seguridad . 


Debates

Se abre la sesión a las 10.05 horas.

La Presidenta (habla en árabe): De conformidad con el artículo 37 del reglamento provisional del Consejo, in‐ vito al representante del Yemen a participar en esta sesión.

El Consejo de Seguridad comenzará ahora el exa‐ men del tema que figura en el orden del día.

Los miembros del Consejo tienen ante sí el docu‐ mento S/2015/245, que contiene el texto de un proyecto de resolución presentado por Jordania, Francia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América.

El Consejo está dispuesto a proceder a la votación del proyecto de resolución que tiene ante sí. Someteré ahora a votación el proyecto de resolución.

Se procede a votación ordinaria.

Votos a favor:

Angola, Chad, Chile, China, Francia, Jordania, Li‐ tuania, Malasia, Nueva Zelandia, Nigeria, España, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Estados Unidos de América, Venezuela (República Bolivariana de)

Abstenciones:

Federación de Rusia

La Presidenta (habla en árabe): Se han emitido 14 votos a favor. Por lo tanto, el proyecto de resolución ha sido aprobado como resolución 2216 (2015).

Tienen la palabra los miembros del Consejo que deseen formular declaraciones después de la votación.

Sir Mark Lyall Grant (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte) (habla en inglés): El Reino Uni‐ do acoge con beneplácito la aprobación de la resolución 2216 (2015).

En febrero, el Consejo de Seguridad dejó muy claro que se adoptarían nuevas medidas si los huzíes no ponían fin a su intimidación, su agresión y su expansión. Como ha demostrado su proceder, los huzíes hicieron caso omi‐ so de esta advertencia. Por ello, el Reino Unido respalda la intervención militar en el Yemen encabezada por la Arabia Saudita, a solicitud del Presidente Hadi, pero en última instancia, la solución de esta crisis debe ser de carácter político, y el Reino Unido apoya a la comunidad internacional en su llamamiento, formulado en esta reso‐ lución, en favor de un proceso político inclusivo.

Instamos a todas las partes del Yemen a que en‐ tablen un diálogo de buena fe encabezado por las Na‐ ciones Unidas. En esta resolución, se adoptan sanciones contra las personas que han decidido no hacerlo, sino que en cambio siguen desestabilizando el Yemen. Es co‐ rrecto que la comunidad internacional aumente el costo de su comportamiento inaceptable.

Una solución política en el Yemen sigue siendo la mejor manera de contrarrestar la creciente amenaza que plantean los grupos terroristas, como Al‐Qaida en la Península Arábiga. Es indispensable que la comunidad internacional no pierda de vista la creciente amenaza que representan. Una solución política es también la mejor manera de poner coto a la situación económica y humanitaria cada vez más grave. Un acceso libre y sin obstáculos a los suministros humanitarios es crucial. El Reino Unido presta apoyo humanitario adicional al Yemen, e instamos a la comunidad internacional a que proceda de la misma forma.

La seguridad y la estabilidad del Yemen redundan en interés de todos los yemeníes y de toda la comunidad internacional. Es acertado que el Consejo de Seguridad haya adoptado esta medida en el día de hoy, y el Reino Unido seguirá recurriendo a todos los instrumentos de que disponemos para apoyar el logro una solución polí‐ tica duradera en el Yemen.

Sr. Churkin (Federación de Rusia) (habla en ruso): La Federación de Rusia se abstuvo en la votación sobre la resolución 2216 (2015), relativa al conflicto en el Ye‐ men, ya que, en nuestra opinión, la resolución no cumple plenamente con los requisitos puestos a consideración de la comunidad internacional o que precisa la crisis por la que atraviesa el país.

Durante las consultas sobre la resolución, no se prestó la debida atención a las propuestas constructivas que formuló la delegación rusa. En la resolución se hace referencia a la necesidad de reanudar las negociaciones entre las partes en el conflicto yemení y se expresa apoyo a los esfuerzos de las Naciones Unidas. No obstante, los patrocinadores se negaron a incluir los requisitos en los que insistió Rusia, que tomaban en cuenta los intereses de todas las partes en el conflicto, a fin de lograr un rápi‐ do alto el fuego y un inicio de las conversaciones de paz.

La resolución no contiene una reflexión apropiada sobre las dificultades causadas a los civiles yemeníes por los enfrentamientos, ni proporciona una descripción suficientemente clara de las obligaciones o las pausas humanitarias regulares.

Habida cuenta de la situación en el Yemen, en la re‐ solución se hace una referencia inapropiada a la cuestión de las sanciones. Insistimos en la necesidad de un embar‐ go integral de armas. Es bien sabido que el Yemen está inundado de armas. En ese sentido, consideramos nece‐ sario destacar que la resolución aprobada no debe dar pie a una intensificación del conflicto armado, lo que podría tener graves consecuencias para el Yemen y toda la región.

Sin lugar a dudas, el caos actual en el Yemen bene‐ ficia exclusivamente los intereses de las organizaciones terroristas. No hay alternativa a una solución política al conflicto en el Yemen. Esperamos que las Naciones Unidas adopten medidas dinámicas para lograr la reanu‐ dación de las conversaciones de paz entre todas las par‐ tes en el conflicto del Yemen. Esa labor, que partirá de documentos ya existentes, debe iniciarse de inmediato.

Sra. Power (Estados Unidos de América) (habla en inglés): Durante meses, el Consejo de Seguridad ha exigido a los huzíes de manera clara e inequívoca que se retiren de las instituciones del Gobierno, pongan fin a las hostilidades y regresen al plan de transición po‐ lítica acordado para el Yemen. Muy recientemente, en nuestra declaración de la Presidencia del 22 de marzo (S/PRST/2015/8), condenamos las acciones unilate‐ rales de los huzíes, encaminadas a socavar la seguri‐ dad, estabilidad y unidad del Yemen. En respuesta, los huzíes, en estrecha coordinación con el ex‐Presidente Ali Abdullah Saleh, intensificaron su campaña militar, bombardearon Adén y ampliaron su ofensiva hacia el sur del Yemen. Esas acciones han provocado una vio‐ lencia y una inestabilidad generalizadas que amenazan la seguridad y el bienestar de la población yemení, así como la seguridad de la región.

Por ello, los Estados Unidos apoyan con firmeza la aprobación de la resolución 2216 (2015) en el día de hoy, en la que se dispone la aplicación de medidas contra los huzíes y el ex‐Presidente Saleh; se exige a los huzíes poner fin a las operaciones militares; y se hace un lla‐ mamiento a todas las partes a regresar, una vez más, a la mesa de negociaciones. La imposición de una conge‐ lación mundial de activos y la prohibición de viajar a Ahmed Ali Saleh y a Abdulmalik al‐Houthi, así como la imposición de un embargo de armas, demuestran que este Consejo de Seguridad tomará medidas contra aque‐ llos que insistan en socavar los esfuerzos que se reali‐ zan en aras de la reconciliación.

En esta resolución se reconocen, además, los costos del rápido deterioro de las condiciones humanitarias en el Yemen. Como respuesta a esa situación, en la resolu‐ ción se afirma que todas las partes deben cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional huma‐ nitario, y les insta a facilitar la entrega de asistencia hu‐ manitaria a los civiles necesitados, incluso colaborando con los esfuerzos del Secretario General para establecer pausas humanitarias. El Consejo no puede perder de vis‐ ta las consecuencias humanas de este conflicto.

Una transición legítima en el Yemen solo puede lograrse por medio de negociaciones políticas y de un acuerdo consensuado entre todos los partidos políticos que tenga como bases la iniciativa del Consejo de Coo‐ peración del Golfo y los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional del Yemen. Las Naciones Unidas deben seguir esforzándose por lograr la celebración de conver‐ saciones que permitan encontrar una solución de consen‐ so a esta crisis. Todas las partes deben comprometerse a participar en las conversaciones. No hay alternativa.

Sr. Oyarzun Marchesi (España): España quisiera expresar su pleno apoyo a esta resolución 2216 (2015) sobre la situación en el Yemen promovida por la delega‐ ción de Jordania. Confiamos en que el mensaje del Con‐ sejo de Seguridad llegue con claridad a todas las partes implicadas en el conflicto, contribuyendo a frenar la escalada de violencia. En particular, quisiera subrayar la llamada al diálogo, pidiendo una solución política ba‐ sada en el consenso. Un diálogo inclusivo es la única forma de lograr los objetivos de unidad y prosperidad para el Yemen que todos deseamos.

Confiamos también en la plena implicación del Se‐ cretario General de las Naciones Unidas y su equipo, para contribuir a la solución de esta crisis lo antes posi‐ ble, facilitando el camino de vuelta hacia una transición democrática liderada por los propios yemeníes.

Como el resto de los miembros del Consejo, com‐ partimos la preocupación por la crisis humanitaria que padece desde hace tiempo la población del Yemen y que solo puede agravarse a la luz de los enfrentamientos ar‐ mados. Insistimos, por ello, en la importancia de cumplir con las exigencias planteadas por el Consejo de Seguri‐ dad en esta y en anteriores resoluciones sobre el Yemen.

Por último, quisiera destacar la importancia de la transparencia en las negociaciones para asegurar una aportación constructiva de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, que nos permita alcanzar el más alto grado de consenso posible en este y en otros asuntos.

Sr. Liu Jieyi (China) (habla en chino): El Consejo de Seguridad acaba de aprobar la resolución 2216 (2015), en la que reitera el apoyo del Consejo a la soberanía, uni‐ dad, independencia e integridad territorial del Yemen. En la resolución también se insta a las partes interesadas a acordar un alto el fuego tan pronto como sea posible. Además, en la resolución se pide claramente a las partes en el conflicto yemení que resuelvan sus diferencias de una manera pacífica, por medio del diálogo y la consulta. La resolución es sumamente importante para el restable‐ cimiento de la estabilidad en el Yemen y para la promo‐ ción de un arreglo político de la situación. A China le preocupan profundamente los acontecimientos recientes en el Yemen. Si se permite que continúen, los enfrenta‐ mientos y el caos en el país no solo sumirán al pueblo del Yemen en una gran desgracia, sino que además se propagarán y afectarán a toda la región. No hay una so‐ lución militar; la negociación política es la única salida.

China insta a las partes interesadas a trabajar por el bien de la nación y el pueblo del Yemen; a tomar en cuenta, seriamente, los intereses generales de la paz y la estabilidad regionales; y a cumplir y aplicar plenamente las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, en particular la resolución 2216 (2015), con miras a lograr de inmediato un alto el fuego. Por otra parte, instamos a las partes a resolver la crisis mediante el diálogo político sobre la base de las resoluciones del Consejo de Seguri‐ dad y la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo; a restablecer, tan pronto como sea posible, la estabilidad y el orden; y a promover una transición política inclusiva encabezada por el propio pueblo yemení.

China espera que todas las partes, con arreglo a lo dispuesto en la resolución, se centren en las cues‐ tiones humanitarias sobre el terreno, de manera que se pueda garantizar la seguridad así como prestar asis‐ tencia humanitaria y evacuar a los ciudadanos extran‐ jeros del Yemen. Además las partes deben comprome‐ terse a proteger la seguridad del personal y las sedes diplomáticos de conformidad con el derecho interna‐ cional pertinente. China apoya el papel mediador que siguen desempeñando las Naciones Unidas en aras de una solución política y hace un llamamiento a las par‐ tes para que traten de aliviar las tensiones, facilitar la situación humanitaria y desempeñar un papel cons‐ tructivo en la solución política. China está dispuesta a sumarse a los infatigables esfuerzos que realiza la co‐ munidad internacional para lograr un acuerdo político.

Sra. Adnin (Malasia) (habla en inglés): Hago uso de la palabra para explicar el voto de hoy de mi dele‐ gación respecto de la resolución 2216 (2015), sobre la situación en el Yemen. Sra. Presidenta: También quisiera aprovechar esta oportunidad para encomiarla por la ma‐ nera en que ha dirigido al Consejo hacia la aprobación exitosa de la resolución de hoy. En ese sentido, Malasia agradece al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) su compromiso para con el Consejo de Seguridad.

Consideramos que es muy lamentable que el de‐ terioro de la situación en el Yemen nos haya obligado a aprobar esta resolución. Hoy las partes en el Yemen parecen estar aún más distantes de las medidas promi‐ sorias que habían adoptado en favor de una transición pacífica. Actualmente las partes en conflicto ya no mantienen un diálogo, y la situación ha degenerado en una guerra sin cuartel.

Malasia desea subrayar que el éxito de la transi‐ ción política del Yemen depende de la voluntad política de negociar de las propias partes del Yemen. No obstan‐ te, sin la buena fe, sin un compromiso sincero y sin la voluntad política de todas las partes, esas negociaciones están condenadas al fracaso. Sin embargo, Malasia, en el papel de liderazgo que desempeña en el proceso de negociación en nombre de la comunidad internacional y de las Naciones Unidas, quisiera rendir homenaje al Asesor Especial del Secretario General, Sr. Jamal Be‐ nomar, por sus esfuerzos incansables destinados a res‐ catar el diálogo entre todas las partes. Condenamos con firmeza a los elementos negativos que afectan la transi‐ ción democrática del Yemen haciendo caso omiso de sus compromisos anteriores y continuando su lucha por el poder a expensas de la unidad y la estabilidad del país. En nuestra opinión, su búsqueda de intereses mezqui‐ nos ha traicionado las esperanzas y aspiraciones de la población yemení de lograr un futuro mejor.

El ataque despiadado que cometieron el mes pa‐ sado las milicias huzíes, en colaboración con fuerzas leales al ex‐Presidente Ali Abdullah Saleh, contra el palacio presidencial del Presidente Abdrabuh Mansour Hadi Mansour en Adén fue sencillamente inaceptable. En vista de ese desprecio flagrante por varias resolucio‐ nes del Consejo de Seguridad, el Consejo debe cumplir su deber y su responsabilidad de instar a las partes a que actúen con moderación y a que reanuden su aplica‐ ción de la hoja de ruta del país en aras de una transición democrática inclusiva. Por esa y otras razones, Malasia apoya la resolución 2216 (2015), incluida su disposición de ampliar las sanciones selectivas impuestas a los ele‐ mentos que atentan contra la paz en el Yemen.

Al mismo tiempo, nos preocupa profundamente el empeoramiento de la situación humanitaria en el Yemen debido a la intensificación del conflicto. Incluso antes de la última intensificación, 16 millones de los 25 mi‐ llones de ciudadanos del Yemen necesitaban asistencia humanitaria para satisfacer sus necesidades básicas. La ya difícil situación humanitaria ahora ha empeorado, ya que la población afronta una grave inseguridad alimen‐ taria y la falta de atención de sus necesidades básicas, como agua el potable y los servicios de salud.

A Malasia le preocupan mucho los informes reci‐ bidos de organismos humanitarios, como el UNICEF, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), sobre las dificultades a las que se enfrentan en sus esfuerzos para prestar asistencia de emergencia y entregar asistencia humanitaria, incluidos suministros médicos, a los ne‐ cesitados. Hemos visto informes sobre trabajadores del CICR a los que se les disparó y se los mató mientras trataban de recuperar los cuerpos de las víctimas que yacían en las calles después de los enfrentamientos mi‐ litares. El UNICEF también ha recalcado que los niños siguen siendo blancos de ataques, heridos, desplazados y amenazados cada vez más por enfermedades a medida que continúa el conflicto en el Yemen. Casi una cuar‐ ta parte de los que han perdido la vida en el reciente conflicto han sido niños. Las escuelas y los hospitales también han sido atacados. Habida cuenta del deterioro de la situación imperante sobre el terreno, exhortamos a todas las partes en el conflicto a que hagan todo lo posi‐ ble por proteger a los civiles de la violencia, en especial las mujeres y los niños, que son los más vulnerables en cualquier conflicto armado. Instamos a todas las par‐ tes a que respeten el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario y el derecho interna‐ cional de los derechos humanos.

Malasia acoge con satisfacción los esfuerzos de mediación que llevan a cabo algunos países con mi‐ ras a alcanzar una solución pacífica para el conflicto. Reiteramos el llamamiento que figura en la resolución 2216 (2015) para que todas las partes del Yemen reanu‐ den las negociaciones con la mediación de las Naciones Unidas a fin de completar las etapas finales de la hoja de ruta para la transición democrática del Yemen, so‐ bre la base de la Iniciativa del CCG y su Mecanismo de Aplicación, los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional y el Acuerdo de Paz y Asociación Nacional. Consideramos que este es el único camino legítimo ha‐ cia un Yemen democrático, estable e incluyente y segui‐ remos apoyando al Yemen en ese empeño.

Sr. Barros Melet (Chile): Es evidente que existen interpretaciones diferentes sobre la situación que aqueja al Yemen, pero en lo que estamos todos de acuerdo es en que la violencia afecta seriamente a la población civil. Por ello valoramos que la versión final de la resolución aprobada (resolución 2216 (2015)) tenga un lenguaje hu‐ manitario más fuerte que el que originalmente se había propuesto, como también la incorporación del concepto de pausa humanitaria que fuera solicitado por distintas agencias y organismos humanitarios. Sin embargo, la si‐ tuación humanitaria no mejorará si no cesa la violencia ni se registran avances en el diálogo político. Por ello hacemos un llamamiento para que se implemente con prontitud el alto el fuego contemplado en la resolución de hoy. Continuar con el uso de la fuerza aleja toda po‐ sibilidad de un diálogo político inclusivo y sustentable.

Lamentamos que el texto no incluyera referencias sobre el impacto de la creciente violencia contra los ni‐ ños, incluida la muerte y la mutilación de menores, su continuo reclutamiento y uso en el conflicto, como tam‐ bién la obstaculización al acceso a la educación y a los hospitales en contravención de la resolución 2143 (2014) de este Consejo. Se trata de una dimensión de la crisis que no podemos obviar.

Por último, como ha sido mencionado, mi país es‐ tima importante que los procesos de negociación sean transparentes desde un principio y de cara a todos los miembros de este Consejo.

Sr. Ramírez Carreño (República Bolivariana de Venezuela): La delegación de la República Bolivariana de Venezuela ha votado a favor de la resolución 2216 (2015) convencida de la responsabilidad que tiene el Consejo de Seguridad en la promoción de una solu‐ ción pacífica negociada al conflicto armado en el Ye‐ men. Reiteramos que no hay salida militar al conflicto que afecta a esa nación. La solución es política, nego‐ ciada y pacífica. En este orden, reafirmamos nuestro respaldo a las gestiones de mediación del Asesor Es‐ pecial del Secretario General para el Yemen, Sr. Jamal Benomar, dirigidas a asistir a las partes en el logro de un acuerdo de paz en el marco de la transición política. Estos esfuerzos cuentan con todo nuestro apoyo.

Hubiésemos deseado que la resolución aprobada dispusiera de un lenguaje más categórico respecto de la cesación de las hostilidades —y de todo tipo de accio‐ nes militares— en el Yemen. La espiral de violencia ha provocado la pérdida de vida de civiles, entre ellos ni‐ ños y mujeres. El recrudecimiento de los enfrentamien‐ tos ha agudizado la ya compleja situación humanitaria que vive ese hermano país árabe desde hace varios años, donde más del 60% de la población requiere asistencia.

La actual situación solo empeora la ya de por sí delicada y crítica situación en el terreno. Repudiamos los ataques a hospitales y escuelas, cuyas acciones violan el derecho internacional humanitario, y en tal sentido solicitamos a las partes a observar plenamente las normas del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos a fin de asegurar la protec‐ ción de los civiles. De igual manera, los exhortamos a facilitar la entrega de la asistencia humanitaria a los ciudadanos yemeníes que requieren con carácter urgen‐ te alimentos, medicamentos y demás servicios básicos.

Reafirmamos nuestra condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones. Los únicos beneficiarios del actual conflicto son los grupos terroristas Al-Qaida y el Estado Islámico del Iraq y Siria, los cuales se alimen‐ tan del colapso institucional y de la retórica sectaria para alcanzar sus objetivos. En vista de ello, se hace necesario retomar el diálogo y la negociación con miras a lograr la paz y la estabilidad en el Yemen. Asimismo, instamos a los Estados Miembros a abstenerse de adoptar medidas que comprometan el logro de ese objetivo.

Finalmente, nos sumamos a lo expresado por otras delegaciones. Nuestro país siempre trabajará de manera constructiva en el seno del Consejo de Seguridad para alcanzar los objetivos propuestos. Sin embargo, desea‐ mos expresar nuestra preocupación porque el proceso de negociación careció de la inclusividad requerida al limitar las discusiones de los temas de la resolución a un grupo de actores, dejando a un lado al resto de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, cuyas propuestas no fueron discutidas debidamente. Es‐ peramos que este tipo de situaciones no se repitan, pues las mismas afectan los métodos de trabajo de este or‐ ganismo, en particular su transparencia y credibilidad.

Sra. Murmokaitė (Lituania) (habla en inglés): Li‐ tuania votó a favor de la resolución 2216 (2015), que se acaba de aprobar y envía una señal firme y tan necesaria de la comunidad internacional de que todas las partes en el Yemen deberían rápidamente volver a la mesa de ne‐ gociaciones, reanudar el proceso de transición de con‐ formidad con la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional, y de ese modo salvar la vida y los medios de subsistencia de centenares de miles de Yemeníes afecta‐ dos por los enfrentamientos.

Como todos sabemos, la situación humanitaria en el Yemen es grave: 16 millones de personas, casi la ter‐ cera parte de la población, necesitan asistencia huma‐ nitaria. Debido al conflicto, centenares de civiles han perdido la vida o resultado heridos, y 100.000 civiles han huido de sus hogares.

Lituania subraya el llamamiento de la resolución a que todas las partes respeten estrictamente el derecho internacional humanitario y el de los derechos huma‐ nos. La asistencia humanitaria tiene que llegar a los que la necesitan sin demora. El Consejo tiene la responsa‐ bilidad de hacer todo lo posible por impedir que el Ye‐ men caiga en la desastrosa espiral de la guerra civil, la división sectaria y la desintegración. El mensaje del Consejo debería ser claro y unido: Hay que encontrar una solución política, la respuesta no es la violencia, y los que continúen sus actos de sabotaje enfrentarán graves consecuencias. Consideramos que el embargo de armas contra los saboteadores y sus asociados, así como la designación del dirigente huzí, Abdulmalik al‐ Houthi, y el ex jefe de la Guardia Republicana, Ahmed Saleh, para incluirlos en la lista enviará una señal firme de que no se tolerará el uso de la violencia contra la transición pacífica, en desafío de las resoluciones del Consejo de Seguridad.

Al mismo tiempo, el Consejo debe garantizar que las sanciones nuevas y vigentes se apliquen de manera rigurosa y plena por todos. Las Naciones Unidas pudie‐ ron impedir anteriormente que el Yemen cayera en el abismo gracias a sus buenos oficios y su mediación. No debemos olvidar que el papel de las Naciones Unidas si‐ gue siendo fundamental si queremos que el Yemen tenga la posibilidad de regresar al camino de la paz duradera.

Sr. Delattre (Francia) (habla en francés): Damos las gracias a Jordania por haber adoptado la iniciativa de preparar y facilitar las negociaciones sobre el pro‐ yecto de resolución relativo a la situación en el Yemen. Francia votó a favor de la resolución 2216 (2015), de la cual era patrocinadora, puesto que trata las causas pro‐ fundas de la situación actual. Esas causas son políticas: la persistencia de la rebelión huzí para llevar a cabo en el Yemen actos de desestabilización.

Se trata de la negativa de esa milicia de cumplir con las solicitudes del Consejo de Seguridad, en par‐ ticular las contenidas en la resolución 2201 (2015), de 15 de febrero, y en la declaración de la Presidencia S/PRST/2015/8, de 22 de marzo, así como los distintos acuerdos negociados bajo la égida de las Naciones Uni‐ das, que nunca ha respetado. Se trata, en el fondo, de la amenaza que presentan los huzíes para la unidad, la inte‐ gridad, la estabilidad y la soberanía del Yemen de la que solo los terroristas, empezando por Al‐Qaida y también desde hace poco el Daesh, salen ganando.

Desde hace muchos meses, no hemos dejado de señalar a los saboteadores de la transición política que estamos decididos a ejercer sobre ellos una presión cada vez mayor a fin de que renuncien a sus actos unilaterales y regresen a la mesa de negociaciones. Ese mensaje, que el Consejo unido ha expresado en varias ocasiones, era importante para que nosotros confirmáramos nuestra decisión de llevarlo a la práctica, y es lo que hemos aca‐ bado de hacer imponiendo sanciones al Sr. Abdulmalik al‐Houthi y al Sr. Ahmed Ali Abdullah Saleh, así como un embargo de armas selectivo. De ello dependía nues‐ tra credibilidad colectiva.

Sin embargo, esas sanciones necesarias no son un fin en sí, sino un instrumento destinado a favorecer la conse‐ cución de un objetivo político: salir de la crisis, reanudar el diálogo político inclusivo, llegar a un acuerdo sobre la formación de un Gobierno de unidad nacional, y reanudar, etapa por etapa, la transición yemení. Ese es el objetivo po‐ lítico que perseguimos. En ese sentido, las Naciones Uni‐ das tienen un papel fundamental que desempeñar. Su ex‐ periencia y neutralidad las hacen irreemplazables. Ese el motivo por el cual apoyamos el papel de las Naciones Uni‐ das en el Yemen y pedimos que se reanude el diálogo entre yemeníes bajo sus auspicios lo antes posible.

En cuanto al deterioro de la situación humanitaria sobre el terreno, Francia pide también el respeto del de‐ recho internacional humanitario y la protección de los civiles. Hay que garantizar un acceso libre y sin trabas de la asistencia a las poblaciones que la necesitan, con‐ forme lo dispuesto en la resolución.

Francia apoya el constante enfoque del Conse‐ jo al Yemen: apoyo al Presidente legítimo del Yemen, Sr. Abdrabuh Mansour Hadi Mansour; firmeza contra los saboteadores; apoyo a los logros de la transición y las instituciones del Yemen; llamamiento a una solución política inclusiva que permita por sí sola responder a los desafíos del país; y la lucha contra los grupos terroris‐ tas. Expresamos la esperanza de que este enfoque arroje resultados sin demoras y sabemos que contamos con la decisión de las Naciones Unidas en ese sentido. Pedi‐ mos a todos los agentes interesados: partes yemeníes, agentes regionales, países influyentes, que trabajen de manera resuelta en este sentido a su lado.

Sr. McLay (Nueva Zelandia) (habla en inglés): A Nueva Zelandia le complace que el Consejo haya po‐ dido acordar una respuesta al conflicto en el Yemen. Sra. Presidenta: Ha sido un proceso difícil llegar hasta aquí, que usted ha dirigido, con gran paciencia, una pa‐ ciencia infinita, diría yo.

Es importante que el Consejo se vea unido en esta crisis y es igualmente importante que enviemos una clara señal sobre la necesidad urgente de poner fin a las hostili‐ dades y de que se reanude el diálogo y un proceso político inclusivo, tal como el Consejo acordó previamente.

En la resolución 2216 (2015), que el Consejo acaba de aprobar, se imponen consecuencias al incumplimien‐ to. Esperamos que genere más incentivos para que las partes regresen a la mesa de negociaciones, por lo que reiteramos y apoyamos el llamamiento de la resolución para que se reanude el diálogo político dirigido por las Naciones Unidas. Ello obraría en el mayor interés de to‐ das las partes y del pueblo yemení que ha sufrido duran‐ te tanto tiempo. Esta vez las partes tienen que escuchar.

Nos preocupa también muchísimo la situación hu‐ manitaria en el Yemen y la repercusión del conflicto en los civiles, y reiteramos el llamamiento de la resolución a todas las partes que participan en las operaciones mi‐ litares a que cumplan con el derecho internacional hu‐ manitario y el de los derechos humanos. Esa no es una opción; es una obligación.

A falta de una solución política a esta crisis, esa situación humanitaria continuará deteriorándose. Por lo que reiteramos el llamamiento a todas las partes para que faciliten la prestación de asistencia humanitaria, y apoyamos la solicitud de que el Secretario General redo‐ ble sus esfuerzos para facilitar una pausa humanitaria.

Nueva Zelandia participa activamente en el segui‐ miento del progreso para lograr esos resultados huma‐ nitarios que todos anhelamos.

Sr. Cherif (Chad) (habla en francés): Sra. Presiden‐ ta: Como esta es la primera vez que hago uso de la palabra en una sesión pública bajo su Presidencia, quisiera felici‐ tar a su país, Jordania, por haber asumido la Presidencia del Consejo de Seguridad y le deseo mucho éxito a usted y a todo su equipo en su Misión. El Chad le asegura que puede contar con su apoyo y su cooperación constructiva.

El Chad encomia la aprobación de la resolución 2216 (2015) sobre el Yemen, donde la situación es profunda‐ mente preocupante en los ámbitos de seguridad y huma‐ nitario. En esa resolución se abordan las causas profundas del conflicto. El Chad votó a favor de la resolución, con la esperanza de ver que la comunidad internacional aúne sus esfuerzos a los de los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo para evitar el descalabro total del Yemen, que podría constituir una amenaza real a la paz y a la seguridad internacionales. En ese sentido, el Chad res‐ palda los esfuerzos que despliegan los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo con miras a restablecer la paz en el Yemen. Por consiguiente, hacemos hincapié en la necesidad de una firme movilización de toda la comu‐ nidad internacional para poner fin a la peligrosa escalada de este conflicto y promover las negociaciones en curso bajo los auspicios de las Naciones Unidas en el respeto de la legitimidad representada por el Presidente Abdrabuh Mansour Hadi Mansour y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, incluida la resolución 2201(2015).

El Consejo de Seguridad debe enviar un mensaje claro y firme a todas las partes yemeníes, sobre todo los huzíes, para pedirles que pongan fin de inmediato a los actos de violencia y respeten la transición democrática en el marco del Acuerdo de Paz y Asociación Nacional, así como las decisiones dimanantes de la Conferencia de Diálogo Nacional y el acuerdo sobre la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y su Mecanismo de Aplicación. No es aceptable que una milicia armada ola violencia para socavar los logros del Diálogo Nacional o subvertir la legitimidad constitucional.

Para concluir, el Chad recuerda a todas las partes en el conflicto su obligación de respetar el derecho in‐ ternacional humanitario y evitar los ataques contra los hospitales, las escuelas, la infraestructura civil y los campamentos de refugiados y desplazados.

Sr. Laro (Nigeria) (habla en inglés): Para Nigeria es motivo de profunda preocupación el deterioro de la situa‐ ción política, de seguridad y humanitaria en el Yemen. Hemos señalado en reiteradas ocasiones que la crisis en el Yemen no puede resolverse por medios militares. El único camino para lograr la paz y la estabilidad sostenibles en el Yemen es el de la negociación y el diálogo. Pedimos a todas las partes en el Yemen que reactiven el proceso político en consonancia con la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y el Mecanismo de Aplicación, así como los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacio‐ nal, en la que participaron todas las partes. Nuestro deseo es que en un futuro muy cercano pueda forjarse un Yemen pacífico, próspero, unido y estable, en el que todas las comunidades vivan juntas en armonía. Abrigamos la es‐ peranza de que la resolución 2216 (2015), que el Consejo de Seguridad acaba de aprobar, redunde en una solución rápida y permanente de la crisis en el Yemen.

Sr. Lucas (Angola) (habla en inglés): Mi delega‐ ción votó a favor de la resolución 2216 (2015) y la apoya plenamente, teniendo en cuenta que la necesidad de esta resolución estuvo determinada por las medidas unilate‐ rales de los huzíes, que pusieron en peligro lo que pare‐ cía ser un proceso político de transición prometedor en el Yemen. Esperamos que esta resolución contribuya a un proceso de paz positivo en el país y a la solución de la grave crisis humanitaria que lo afecta.

Felicitamos a Jordania y al Consejo de Coopera‐ ción del Golfo por los esfuerzos que han desplegado para lograr la aprobación de la presente resolución por el Consejo de Seguridad con miras a una solución política basada en la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo, que sigue siendo el único marco para reanudar el proceso político. Esperamos que los elementos obstruc‐ cionistas sean tratados como se dispone en la resolución.

Nos preocupa sobremanera el número creciente y la magnitud de los ataques perpetrados por los terro‐ ristas de Al‐Qaida, que representan un peligro nefas‐ to para el futuro de la paz y la estabilidad en el país. Instamos ahora a todas las partes en el conflicto a que reanuden las negociaciones y respalden los esfuerzos de mediación de las Naciones Unidas, que propiciarán la reanudación del proceso político de transición en aras de un futuro de estabilidad y paz en el Yemen.

La Presidenta (habla en árabe): A continuación formularé una declaración en calidad de representante de Jordania.

Jordania acoge con beneplácito la aprobación de la resolución 2216 (2015) del Consejo de Seguridad, que presentamos hoy. Refleja el deseo que sigue teniendo Jordania de que la estabilidad y la seguridad se resta‐ blezcan en el hermano país del Yemen lo antes posible. Las prácticas irresponsables de los huzíes y sus parti‐ darios, y el hecho de que sigan adoptando medidas uni‐ laterales, junto con su incumplimiento de las resolucio‐ nes del Consejo de Seguridad, han llevado al Consejo a aprobar una resolución en virtud del Capítulo VII de la Carta, por la cual se prohíbe a los Estados que armen a una serie de personas implicadas en actos que ponen en peligro la paz, la seguridad o la estabilidad en el Yemen.

En un gesto que refleja la determinación del Con‐ sejo de utilizar el régimen de sanciones para disuadir a cualquier persona implicada en actos que amenacen la paz, la seguridad o la estabilidad en el Yemen, el Con‐ sejo ha impuesto hoy una prohibición de viajar y una congelación de bienes a Abdulmalik al‐Houthi, líder de los huzíes, y a Ahmed Ali Abdullah Saleh, además de un embargo de armas contra ellos o contra quien actúe en su nombre o en beneficio suyo.

Habida cuenta de la importancia que el Consejo concede al diálogo y a la solución política de la crisis en el Yemen, en la resolución se pide al Secretario General que intensifique sus buenos oficios para que se pue‐ da reanudar el proceso de transición política, como se enuncia en la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo y el Mecanismo de Ejecución, y los resultados de la exhaustiva Conferencia de Diálogo Nacional. Se hace un llamamiento a todas las partes en el Yemen para que asistan a una conferencia que ha de celebrarse en Riad para seguir apoyando la transición política en el Yemen, según pidió el Presidente yemení, cuya legitimidad ha quedado reiterada hoy en el Consejo, el cual también ha dejado constancia de que lo apoya.

Con la resolución 2216 (2015), el Consejo tiene por objetivo poner fin a la violencia en el Yemen creando las condiciones necesarias para ello, principalmente que los huzíes se comprometan a aplicar las resoluciones perti‐ nentes del Consejo de Seguridad, incluida la resolución de hoy, en la que se les exige, entre otras cosas, que dejen inmediata e incondicionalmente de utilizar la vio‐ lencia, que retiren sus fuerzas de todas las zonas que ocupan, que entreguen todas las demás armas confis‐ cadas a las instituciones militares y de seguridad y que se abstengan de toda provocación o amenaza contra los Estados vecinos del Yemen.

Con respecto a la situación humanitaria, en la resolu‐ ción se tiene en cuenta la garantía de facilitar la evacuación por parte de los Estados y organizaciones internacionales afectados de sus ciudadanos y personal del Yemen, se ga‐ rantiza la circulación irrestricta de asistencia humanitaria y se facilitan los procedimientos de evacuación. Se señala el establecimiento de pausas humanitarias, según proceda, y en coordinación con el Gobierno yemení.

Recalcamos que el sufrimiento humanitario en el Ye‐ men comenzó y alcanzó niveles sin precedentes cuando los huzíes se negaron a cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad y rechazaron los llamamientos de la comunidad internacional y la Liga de los Estados Árabes. Eso descarriló el proceso de transición política y empeo‐ ró la situación humanitaria y la seguridad en el Yemen.

La aprobación por el Consejo de esta resolución en virtud del Capítulo VII de la Carta constituye una señal muy clara y firme para los huzíes, sus partidarios y cual‐ quier parte que trate de amenazar la seguridad y la esta‐ bilidad en el Yemen. Es un mensaje que todas las partes deberían atender con diligencia y seriedad. El Consejo declara que está dispuesto a adoptar medidas adicionales en caso de que cualquier parte yemení no aplique esta resolución y la resolución 2201 (2015).

Para concluir, el empeoramiento de la situación política y de seguridad en el Yemen plantea una grave y creciente amenaza para los Estados vecinos. Es crucial que la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad tengan en cuenta las posibles repercusiones políticas y de seguridad en toda la región, y que sigan teniendo presen‐ tes las inquietudes del Consejo de Cooperación del Golfo.

Vuelvo a asumir ahora mis funciones como Presi‐ denta del Consejo de Seguridad.

Tiene ahora la palabra el representante del Yemen.

Sr. Alyemany (Yemen) (habla en árabe): Sra. Pre‐ sidenta: Para comenzar, deseo darle las gracias por los esfuerzos que ha realizado la hermana Misión de Jorda‐ nia en este foro internacional para tratar las cuestiones que afectan a los países árabes y, en particular, a mi país, el Yemen. La resolución 2216 (2015), aprobada en el día de hoy, es una demostración tangible de la seriedad con la que la comunidad internacional y el Consejo de Se‐ guridad dan su mancomunado apoyo a nuestro pueblo en su empeño por convertir en realidad sus legítimas aspiraciones de hacer valer el estado de derecho en un país digno, en el que todos los ciudadanos sean iguales y reine una democracia federal pacífica.

Habida cuenta de que el Consejo acaba de apro‐ bar una resolución amplia en la que se abordan todos los aspectos de la crisis yemení, deseo recordar la visita del Consejo de Seguridad a finales de enero de 2013, ocasión en la que este órgano se reunió con el Presi‐ dente Mansour Hadi y otros miembros del Gobierno. A esa histórica visita a mi país del Consejo de Seguridad siguió la del Secretario General, quien reafirmó el com‐ promiso del Consejo con la Iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y su mecanismo de apli‐ cación, así como con los resultados del Diálogo Nacio‐ nal y las resoluciones pertinentes del Consejo. Esas vi‐ sitas fueron un llamamiento a todas las partes yemeníes para avanzar en la transición política.

El pueblo del Yemen, con el apoyo de la comunidad internacional y de los países de la región, acelerará el paso para concluir la transición. Cuando nos acercamos a los históricos momentos de adoptar la Constitución federal del Estado y celebrar elecciones legislativas, las milicias ar‐ madas desestabilizadoras intensificaron sus esfuerzos para lograr sus propios fines: dar un golpe de Estado.

Un Estado en el que prevaleciera la legitimidad cons‐ titucional del Presidente del Yemen, era la aspiración de todos los yemeníes. Sin embargo, para los opositores, eso obstaculizaba la consumación de sus planes. Por una parte, en el Yemen primaba un espíritu de hermandad y diálogo, que estaba a tono con las esperanzas del pueblo yemení de crear, mediante un diálogo nacional, un Estado en el que la unidad no se debiera ni a la coacción ni a presiones hegemónicas; y por la otra, existía la intención de dar un golpe de Estado que buscaba hacer valer una visión mani‐ pulada por el Irán —donde se formaron las milicias‐huzíes y las fuerzas leales al ex‐Presidente— que amenazaba el tejido social del Yemen y la cohesión de su pueblo. El gol‐ pe de Estado se precipitó contra del Presidente legítima‐ mente electo, al que estas fuerzas trataban de sustituir, así como trataron de derrocar al Gobierno en todos los ámbi‐ tos, avanzando con milicias de Saná y Taiz hacia Adén.

El pueblo yemení se levantó contra ellos. Las mili‐ cias trataron de atacar al Presidente en Adén para derro‐ car su régimen legítimo y perpetrar un golpe de Estado. El Presidente se vio obligado a buscar refugio en países vecinos, como es su prerrogativa constitucional y de conformidad con el Artículo 51 de la Carta de las Na‐ ciones Unidas, para preservar la unidad del Yemen. La respuesta de los países hermanos del CCG, encabezado por Arabia Saudita, estuvo a la altura de su responsabi‐ lidad política y refleja cuan entrelazados están nuestros destinos. Fue una respuesta muy firme que tenía como objetivo defender la legitimidad de la Constitución y re‐ chazar las acciones del Irán respecto de mi país.

Las milicias se niegan a reconocer las realidades geopolíticas e históricas del país o los lazos de sangre que existen entre el Yemen y los países de la región. Por ello, permítaseme reiterar que mi país nunca olvi‐ dará, y estará eternamente agradecido, a nuestros her‐ manos de Arabia Saudita y otros países del CCG. Tam‐ bién debemos rendir un merecido homenaje a la lucha heroica de nuestros hermanos en Adén, Taiz, Shabwah, Al‐Ghayda, Ibb y otros lugares. Cada centímetro del Yemen ha opuesto una resistencia unificada al ejército de la muerte, la venganza y la destrucción.

Desde las primeras horas de la Operación Tormen‐ ta Decisiva, hemos tenido en cuenta las preocupaciones humanitarias. Bajo la dirección del Presidente se ha tra‐ bajado en cooperación con las fuerzas de la coalición y las organizaciones humanitarias para movilizar los considerables recursos que ha aportado el CCG para la aplicación de medidas de emergencia que mitiguen el sufrimiento del pueblo yemení en diversas regiones del país; prestar asistencia humanitaria de emergencia, su‐ ministros médicos y medicinas; transportar a los heridos a los Estados del Golfo; y ayudar a repatriar a aquellos que están atrapados en los aeropuertos en los Estados vecinos. Se siguen llevando a cabo operaciones humani‐ tarias bajo los auspicios de las Naciones Unidas y el Co‐ mité Internacional de la Cruz Roja. El Ministro de Rela‐ ciones Exteriores se encuentra actualmente en Djibouti —que se ha convertido en un centro de apoyo humanita‐ rio— para organizar la asistencia médica de emergencia.

Al mismo tiempo, el Gobierno sigue esforzándose por encontrar una salida estratégica a la crisis desata‐ da por el golpe de Estado del 21 de septiembre. Conti‐ núan las consultas y el diálogo entre las diversas fuerzas yemeníes en varias capitales del Golfo, incluido Riad. El decreto presidencial de ayer, por el que se designó a Khaled Mahafoudh Bahah como Vicepresidente es de particular importancia. Esa fue una medida necesa‐ ria para restablecer la paz y la estabilidad en el Yemen y para instar a las partes en el conflicto a reanudar el diálogo de manera que se puedan aplicar los resultados del diálogo nacional.

La única manera de salir de la crisis en el Yemen es por medio del diálogo. No puede haber una solución violenta o un golpe de Estado. Las milicias deben acatar la resolución que acaba de aprobar el Consejo de Segu‐ ridad para que se pueda elaborar un plan de reconstruc‐ ción, fomentar capacidades en cooperación con nuestros asociados del Consejo de Cooperación del Golfo, y es‐ tablecer un sistema de seguridad regional en el que el Yemen sea una fuente de estabilidad, desarrollo y apoyo a los países hermanos de la región.

Para concluir, deseo expresar nuestro más since‐ ro agradecimiento a los miembros del Consejo de Se‐ guridad, que siempre han apoyado al pueblo yemení y a nuestro Presidente constitucionalmente legítimo, Sr. Mansour Hadi. En particular, deseo dar las gracias a nuestros hermanos con los que compartimos destino en el marco de la coalición del CCG, que encabeza la Ara‐ bia Saudita, y, en particular, al Rey de la Arabia Saudita. Deseo agradecer a todos su apoyo sincero a nuestro país.

Asimismo, me gustaría dar las gracias al Secreta‐ rio General de las Naciones Unidas por sus esfuerzos, así como, por medio de usted, Embajadora Kawar, al Reino Hachemita de Jordania, que preside el Consejo de Seguridad y representa a todos los árabes en estos tiempos difíciles.

Se levanta la sesión 11.00 horas.